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Etiquetas: [Alan García Pérez]  [Alan García Pérez corrupto de siete suelas]  [corrupción en el Perú]  
Fecha Publicación: 2022-09-14T23:16:00.000-05:00
Escribe: César Vásquez Bazán
Niños abandonados se dedican al asalto y robo en los distritos de Lima Metropolitana. La miseria y la desesperación por obtener un medio de supervivencia los llevan a cometer actos delictivos masivos, como los que se aprecian en el vídeo. Los distintos gobiernos neoliberales, incluyendo el del enfermo maníaco-depresivo Alan García, no hicieron nada para resolver el problema de la delincuencia infantil, que es un indicador de la miseria, el atraso y subdesarrollo del Perú.

Casa en la calle Manuel de Freyre Santander, urbanización El Rosedal, en Miraflores avaluada en 830 mil dólares, producto del dinero mal habido obtenido por el delincuente político Alan García Pérez. García es otro tipo de piraña que abunda en el Perú. Es conocido por su inclinación a comprar inmuebles usando el dinero robado durante su gobierno.

Otra foto de la casa en la calle Manuel de Freyre Santander, adquirida por García Pérez con el producto de los narcoindultos y coimas recibidas durante su gobierno.

Otra de las casas de García Pérez, esta vez ubicada en Chacarilla del Estanque, Surco, Lima. Delante de la residencia aparece el BMW que maneja el obeso delincuente.


Condominio en las Colinas de Suba, Bogotá, Colombia. Es uno de las varios inmuebles de los que es dueño la piraña García Pérez. 

El ladrón-piraña García Pérez García también es propietario del departamento ubicado en el 118 de la Rue de La Faisanderie, en el centro de París. El inmueble está avaluado en 445 mil dólares.


Casas compradas por la pirañaza Alan García Pérez

© César Vásquez Bazán, 2014
Todos los derechos reservados
Junio 24, 2014
Etiquetas: [Genocidio de 1879]  [Guerra de Chile contra el Perú]  [Guerra del Pacífico]  [Guerra del Salitre]  [Joaquín Godoy]  [Joaquín Godoy Cruz]  [José María Químper]  [Mariano Ignacio Prado]  
Fecha Publicación: 2022-09-11T16:07:00.000-05:00
http://goo.gl/lljMTQ
Escribe: César Vásquez Bazán
Mariano Ignacio Prado: agente chileno

La Lechería Peruana, caricatura que representa la corrupción imperante en 1867 durante la primera presidencia de Mariano Ignacio Prado. Prado aparece sujetando a la vaca del erario fiscal, mientras sus amigos ordeñan al animal. La caricatura es de J. J. Rasoir y fue publicada en el tercer número de 1867 del diario La Campana, página 4. Reproducida por Quiroz (2009, Figura 7, entre las páginas 180 y 181).

Cobarde que abandona el poder para salvar la vida,
ladrón que se escurre por llevarse el talego…
 
Manuel González Prada (1985, 449)


Cuando el 18 de diciembre de 1879 Mariano Ignacio Prado desertó las funciones de presidente del Perú, su decisión de fugar fue determinada no sólo por el desastre militar ante Chile y el temor a la explosión popular dirigida a castigar la cobardía y traición del Director Supremo de la Guerra. Tanto o más que las causales mencionadas, influyó en su conducta el deseo de disfrutar de la riqueza que había logrado acumular utilizando en provecho propio el desempeño de la presidencia de la república en cuatro oportunidades (véase la Tabla 1).

Tabla 1. Prado en la presidencia del Perú

Como señaló acertadamente Vicuña Mackenna (1880, 349), el afortunado mortal que llega a la presidencia del Perú “pasa a ser dueño del porvenir y de sus dones”. Es así por la mentalidad de saqueo y la actitud de asalto de cada nuevo gobernante, y por el ambiente de corrupción aceptada que impera en la sociedad. Contribuyó también a la podredumbre moral de los políticos la vigencia de la Constitución de 1860, que dispuso que el eventual órgano fiscalizador, es decir el Congreso, sólo debería reunirse cada dos años y por el breve período de cien días útiles.

Peruanos y extranjeros señalaron la gravedad del problema de la corrupción. Entre los primeros puede citarse a José Arnaldo Márquez (1888, 2) quien denunció que en nuestro país, “personajes prominentes no perdían de vista las cajas del Estado, para formar o para restablecer su fortuna personal”. Manuel González Prada (1985, 460) recordaba que “nada debe sorprendernos en un país donde la corrupción corre a chorro continuo, donde se vive en verdadera bancarrota moral… Admira que en las cotizaciones de la Bolsa no figure el precio corriente de un ministro, de un juez, de un parlamentario, de un regidor, de un prefecto, de un coronel, de un periodista”.

En el segundo grupo de observadores debe recordarse al viajero de la época que escribió respecto a las instituciones peruanas de la segunda mitad del siglo XIX: “En cuanto al robo –nos referimos no a aquel que puede considerarse como robo de menor cuantía sino a la gama de delitos mayores y atroces– puede afirmarse con seguridad que casi todos los hombres públicos [del Perú] están hundidos hasta el cuello en este crimen” (Duffield 1877, 16). La anterior declaración fue compartida por el representante de los tenedores ingleses de bonos de la deuda peruana: “Los sobornos y la corrupción en el Perú no tienen parangón, inclusive en Sudamérica” (Clarke 1877, 119).

Mariano Ignacio Prado encaja a la perfección en las descripciones anteriores. Prado es el mayor exponente de la rapiña y el cohecho, la estafa y el cinismo, que castigaron al Perú entre los años 1865 y 1879. Es la encarnación purulenta de las acusaciones de Márquez, González Prada, Duffield y Clarke.

A lo largo de los cinco años y siete meses que desempeñó la primera magistratura, el desertor Prado no perdió oportunidad para utilizar el poder en provecho propio. Dispuso la emisión de decretos, la firma de contratos y la realización de operaciones por las que recibió sobornos y favores de los afortunados beneficiarios. No desaprovechó ocasión pequeña ni grande para obtener cohechos de las partes que contrataban con el Estado, sean éstas Henry Meiggs o William Grace, los consignatarios del guano o los proveedores de carne para las tropas peruanas. José María Químper, abogado de su más entera confianza y uno de sus principales operadores políticos, fue el principal receptor de los sobornos entregados por Henry Meiggs. Habiendo recibido paga del gobierno de Chile –en su condición de general de división del ejército de ese país– Prado se fue a la tumba sin haber podido levantar las sospechas de haber sido agente chileno y de haber desviado en su favor parte de los fondos recaudados en la colecta pública de 1879 organizada para la compra de armamento.

El presente artículo pretende demostrar que la conducta de corrupción en la dirección del Estado rindió resultados positivos para las faltriqueras de Mariano Ignacio. Entre los signos de riqueza del presidente desertor puede mencionarse el costoso rancho de su propiedad en Chorrillos, la casa en París, las inversiones en minería del carbón en Chile, la crianza de caballos de pura sangre, las inversiones en la Empresa Transmisora de Fuerza Eléctrica de Lima, en la Compañía de Tranvías de Lima y en la Fábrica de Tejidos Santa Catalina. Sin embargo, la cuota más importante de sus negociados estuvo destinada a constituir la “herencia significativa” que dejó a sus descendientes (Gilbert 1981, 748). Sobre dicho legado fue que se erigió en el Perú del siglo XX ese cáncer oligárquico que se denominó Imperio Prado. Sin duda, el enriquecimiento obtenido mediante el asalto del Estado fue un logro notable para un individuo que antes de ingresar a la escena política peruana sólo poseía un fundo en Huánuco, del cual era copropietario con otros familiares.

Es por ello de extrañar la opinión de Gilbert cuando escribió que “los detalles disponibles del desarrollo económico inicial de la familia [Prado] son imprecisos” (Gilbert 1981, 748). Los pormenores del enriquecimiento del primer Prado –el Mariano Ignacio Prado del oprobio como lo llamara González Prada– existen. Están allí, esperándonos para contarnos su verdad, desparramados en la historia del Perú de la segunda mitad del siglo XIX.

Entre los actos de corrupción que contribuyeron al enriquecimiento de Mariano Ignacio Prado, existen siete episodios en los que se cuenta con evidencia o indicios razonables de recepción de sobornos o comisión de desfalco por el presidente desertor y/o sus amigos y ministros. Dichos capítulos de la podredumbre política peruana comienzan con los servicios prestados por Prado como agente chileno, y continúan con los malos manejos en la compra de los monitores fluviales Manco Capac y Atahualpa, el negociado en el contrato Raphael, los sobornos pagados a Prado por Henry Meiggs y William R. Grace, el fraude en la compra de carne para el ejército del sur durante el conflicto con Chile, y el desfalco de la colecta pública de 1879 destinada a sufragar los gastos para la adquisición de armamento para la guerra con Chile.

Para que el lector pueda formarse una idea aproximada del valor actual de los negociados de Prado, puede estimarse que un dólar de 1879 tenía un poder adquisitivo de 22.20 dólares del año 2009. La fuente de esta estimación es Measuring Worth. Asimismo, en 1879 el sol y el dólar se cambiaban casi a la par: debía pagarse 1.08 soles por dólar.

El agente chileno Mariano Ignacio Prado

El análisis de la dinámica histórica del Perú y Chile en 1865, respondiendo ambos países a la agresión española, permite concluir que el rol jugado por Prado fue el de promover y defender los intereses de Chile.

La relación política y militar entre Chile y Mariano Ignacio Prado está comprobada por su aceptación –siendo coronel del ejército peruano– del grado de general de división del ejército de ese país. El 17 de agosto de 1866, el gobierno de Chile confirió a Prado el referido despacho “con los honores y preeminencias anexas a él” y con el goce del “sueldo correspondiente mientras resida o permanezca en Chile”. Según lo explicó la ley chilena, el nombramiento de Prado en tan alto cargo obedeció a “su noble actitud en la actual guerra con España”. Otro cumplido servidor de Chile –el presidente boliviano Mariano Melgarejo– compartió con Prado el reconocimiento del país del sur por los servicios prestados. La sospechosa distinción fue recibida por el dictador en octubre de 1866 (Basadre 1968-70, 5: 343).


Ley de la República de Chile fechada el 17 de agosto de 1866 nombrando a Mariano Ignacio Prado general de división del ejército chileno. Por cinco años, entre 1868 y 1873, Prado cobró del erario chileno el sueldo correspondiente a general de división (Varas 1871, IV: 22-23). 

Debe analizarse en qué consistió la “noble actitud” de Mariano Ignacio Prado hacia Chile. Con este fin, el lector debe remontarse a septiembre de 1865. En esa fecha Chile había declarado la guerra a España en respuesta a la exigencia de la escuadra hispana de saludar la bandera de la Madre Patria con una descarga de veintiún cañonazos en desagravio por supuestas ofensas del país del Mapocho. El problema con la citada declaración de guerra fue que las fuerzas armadas de Chile –en especial su diminuta flota naval– no estaban en capacidad de enfrentar el poderío español (Collier 1996, 118). La armada española, al mando del almirante Pareja, estaba conformada por ocho buques de guerra con un total de 245 cañones. Basadre la calificó como “la escuadra más formidable que había hendido las aguas del Pacífico americano” (1968-70, V: 324). Frente al poderío hispano, poco podía hacer la marina de guerra del país del sur. La escuadra chilena –si podía llamarse tal– estaba conformada por sólo dos naves: la corbeta Esmeralda, artillada con dieciocho cañones, y el transporte Maipu, premunido de cuatro (Burr 1965, 98).

Tras un análisis de la difícil situación, el gobierno chileno concluyó que la única manera como podría enfrentar a España con alguna esperanza de victoria sería si lograse contar con la intervención en su favor de la armada peruana, considerada en ese momento como la más poderosa de Sudamérica. Sin embargo, la inestable situación política del Perú no aseguraba su participación en defensa de Chile.

Oficialmente, gobernaba el país el general Pezet, quien enfrentaba el levantamiento del vicepresidente Pedro Diez Canseco –a quien los insurrectos consideraban presidente– y que estaba secundado por Prado y Balta. Sabedor que entre los líderes rebeldes primaba la opinión de acudir en solidaridad de Chile, el gobierno de ese país envió en misión diplomática al Perú a Benjamín Vicuña Mackenna. Se le encargó hacer contacto con los insurreectos.

En su visita al campamento de los insurgentes, en Chincha Alta, Ica, Vicuña pudo constatar que el presidente Pedro Diez Canseco prefería resolver primero favorablemente el enfrentamiento político con Pezet y luego acudir en ayuda de Chile. En cambio, Mariano Ignacio Prado –que previamente había mantenido conversaciones con Domingo Santa María, embajador extraordinario y ministro plenipotenciario chileno en Lima– se mostró como el partidario más radical de la solidaridad inmediata con Chile (Basadre 1968-70, V: 289). Mariano Ignacio quedó impresionado por Vicuña Mackenna. Años después, cuando Prado residía en el país del sur, apoyó a Vicuña en las elecciones presidenciales chilenas de 1876, según propia confesión (Basadre 1968-70, VIII: 176).

Al terminar su visita, Vicuña registró como punto vulnerable de los insurrectos la precariedad de recursos que imperaba entre ellos, carencia que le sugirió posibles alternativas para influenciarlos y obtener a través de ellos el apoyo de la escuadra peruana.

La visita de Benjamín Vicuña Mackenna fue seguida de la gestión directa del propio Santa María. Éste se acercó a la base de Chincha Alta para plantear abiertamente que la escuadra peruana rebelde viajara a Chile para atacar a los barcos españoles, es decir la misma propuesta que venía siendo defendida por Prado. Rechazado nuevamente el plan por decisión del presidente Pedro Diez Canseco, Santa María concentró sus esfuerzos en lograr la adhesión de Mariano Ignacio Prado, a quien endosó el apoyo político y la ayuda financiera del gobierno del Mapocho (Burr 1965, 98).

Fue así como el oro chileno colaboró para que el 6 de noviembre de 1865 las fuerzas rebeldes de Pedro Diez Canseco y Mariano Ignacio Prado ingresaran a Lima y tomaran Palacio de Gobierno. Veinte días después, Prado fue proclamado Dictador del Perú.

En agradecimiento al apoyo chileno, cuando contaba sólo ocho días en el poder, el 5 de diciembre de 1865, la dictadura de Mariano Ignacio Prado suscribió el Tratado de Alianza Ofensiva y Defensiva con Chile. Por medio de este convenio, Chile aseguró la participación de la escuadra peruana en su defensa. Más aún, la colocó bajo su dirección efectiva, en tanto se encontrara en aguas chilenas. Cuatro naves peruanas fueron asignadas para la salvaguardia del país del sur: las fragatas Apurímac y Amazonas y las corbetas Unión y América. Las naves fueron comandadas por los marinos peruanos Sánchez Lagomarsino, Mariátegui, Miguel Grau y Manuel Ferreyros, respectivamente.

En cuanto a la responsabilidad por los gastos originados por la escuadra conformada en apoyo a Chile, el embajador Santa María redactó un primer proyecto por el cual ese país asumiría dichos egresos. Extrañamente –por razones que podrán comprenderse después– Prado no aceptó el ofrecimiento y a través de Toribio Pacheco, su ministro de Relaciones Exteriores, planteó que los gastos sean asumidos en partes iguales por los dos países. Esta posición fue recogida en el Tratado. Fue así como en términos prácticos, Perú asumió la mitad de los gastos de defensa naval de Chile. ¡En los años 1869, 1870 y 1875 Perú tuvo que pagar a Chile por ese concepto la cantidad de 1,130,000 soles! (Basadre 1968-70, V: 361). Además, en el conflicto, Perú perdió la fragata Amazonas que varó en un banco de arena cerca de la isla de Abtao.

Prado huye a Chile y recibe el pago por sus servicios al país del sur

En 1867, el dictador Mariano Ignacio Prado debió enfrentar la sublevación de Pedro Diez Canseco en Arequipa. En lo que podría considerarse un anuncio de los fracasos que le aguardaban en la guerra con Chile, Prado fue derrotado militarmente por el rebelde Diez Canseco. A lo largo de ochenta días, entre el 16 de octubre de 1867 –fecha en que Prado llegó a Islay– y hasta el 5 de enero de 1868 –en que se retiró al Callao– el autotitulado “héroe del 2 de mayo” bombardeó e intentó tomar por asalto Arequipa en dos ocasiones, siendo rechazado en ambas oportunidades.

Como consecuencia del fiasco militar en Arequipa y el consiguiente éxito de la sublevación de Pedro Diez Canseco, Mariano Ignacio Prado dimitió el 5 de enero de 1868. Cinco días después se embarcó con rumbo a Chile. Llegó a Santiago ostentando el grado (y el sueldo) de general de división del ejército chileno. Residió en el país del sur cinco años, en los que estuvo dedicado a explotar las minas de carbón de piedra Quilachanquín, cerca de Carampangue (Figueroa 1900, 183) y Maquehua (McInnes 1913, II-588).




Presupuesto chileno para el año 1870, en el que se consigna la partida de 3,400 pesos como sueldo de Mariano Ignacio Prado por sus servicios como general de división, en cuartel, del ejército de Chile.

El pago de 3,400 pesos entregado a Mariano Ignacio Prado en 1870 es sólo uno de los desembolsos que recibió del gobierno de Chile, país en el cual permaneció entre enero de 1868 y 1873. Dicha remuneración aparece incluida en el  Presupuesto del Ministerio de Guerra de Chile para el año 1870, Sección de Ejército, Gastos Fijos y Permanentes, Partida 2a., Plana Mayor General, Ítem 3, página 34.

Durante la Guerra del Salitre, Mariano Ignacio Prado mantuvo comunicación con su concuñado y asociado de negocios, el chileno Carlos von der Heyde. Sus cartas eran seguidas por el gobierno chileno, como lo prueba el informe del 19 de abril de 1879 envíado por el Intendente de Valparaíso, Eulogio Altamirano, al ministro Antonio Varas (Varas 1918, 33).

Las “inversiones” de Mariano Ignacio Prado en Chile

A partir de enero de 1868, Prado recibiría el pago de Chile por sus servicios como agente de los intereses chilenos. Además del nombramiento de general de división del ejército chileno, Prado  recibió en arriendo perpetuo, a renta rebajada, la hacienda Maquehua, dedicándose a la explotación de la mina de carbón de piedra allí existente. Inicialmente, sólo pagó cincuenta centavos por tonelada de carbón extraída. Maquehua era propiedad de Guillermo Gibson Délano, concuñado y deudor del político chileno Agustín Edwards Ossandón. Tras el fallecimiento del dueño, Mariano Ignacio compró Maquehua a los herederos de Gibson. Pagó la hacienda a un ostensible precio subvaluado. Sin duda, los favores de renta y precio conferidos a Prado por Gibson contribuyeron a amortizar la deuda que éste tenía con Agustín Edwards.

El 29 de mayo de 1872, en Valparaíso, Mariano Ignacio Prado y su concuñado, el chileno Carlos von der Heyde, entre otros capitalistas, formaron la Sociedad de Minas de Carbón de Carampangue para explotar Maquehua y Quilachanquín (Ortega Martínez 2005, 240-243). El 3 de diciembre de 1872 la empresa recibió permiso para construir un ferrocarril de trocha angosta entre Maquehua y Laraquete. En 1873, la Sociedad fue autorizada a extender la vía férrea hasta Colico. Los ferrocarriles construidos por Prado fueron los primeros en Arauco (Pizarro Soto 1991, 166).

A la propiedad de la anterior empresa, Prado añadió su participación en el accionariado de la Compañía de Minas de Carbón de Arauco a través de Carlos von der Heyde y Compañía, empresa de su concuñado formada el 12 de diciembre de 1872, también en Valparaíso. En junio de 1876, Prado contrató con los dueños de Quilachanquín la extracción de todo el carbón de piedra que pudiera encontrarse en este fundo a cambio  de pagar una regalía de veinticinco centavos por tonelada. Prado inició la explotación en 1877, la paralizó en 1879 por la guerra y reanudó sus trabajos en 1883 después del Tratado de Ancón (Sociedad Carbonífera del Carampangue 1906, 4).

Prado reconoció poseer inversiones en las minas citadas en la entrevista que sostuvo con Joaquín Godoy Cruz –el embajador chileno en el Perú– el 20 de marzo de 1879. En el rancho que tenía en Chorrillos, Prado le recordó al ministro del país del sur que “su fortuna estaba invertida en una empresa dedicada a la explotación del carbón” y que él deseaba la paz no sólo como muestra de gratitud hacia el país que lo había acogido con amabilidad durante su exilio sino, inclusive, por su propio interés personal (Bulnes 1920, 152). En 1888 Prado vendió el negocio a la Compañía de Minas de Arauco por la suma de un millón setecientos cincuenta mil pesos de treinta peniques (cerca de 45 millones de dólares del día de hoy), sin duda una cifra abultada para quien sólo pagaba regalías por el carbón extraído de la propiedad de otros capitalistas (Sociedad Carbonífera del Carampangue 1906, 4-5).

Los rendimientos de las inversiones de Prado pueden entenderse como la recompensa por prestarse a promover los objetivos de la política exterior chilena. Su interposición con el fin de  colocar a la escuadra peruana al servicio de Chile, en las difíciles circunstancias por las que atravesaba el país del sur, permitieron a esta ingrata nación enfrentar exitosamente a España. En tanto que el Perú perdió la fragata Amazonas en el conflicto, la nación del Mapocho recibió de la nación del Rímac la suma de 1,130,000 soles (23 millones de dólares de hoy) en concepto de contribución del Perú para defender a Chile. Los únicos desembolsos que debió efectuar el país del sur para obtener estos resultados fueron financiar la revuelta de Mariano Ignacio Prado, en septiembre de 1865, nombrarlo general de división y entregarle la explotación de minas de carbón de piedra en la región de Arauco.


Informes de la Sociedad Carbonífera del Carampangue dan cuenta que el desertor y traidor al Perú Mariano Ignacio Prado recibió en 1888 la suma de un millón setecientos cincuenta mil pesos de treinta peniques por sus negocios de extracción de carbón de piedra de Quilachanquín (Sociedad Carbonífera del Carampangue 1906, 4-5).

Mariano Ignacio Prado financiado por Agustín Edwards Ossandón, el mayor capitalista de la historia republicana de Chile


En la composición fotográfica superior aparece, a la izquierda, Agustín Edwards Ossandón (1815-1878), el hombre más acaudalado de toda la historia republicana de Chile, prestamista fundador del Banco de A. Edwards y Cía., accionista de la tristemente célebre Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta –que provocó la Guerra del Salitre−, empresario y exportador minero y capitalista de empresas ferrocarrileras, de vapores y de seguros. También fue diputado y falleció siendo senador por Valparaíso. A la derecha se encuentra Mariano Ignacio Prado, el cobarde, traidor y ladrón presidente del Perú, que fugó del país en diciembre de 1879, abandonando a nuestra nación en plena guerra con Chile y, por supuesto, levantando con todo lo que pudo levantar.

La información sobre el financiamiento de Edwards a Mariano Ignacio Prado se encuentra contenida en la investigación La fortuna de Agustín Edwards Ossandón: 1815-1878 publicada por el historiador chileno Ricardo Nazer Ahumada en la Revista Historia de la Universidad Católica de ese país. Los datos están basados en el Inventario de bienes del finado señor Agustín Edwards Ossandón en 1880, que se conserva en el Archivo Judicial de Valparaíso ubicado en el Archivo Nacional de Santiago de Chile.

El general de división chileno Mariano Ignacio Prado Prado aparece en la lista de empresas e individuos de confianza de Edwards Ossandón a quien éste había prestado dinero sin necesidad de firmar pagarés, escrituras públicas de obligación, ni garantías por los capitales recibidos.

Para que pueda apreciarse la relación especial existente entre Edwards y Prado, debe anotarse que la deuda de éste último jamás fue enviada a cobranza judicial ni tampoco fue considerada de difícil recuperación. En orden de magnitud, Mariano Ignacio Prado es el tercer deudor de Edwards Ossandón, a quien adeudaba el 30 de septiembre de 1880, en plena guerra de Chile contra el Perú, la suma de 158,788 pesos chilenos con 95 centavos. Aplicando la metodología de valorización de Nazer, Prado debía a Edwards el equivalente de 22 millones de dólares del día de hoy.  

Como afirma el historiador Nazer Ahumada, “sorprende la presencia del empresario y político peruano Mariano Ignacio Prado” en la lista de deudores (Nazer, 382). Nótese que Edwards Ossandón sólo había prestado más dinero a su hijo, Agustín R. Edwards Ross y a la empresa de su cuñado −y uno de los manejadores de Prado en Chile− Guillermo G. Délano y Cía.

Tratando de encontrar una respuesta al inusitado apoyo financiero de Edwards a Prado, debe recordarse que el capitalista chileno era dueño de inversiones mineras y en la industria del salitre ubicada en el litoral boliviano. Por lo tanto, veía a Prado −que se disponía a regresar al Perú y ser candidato a la presidencia en las elecciones generales de 1876−  como el instrumento que le permitiría expandir su presencia empresarial en el departamento salitrero peruano de Tarapacá.

Así es mis estimados lectores. Entre 1879 y 1884, mientras Grau, Bolognesi, Alfonso Ugarte, Leoncio Prado y miles de valientes entregaban la vida defendiendo al Perú, el cobarde, traidor y ladrón Mariano Ignacio Prado seguía atendiendo desde Estados Unidos y Europa sus negocios con la oligarquía y plutocracia chilenas representadas por los sucesores del finado Agustín Edwards Ossandón.


Desde los años del golpe de estado contra Pezet, Mariano Ignacio Prado se constituyó en asolapado instrumento político y económico de la oligarquía chilena. Cuando vivió en el país del sur, a partir de 1868, se acentuó su dependencia del chileno Agustín Edwards Ossandón, a quien debía el 30 de septiembre de 1880 la suma de 158,788 pesos chilenos con 95 centavos, como se aprecia en el cuadro anterior.

El negociado en la compra de los monitores Manco Capac y Atahualpa

Aduciendo que Perú aún se encontraba en guerra con España y que el país necesitaba reforzar su escuadra, Prado contrató apuradamente la compra de los monitores fluviales Oneoto y Catawba. La adquisición fue concertada con la firma estadounidense de Alexander Swift y Co. El trato fue suscrito en Lima, el 4 de octubre de 1867, cuando a Prado sólo le faltaban ocho días para dejar de ser presidente de la república.

Ambas naves habían sido construidas para monitorear las aguas del río Mississippi –no para la navegación marítima– y habían sido dadas de baja a la finalización de la Guerra Civil de los Estados Unidos. Incorporadas en la marina peruana, la primera tomaría el nombre de Manco Capac, en tanto que la segunda sería bautizada como Atahualpa.

Desde su gestación, la compra de los monitores fue una operación fraudulenta. El 4 de octubre de 1867, fecha del contrato, el propietario legal de las embarcaciones era el Gobierno de los Estados Unidos y no la firma vendedora Swift y Co. Sin constatar si el propietario de las naves era quien decía serlo, y más interesado en formalizar la operación rápidamente, Prado hizo venir a Lima a Gustavus Ricker, representante de la firma Alexander Swift y Co., y ordenó firmar en la capital peruana el contrato de adquisición al ministro de Guerra y Marina Mariano Pío Cornejo.

En transacción sobrevaluada, el Perú pagó por los blindados la suma de dos millones de pesos (Basadre 1968-70, VI: 61). Dicha cantidad fue bastante mayor que la suma de 1,242,850 dólares, costo original de ambas naves (Congreso de Estados Unidos 1869, 9, 29). Más aún, el 18 de febrero de 1868 la Comisión de la Marina de los Estados Unidos encargada de la tasación de ambos monitores los avaluó en 755,000 dólares (Congreso de Estados Unidos 1869, 9, 29). El negociado dejó a la firma vendedora una ganancia estimada en más de un millón doscientos mil dólares.

Las anteriores irregularidades no fueron las únicas detectadas en el proceso de adquisición. Señalaremos además que el contrato firmado por el gobierno de Prado con Alexander Swift y Co. no fijó fecha de entrega de las naves al Perú (Congreso de Estados Unidos 1869, 189). A pesar que en febrero de 1868 los monitores habían sido íntegramente pagados, en esa misma fecha el Gobierno de los Estados Unidos seguía siendo dueño legal de ambos. Alexander Swift and Co. ni siquiera los tenía en su poder.

Conservadoramente, se estima que Prado percibió como cohecho por esta operación entre el 10% y el 20% del importe total de la misma, es decir 200,000 y 400,000 dólares (entre 4.5 y 9 millones de dólares del día de hoy). El propio Gustavus Ricker reconoció haber tenido que efectuar entregas irregulares a los gobernantes peruanos. Interrogado por la comisión investigadora del Congreso de los EE.UU., Ricker contestó textualmente: “Nosotros tuvimos que pagar algo en el extranjero [es decir, en el Perú]” (Congreso de Estados Unidos 1869, 248).

La adquisición de los monitores Manco Capac y Atahualpa también posibilitó el primer negociado de Prado con William R. Grace, que en ese año aún operaba bajo la razón social de Bryce, Grace, and Co. José Antonio García y García, futuro presidente del Senado y ministro de Relaciones Exteriores, fue nombrado enviado extraordinario para finalizar el irregular trato de los monitores. García y García viajó a los Estados Unidos y encargó directamente a Grace el reclutamiento de las tripulaciones, la compra de provisiones y municiones, la adquisición y reacondicionamiento de vapores auxiliares y el reclutamiento de personal y provisión de suministros para dichos vapores (James 1993, 55).

En cuanto a las naves adquiridas a tan elevado precio, éstas no cumplieron funciones como monitores en razón a que no fueron diseñadas para operaciones en el mar. Durante la guerra con Chile, el Manco Capac fue usado como batería flotante en la defensa de Arica, por lo que tuvo que ser remolcado hasta dicho puerto. El Atahualpa permaneció anclado en el Callao: no podía navegar por el deterioro de sus calderas. Ambos monitores de río fueron hundidos por sus propias tripulaciones para evitar que cayeran en manos enemigas. Como escribió Basadre (1968-70, VI: 62), “no se llega a comprender cuáles fueron los beneficios aportados al país con la adquisición del Manco Capac y el Atahualpa”. Quien sí entendió el negocio, y bastante bien, fue don Mariano Ignacio Prado.

El negociado del contrato Raphael

El 11 de marzo de 1876, cuatro meses antes de asumir el mando, Mariano Ignacio Prado obtuvo del presidente saliente Manuel Pardo su nombramiento como embajador extraordinario y ministro plenipotenciario del Perú en el Reino Unido. El decreto también incluyó la designación de Prado como comisionado especial financiero en Europa. Sin lugar a dudas, el extraño pedido del presidente electo obedeció a las conversaciones que había sostenido con el negociante Alexander de Laski, enviado de manera secreta a Lima por la firma Raphael y Sons para negociar un nuevo contrato de venta de un millón novecientas mil toneladas de guano. Sin embargo, era vox populi en la capital que los verdaderos beneficiarios de la operación serían Carlos González Candamo y Arturo Heeren, exconsignatarios del guano en Londres.

Según refiere el historiador Vicuña Mackenna, la primera acción del grupo representado por Laski “fue levantarse en peso al presidente electo y llevárselo a Londres donde tuviéronle más o menos un mes encerrado… hasta que firmase un arreglo diverso del que había firmado ya el agente Riva-Agüero” (Vicuña Mackenna 1880, 349). Una vez suscrito el convenio, los beneficiarios de la adjudicación conformaron The Peruvian Guano Company Limited, un nuevo nombre para la antigua compañía beneficiaria de la consignación del guano en Gran Bretaña (Vicuña Mackenna 1880, 351).

Como era de suponer, la presencia de Prado en Londres aseguró la viabilidad del contrato Raphael. La suscripción tuvo lugar el 7 de junio de 1876. El convenio estableció que a cambio del guano, Perú recibiría un total de 700 mil libras. Dicho importe sería pagado en partes, mensualmente, por la Peruvian Guano Company. Por su parte, los antiguos consignatarios González Candamo y Heeren aseguraron la obtención de dos y medio por ciento de comisión por las ventas de guano, cinco por ciento por los adelantos hechos al gobierno, la tasa de tres libras y diez chelines en concepto de flete por cada tonelada de guano de Perú a Europa, y diez chelines por el costo de embarque. Como observó Vicuña Mackenna, en estos dos últimos casos las sumas pactadas “eran respecto del costo efectivo tres o cuatro veces superiores al importe verdadero” (Vicuña Mackenna 1880, 350). Sin duda, la sobrevaluación era la modalidad favorita de operación de Mariano Ignacio…

El contrato fue aprobado por el Congreso el 3 de febrero de 1877, fecha en la que Prado –el encargado de tratar con los intereses representados por la Peruvian Guano– ejercía la presidencia de la república. En la práctica, el negociado fue legalizado por la misma persona que lo organizó.

Existían mejores alternativas para el Perú que las ofrecidas por el contrato firmado por Prado. Puede señalarse las propuestas de la Societé Generale de París –que se comprometía a entregar 950 mil libras esterlinas por una sola vez– y la del Banco de París y de los Países Bajos (Basadre 1984, 359). Por ello, no resulta arriesgado inferir que para aceptar una propuesta por lo menos 250 mil libras menos ventajosa que la de sus competidores, la Peruvian Guano Company debió haber entregado algún tipo de incentivo pecuniario a Prado. Hasta el propio Jorge Basadre –siempre tan cauto en sus apreciaciones sobre los manejos económicos de don Mariano Ignacio– afirmó en su obra magna que “el asunto [del contrato Raphael] necesita detenido estudio. También requiere cuidadoso examen la propuesta hecha entonces por la Sociedad General de París” (Basadre 1968-70, VII: 29).

Sin duda, con la designación de embajador en Londres, Prado logró asegurar la recepción de los benéficos efectos personales provenientes de la suscripción del nuevo contrato de venta de guano con los antiguos consignatarios organizados en la Peruvian Guano Company Limited.

Los sobornos pagados por Henry Meiggs


La historia recuerda a Henry Meiggs como el aventurero estadounidense que se dedicó a firmar contratos con el gobierno del Perú para construir ferrocarriles con el financiamiento generado por la extracción del guano. Se estima que el monto de los contratos que el Estado firmó con Meiggs para el tendido de vías férreas ascendió a ciento sesenta millones de soles (más de 3,200 millones de dólares del día de hoy). Las principales vías férreas construidas fueron la de Arequipa a Mollendo, inaugurada en 1871, y el ferrocarril del Callao a La Oroya, del que se avanzó 140 de los 224 kilómetros originalmente planeados.

Conocido en los salones de las casas acomodadas de Lima como Don Enrique, Henry Meiggs fue uno de los principales medios que Prado y sus amigos íntimos usaron para enriquecerse. Las prácticas de soborno a que acudió Meiggs para viabilizar los negocios que se proponía realizar con el gobierno del Perú se encuentran ampliamente documentadas. Como escribe Watt Stewart, su principal biógrafo, “no puede dudarse que Henry Meiggs recurriese al soborno para obtener sus fines. A través de ese medio manejó a los hombres que manejaban el Perú” (Stewart 1968, 47). Según Márquez (1888, 66), Don Enrique repartió sobornos por un valor mayor a diez millones de soles (más de 205 millones de dólares del día de hoy).

Con este dinero, Meiggs compró el patrocinio de sucesivos presidentes, amigos presidenciales, ministros, congresistas, jueces y dueños de periódicos. El propio Don Enrique describió el peculiar procedimiento que desarrolló para concertar en su favor las voluntades políticas en el Perú. En conversación con William Clarke, comisionado especial del Comité Internacional de Tenedores de la Deuda y autor del informe Peru and Its Creditors, Meiggs confesó que la única manera de tratar con los sucesivos gobiernos peruanos era dejar que cada uno de ellos fijase libremente su precio. “A continuación, [Meiggs] añadía al precio del contrato las sumas exigidas por el presidente y sus amigos” (Clarke 1877, 118). Los valores agregados por Meiggs constituían un verdadero markup de la corrupción. Fueron un componente obligatorio al calcularse los costos finales de sus proyectos ferroviarios.

En 1877, el presidente Prado participó en dos negociados con Meiggs. El primero se viabilizó en el contrato entre el gobierno y Don Enrique, firmado el 3 de febrero de ese año, bajo cuya protección éste último –a través de la Compañía de Obras Públicas y Fomento del Perú– emitió sin respaldo metálico billetes circulares por valor de 1,030,000 soles, a los que pronto se conoció como billetes de Meiggs.

Rechazados estos billetes por los bancos de Lima, la crisis de confianza desatada llevó a la realización del segundo negociado entre Prado y Meiggs. La operación fue formalizada el 17 de agosto de 1877. Consistió en la dación de un decreto presidencial otorgando el sello fiscal a la emisión original de billetes efectuada por Meiggs (1,030,000 soles) y autorizando la impresión adicional de 4,303,333 soles, lo que elevó la magnitud potencial de circulación de estos instrumentos hasta el monto de 5,333,333 soles. El artículo séptimo del mencionado instrumento legal estableció que el gobierno peruano garantizaba la operación, haciéndose responsable del pago del total de los billetes emitidos por Meiggs (Stewart 1968, 325).

Se estima que por conferir el respaldo gubernamental a los billetes de Meiggs, Mariano Ignacio Prado y sus amigos cobraron la suma de quinientos mil soles (más de diez millones de dólares del día de hoy). La información sobre el soborno a Prado fue incluida en la carta del 12 de agosto de 1877 dirigida por Charles H. Watson, gerente de negocios de Don Enrique, a John G. Meiggs, su antecesor en el cargo. El cohecho también recibió la atención de Michael P. Grace, quien lo describió el 13 de septiembre de 1877 en carta dirigida a su hermano William. R. Grace. Como escribió James, biógrafo de este último, “quinientos mil soles en las manos adecuadas produjeron un decreto gubernamental legalizando [los billetes de Meiggs] hasta el límite de 5,333,333 soles” (James 1993, 122, 338). Obviamente, las manos apropiadas fueron las finas y bien cuidadas del presidente Mariano Ignacio Prado quien, como se sabe, gustaba no sólo de escribir proclamas patrióticas sino también se enorgullecía de redactar sus propios decretos supremos.

La legalización de sus billetes fue el último business para cuya realización Meiggs debió comprar a un presidente peruano. Mes y medio después de la transacción, Don Enrique murió en la ciudad de Lima. Previamente, el 18 de agosto de 1877, el sobornador más grande en la historia del Perú dirigió una carta personal a Mariano Ignacio en la que calificó la concesión del respaldo gubernamental a sus billetes como “una de las páginas más brillantes” de la administración Prado (Stewart 1968, 326).

Los billetes de Meiggs, en denominaciones de uno y cinco soles, con la firma de Don Enrique. Fueron emitidos sin respaldo metálico. Para aplicarles el sello de la garantía fiscal, Prado y sus amigos recibieron un soborno equivalente a más de diez millones de dólares del día de hoy.


José María Químper, hombre de confianza de Prado, principal receptor de sobornos de Meiggs

De acuerdo con Ernst Wilhelm Middendorf, quien fuera médico personal de Meiggs, éste mantenía un registro pormenorizado con las iniciales de los nombres de los políticos a los que había sobornado y las cantidades entregadas a cada uno de ellos. Según el facultativo alemán, “el doctor JMQ” fue el político que recibió la mayor cantidad de sobornos de Meiggs: 1,145,000 soles de la época ó 23.5 millones de dólares del día de hoy (Middendorf 1894, 229).

Si bien el médico germano no fue explícito, las iniciales JMQ pertenecen al abogado José María Químper, hombre de confianza de Mariano Ignacio. Debe recordarse que en febrero de 1865, Químper fue de los primeros en unirse al levantamiento de Prado, ocurrido en la ciudad de Arequipa. En noviembre de ese año, Químper fue nombrado ministro de gobierno de la dictadura de Prado. Catorce años después, en julio y noviembre de 1879, el abogado Químper se desempeñó como ministro de Hacienda del último régimen pradista.

Debe hacerse notar que los sobornos recibidos por Químper no fueron a dar únicamente al bolsillo del corrupto abogado. Parte importante de los cohechos pagados por Meiggs sirvió para sobornar a Prado, en tanto que menores cantidades fueron entregadas a congresistas de la república.

El abogado JMQ, José María Químper, uno de los principales secuaces de Mariano Ignacio Prado y el más importante receptor de coimas entregadas por Henry Meiggs.

El negociado de la compra de carne para las fuerzas peruanas en el sur

Antes de declararse Director Supremo de la Guerra y trasladar su residencia de Lima a Arica, Mariano Ignacio Prado no podía perder la oportunidad de realizar algunos negocios. Esta vez se trató de la compra de provisiones para las fuerzas peruanas que operaban en el sur del país. Como escribió Mariano Felipe Paz Soldán, Prado “aglomeró grandes cantidades de víveres en Iquique, Pisagua y Arica; contrató la provisión de carne con empresarios que traían el ganado desde la República Argentina” (Paz Soldán 1884, 292).

En varias de estas transacciones, el gobierno pagó sobreprecios, justificando dicha política en las dificultades impuestas por la guerra, la geografía y el clima de la zona. El coronel Belisario Suárez, tras la batalla de San Francisco, fue quien puso al descubierto, sin proponérselo, las prácticas de sobrevaluación adquisitiva de Prado. En parte dirigido a la superioridad el 23 de noviembre de 1879, Belisario Suárez denunció: “La marcha estaba mandada, y se emprendió sin recurso alguno, porque aún cuando el gobierno tiene celebrado con los señores Puch, Gómez y Cía. un contrato de provisión de carne, en el cual se ha pasado sobre lo excesivo del precio en cambio de la seguridad del suministro, se ha visto del todo burlada esa provisión en el momento en que debió lograrse el fruto de ese sacrificio aceptado sólo a tal precio; y la provisión que fue regular mientras la resistencia en los pueblos la hizo innecesaria, se suspendió en los días mismos que debimos confiar en esa seguridad que creíamos deber a la no pequeña retribución del fisco” (Vargas 1979, 533). En su obra magna, Basadre recogió la queja del coronel peruano contra la referida empresa, con sede en Argentina (Basadre 1968-70, VIII: 127).

A pesar de haber pagado el Perú –por acción de Prado– un sospechoso sobreprecio por los víveres, ni carne, ni provisiones en cantidad suficiente caracterizaron la logística del ejército peruano del sur. En el crítico mes de noviembre de 1879, las fuerzas peruanas se encontraban faltas de víveres (Caivano 1904, 337) y al borde de la inanición (Markham 1882, 152). Puede señalarse dos ocasiones en las que se hizo notar la ausencia de las provisiones de carne. En la primera, Paz Soldán relata que en la marcha de las tropas peruanas a San Francisco, el 18 de noviembre de 1879, la ración ascendió a “cuatro onzas de charqui y una muy escasa cantidad de agua por cabeza” (Paz Soldán 1884, 319). La segunda se observó en la retirada de las fuerzas peruanas de Tarapacá, que en su larga y penosa marcha hacia Arica encontraron en “la carne de los fatigados caballos o borricos… un manjar exquisito. En Jaiña, a veinticinco leguas de Tarapacá, recibieron los primeros y únicos auxilios que el General Prado envió de Arica antes de retirarse a Lima. El charqui, galleta y arroz fueron para jefes, oficiales y tropa como exquisitas viandas en día de gran convite” (Paz Soldán 1884, 360).

Durante el gobierno de Leguía, a través de la ley 4075 del primero de mayo de 1920, la empresa a la que Prado pagó sobreprecio por la carne que no llegó cuando era necesaria, Puch, Gómez y Cía., fue reconocida en su reclamo de 164,450 libras “por la provisión de suministros al Ejército Peruano durante la guerra del Pacífico”. Los congresistas favorecieron con esa ley a la empresa argentina que dejó sin abastecimiento de carne al ejército peruano en noviembre de 1879. Obviamente, no leyeron –o no prestaron atención– al parte de 1879 en el que el coronel Belisario Suárez puso en evidencia la política de sobrevaluación en las compras de carne ejecutadas por Mariano Ignacio Prado.

Los negociados con William R. Grace and Co. y Grace Brothers and Co.

Otra de las fuentes fundamentales de enriquecimiento de Mariano Ignacio Prado estuvo constituida por los negociados que realizó con las firmas William R. Grace and Co. y Grace Brothers and Co. Prado mantuvo una “amistad” de décadas con el contratista William R. Grace, con quien intercambió correspondencia sobre oportunidades de negocios a través del Estado Peruano. Puede citarse que en las cartas cursadas entre Prado y Grace, conservadas en los archivos de William R. Grace en Estados Unidos, los dos actores del drama peruano tratan sobre operaciones relacionadas con la consignación y venta de salitre. Estos negociados se formalizaron cuando Prado otorgó a Grace el monopolio por cuatro años del embarque de nitrato de sodio destinado a los mercados estadounidense y europeos. La distribución del salitre en los Estados Unidos quedó a cargo de W. R. Grace and Co. en tanto que de la distribución en Europa se responsabilizaron los socios de Grace, es decir la banca de inversión Baring Brothers (James 1993, 126).

En sus comunicaciones, Prado y Grace también discutieron alternativas de negocios personales. Por ejemplo, a mediados de la década de 1870, y sin perturbarse ninguna de las partes por el conflicto de intereses inherente, Grace compró una docena de caballos de pura sangre para Prado (de Secada 1985, 610). Inclusive, en el crítico año 1879 –en el que Chile declaró la guerra al Perú y en el que el presidente desertor huyó a los Estados Unidos– Grace Brothers and Company operó como banca financiadora de préstamos comerciales para Prado (Quiroz 2008, 172).
William R. Grace, enriquecido contratista proveedor de la Marina y el Ejército Peruanos. Entre el equipamiento que adquirió se incluyeron los torpedos Lay, las lanchas torpederas Herreshoff, rifles, municiones y hasta una costosa y no muy útil batería flotante avaluada en más de 43 millones de dólares del día de hoy (de Secada 1985, 612-613).

La guerra con Chile alteró en un doble sentido la relación entre ambos personajes. De un lado, tornó problemática la extracción del salitre de Tarapacá debido al control chileno del área; del otro brindó a Grace la oportunidad de dedicarse al lucrativo tráfico de armas. Éste se tornaba especialmente atrayente debido a que las transacciones se realizaban en secreto y eran pagadas en efectivo. Fue así como W. R. Grace y Co. se convirtió en la principal empresa proveedora de armamento del gobierno peruano. Con el tráfico de pertrechos, Grace reforzó su condición de agente oficial del gobierno peruano en Nueva York y San Francisco, nombramiento conferido por el presidente Prado en 1876 (de Secada 1985, 610-611).

Los principales negociados de Mariano Ignacio con William R. Grace y Co. se viabilizaron a través de las comisiones y utilidades provenientes del comercio de armamento en que la mencionada firma incurrió con el fin de atender las demandas de Prado. Se estima que entre mayo de 1879 y agosto de 1880, W. R. Grace adquirió armamento y material de guerra para el Perú por un importe mínimo de US$3,260,975 (más de setentidós millones de dólares del día de hoy). Este monto no incluye las comisiones percibidas por Grace. Ochentaicinco por ciento de las compras de pertrechos realizadas a través de Grace (US$2,769,575 de la época, es decir más de 61 millones de dólares del día de hoy) fueron ordenadas por Mariano Ignacio Prado (veáse la Tabla 2).

Cabe preguntarse cuál fue el importe de las comisiones de William R. Grace y Co. y cuál el cohecho recibido por Prado. Puede estimarse el monto teniendo en cuenta que en períodos de paz, Grace cobraba una comisión de 5% sobre los importes facturados al Gobierno (James 1993, 55). Sin embargo, entre mayo y diciembre de 1879, las compras fueron realizadas en plena guerra con Chile, estando vigente la legislación internacional que obligaba a las naciones neutrales a no vender armamento a países en guerra. Para eludir esta limitación, Grace debió efectuar diversas gestiones destinadas a encubrir y disimular los embarques y asegurar su llegada al Perú. Según estimados conservadores, no sería de extrañar que encontrando justificación en la existencia de estas dificultades, la comisión de Grace por tráfico de armamento haya ascendido a 15% ($415,000). De esta suma, dos terceras partes habrían sido apropiadas por Grace ($278,000), en tanto que una tercera parte ($137,000, ó tres millones de dólares del día de hoy) habría ido a parar a los bolsillos de Mariano Ignacio Prado.

Tabla 2. Compras de armamento ordenadas por Prado a través de W. R. Grace and Co.


El desfalco de los donativos para la guerra con Chile

El 7 de abril de 1879, Mariano Ignacio Prado redactó el decreto creando la Junta Central Administradora de Donativos para la guerra con Chile. La Junta quedó encargada de efectuar una colecta pública con la que se financiaría la compra de armamento y pertrechos. A noviembre de 1879, la recaudación por este concepto ascendió a más de seis millones de soles de la época, es decir 123 millones de dólares del día de hoy.

Cuando Prado fugó del país, el 16 de diciembre de 1879, alegó como excusa que sólo él podría adquirir en el extranjero las armas y material de guerra que el Perú necesitaba. Muchos peruanos sospecharon que al desertar, Prado llevó consigo parte de los donativos. Como describe Astiz, “de acuerdo con todas las evidencias disponibles, las armas nunca llegaron y el dinero con el cual iban a ser compradas nunca fue devuelto al Tesoro peruano. Prado tampoco volvió al país [hasta 1887]. La posibilidad que este dinero haya constituido una contribución importante a la riqueza de la familia Prado se menciona en el Perú muy a menudo, aunque no por escrito” (Astiz 1969, 39).

Frente a esta acusación, debe mencionarse que cuando Prado llegó a Nueva York, uno de los antiguos “amigos” que acudió a recibirlo fue William R. Grace. En cartas de éste fechadas el 26 de enero y 28 de febrero de 1880, dirigidas a Grace Brothers and Co. y al capitán de navío de la Armada Peruana Luis Germán Astete respectivamente, el magnate relató que Prado había llegado a Nueva York sin autoridad oficial y, lo que era peor, declaraba no contar con la cantidad de dinero necesaria para efectuar adquisiciones de material bélico en magnitud significativa. Textualmente, Grace escribió: “Al salir del Perú [Prado] no se llevó un gran fardo de dinero”. (James 1993, 135). Respecto de esta afirmación, sería necesario precisar que Prado no poseía un gran fardo de dinero para adquirir armamento, puesto que a él –personalmente– no le interesaba adquirir pertrechos de guerra. Sin embargo, sí poseía en sus cuentas personales los importantes caudales acumulados a lo largo de años gracias al poder político que detentó en el Perú.

Basadre calificó como infamante la versión del desfalco de Prado. Escribió el historiador peruano: “La versión de que Prado se llevó consigo el dinero destinado a la compra de nuevos barcos es calumniosa. Como se ha narrado ya, dichos fondos los llevó a Europa Julio Pflucker y Rico. Hacía tiempo que funcionaba en el Perú el sistema de los bancos y las traslaciones de fondos en gran cantidad del país al exterior o viceversa hacíanse por cheques y no por la movilización de los billetes o monedas en el equipaje de los viajeros” (Basadre 1968-70, VIII: 180). De esta manera, Basadre participó de la opinión que, al fugar del Perú, Prado sólo recibió del Estado Peruano la cantidad de tres mil libras esterlinas. Dicho dinero le fue entregado para su viaje por el “doctor JMQ” de los sobornos de Meiggs, es decir su ministro de Hacienda José María Químper.

Está todavía por escribirse la historia de la apropiación de los fondos donados para la guerra con Chile. Ella hubiera requerido recoger las versiones sobre el desfalco provenientes del capitán de fragata José Gálvez Moreno, el cónsul de El Salvador en Lima, Jorge Tezanos Pinto y el militar Celso Zuleta que acompañaron a Prado en su fuga, en calidad de ayudantes o edecanes.

Al margen de cuál sea la verdad en lo referente al desfalco parcial de los donativos para la compra de armamento, queda claro que durante los ocho años que permaneció en el extranjero, Prado tuvo acceso a cuantiosos recursos a los que apeló para llevar una vida bastante holgada. Así lo demuestran sus estadías en Nueva York y París, el inmueble de su propiedad en esta última ciudad, y la posibilidad de llevar una vida a cuerpo de rey sin necesidad de trabajar. Los dineros que financiaron a Prado entre 1879 y 1887 fueron provistos con largueza por los negociados descritos en las secciones precedentes.

Obras citadas

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© César Vásquez Bazán, 2010, 2012
Todos los derechos reservados
Septiembre 9, 2010
Octubre 14, 2012
Escribe: César Vásquez Bazán
Pontificia Universidad Católica del Perú
Certificado de Estudios de Alan García Pérez en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas
El documento muestra las materias y calificativos obtenidos por Alan García Pérez en el primer y segundo años de estudios de Letras, cursados en 1965 y 1966.

García Pérez en la Universidad Católica (1965-1969)

De acuerdo con los certificados de estudios que se acompañan, Alan García Pérez estudió en la Universidad Católica de Lima entre los años 1965 y 1969. En 1965 y 1966 cursó el primer y segundo año de Letras y en 1967, 1968 y 1969 estudió los tres primeros años de Derecho. Estos son todos los estudios que pueden considerarse completados legalmente por García a lo largo de su vida: dos años de Letras y tres años de Derecho en la Universidad Católica de Lima entre 1965 y 1969.

Sorprenderá a algunos lectores los bajos calificativos de García, en especial los dos primeros años cursados en la Facultad de Letras. La realidad de estas notas está relacionada con el escaso interés por estudiar demostrado por García desde sus épocas de alumno en el Colegio Eguren. El artículo Alan García Pérez: No una sino dos veces, publicado en el diario La República el 11 de marzo de 2006, recogió esa característica: En el colegio Eguren... lo recuerdan como un muchacho muy inteligente que no necesitaba estudiar para sacarse buenas notas. A decir de sus compañeros en el Eguren, García no llevaba maletín al colegio. Solo portaba un cuaderno en el cinto del pantalón. Tampoco escribía dictados. Nada más se concentraba en la clase y hacía eventuales apuntes. Y cuando había un tema que realmente le interesaba, se sentaba atrás, en los pupitres vacíos, donde podía concentrarse mejor. Evidentemente, García en la Universidad Católica quiso seguir obteniendo buenas notas sin estudiar, pero el método del Eguren no funcionó.

Al terminar el tercer año de Derecho Alan García terminó de aceptar que no le interesaba estudiar en la Universidad ni seguir la carrera de Derecho. Lo suyo era la bohemia, tocar la guitarra y cantar. Pensó hacer su carrera musical en Europa por lo que a Madrid se fue en 1971.

Pontificia Universidad Católica del Perú
Certificado de Estudios de Alan García Pérez en la Facultad de Derecho
El documento muestra las materias y calificativos obtenidos por Alan García Pérez en el primer y segundo años de estudios de Derecho, cursados en 1967 y 1968.

Pontificia Universidad Católica del Perú
Certificado de Estudios de Alan García Pérez en la Facultad de Derecho
El documento muestra las materias y calificativos obtenidos por Alan García Pérez en el tercer año de estudios de Derecho, cursado en 1969.

El artículo Alan García Pérez: No una sino dos veces, publicado en el diario La República el 11 de marzo de 2006 describe la escasa inclinación al estudio demostrada por García en el Colegio Eguren de Barranco.

García Pérez en la Universidad de San Marcos

Alan García afirma haber estudiado en la Universidad de San Marcos y haber obtenido el bachillerato en Derecho en 1971 y el título profesional de abogado en 1972. De ser esto cierto, el traslado de la Universidad Católica a San Marcos debe haberse producido después de 1969 porque hasta esa fecha García fue alumno de la Católica. Aparentemente, García se habría trasladado a San Marcos en 1970¿Cómo efectuó ese traslado externo de una universidad particular o privada (PUCP) a una universidad pública (UNMSM) en 1970? ¿Era posible legalmente realizar ese traslado externo? ¿Cumplió con todos los requisitos legales de admisión a la UNMSM?

En un tweet fechado el 22 de julio de 2014, García Pérez informó que era abogado titulado desde 1972.

Entre 1970 y 1971 habría cursado el cuarto y quinto años de Derecho, según se deduce del documento que García llama su tesis de bachillerato, texto fechado en 1971. ¿Qué malabares hizo García para estudiar cuarto año de Derecho en 1970 y luego quinto año de Derecho en 1971 y, en añadido, preparar la tesis en 1971, años durante los cuales San Marcos sufría tomas de locales, huelgas, paros y recesos, mañana, tarde y noche, que interrumpían constantemente las actividades académicas? ¿Cómo estudió García Derecho en San Marcos en 1971 cuando a él lo único que le interesaba ese año era irse al Viejo Continente a vivir la vida loca, bajo la apariencia de estudiar en Madrid o París? ¿Cómo pudo García asistir a clases en San Marcos cuando viajó a Europa a mediados de 1971 y, por lo tanto, era imposible que pudiese estar presente en las clases aún así lo hubiera querido? ¿Hizo quizá el quinto año de Derecho por correspondencia? 

Por lo anteriormente expuesto, existen muy serias dudas que García haya estudiado y aprobado en San Marcos las materias de los dos últimos años de Derecho. Los militantes apristas que ingresamos a San Marcos en 1969 y estudiamos en la primera mitad de la década de los setenta entre los que me incluyo no recordamos haber visto a García en la Universidad ni alternado con él. Si sus compañeros de clase pudieran acordarse de García probablemente indicarían que era un turista, denominación usada en la universidad para aquellos que no asistían a clases. Alan no asistía a clases, no entregaba trabajos, ni se presentaba a exámenes, sean éstos parciales o finales. Así lo reafirmó el doctor Jorge Rendón Vásquez, quien fuera profesor de García en los cursos de Derecho del Trabajo Individual y Colectivo y Derecho de la Seguridad Social. En el artículo Alan García: ¿otro doctor bamba? publicado por el Diario Uno de Lima el miércoles 16 de julio de 2014, Rendón explicó: Casi nunca asistió a mis clases y no dio los exámenes parciales ni el final, lo que hice constar en las actas. Años después me enteré que García Pérez tenía nota en mis cursos. Averigüé. Se había hecho tomar indebidamente los exámenes con un profesor de simpatías apristas que dictaba en las mañanas. ¿Dio, en realidad, los exámenes? Ese profesor ha fallecido hace muchos años.

El incidente relatado por Rendón es una muestra del fraude cometido por García en San Marcos, ilegalidad que fue permitida y facilitada por algunas autoridades, profesores y empleados, probablemente simpatizantes apristas, en el Programa Académico de Derecho de la UNMSM entre 1971 y 1972. Luis Bramont Arias fue el Director del Programa Académico de Derecho en esos años. Tras reprobar los cursos de Derecho del Trabajo Individual y Colectivo Derecho de la Seguridad Social con su profesor Rendón Vásquez, y seguramente otros cursos con otros profesores, García obtuvo ilegalmente, meses después, calificativos aprobatorios firmados por otros catedráticos, esta vez de filiación aprista, según narró Rendón Vásquez en su artículo.

Perú. com se refirió al artículo Alan García: ¿otro doctor bamba? escrito por el doctor Jorge Rendón Vásquez, catedrático sanmarquino y profesor de García


Artículo de Jorge Rendón Vásquez, catedrático sanmarquino y profesor de García, titulado Alan García: ¿otro doctor bamba? publicado por el Diario Uno el miércoles 16 de julio de 2014

Legajo de García desaparecido en San Marcos

El doctor Rendón Vásquez también recuerda que el legajo personal de García Pérez desapareció sospechosamente de San Marcos en 1985. Esa mención la efectúa Rendón al discutir el supuesto bachillerato en Derecho obtenido por García en San Marcos. Rendón escribió al respecto: ¿Se recibió Alan García de abogado? En ese tiempo era obligatoria la tesis de bachillerato. ¿La hizo y la sustentó? El legajo personal de Alan García en los archivos de la Universidad de San Marcos desapareció en 1985, poco después de haber sido elegido Presidente de la República.

En un país organizado y en una universidad o empresa organizadas no se producen desapariciones de legajos. Pueden perderse los archivos pero siempre existen copias de respaldo (backup) para enfrentar tales eventualidades. El hecho que la documentación sustentatoria de un grado académico o un título profesional desaparezca” es un indicador de la posible ilegalidad o irregularidad de dicho grado o título. Se hace, pues, necesario llevar adelante una auditoría académica y administrativa sobre los supuestos grados académicos de García Pérez en San Marcos.

Auditoría de los supuestos grados y títulos de García en San Marcos

La desaparición del legajo personal de García Pérez hace algo difícil auditar académica y administrativamente la legalidad del grado de bachiller en Derecho y título profesional de AGP pero, afortunadamente, es posible reconstruir el legajo reponiendo sus principales documentos componentes. Al respecto existen, por lo menos, cuatro posibles procedimientos a seguir.

1.  Rastreo a partir de las Resoluciones Rectorales de ratificación del grado o título

Todo grado académico o título profesional emitido por los diversos programnas académicos de la Universidad de San Marcos debe ser ratificado por una Resolución Rectoral (R.R.).  ¿Fueron ratificados por el Rectorado de San Marcos el supuesto grado académico de bachiller en Derecho y el supuesto título profesional de abogado de García Pérez? Para contestar la pregunta debe obtenerse los números y fechas de las resoluciones rectorales que habrían ratificado el grado y el título de García.

Resolución Rectoral 34555 de la Universidad de San Marcos, fechada el 11 de octubre de 1971, a través de la cual se confiere el grado académico de bachiller en Derecho a García Pérez. Nótese la responsabilidad del en ese entonces Director del Programa Académico de Derecho en la festinación de este grado irregular para un estudiante que no asistía a clases y que rendía exámenes en la oficina de la citada autoridad.

En la década de los setenta, la Universidad de San Marcos publicaba anualmente el Boletín Informativo que hacía de conocimiento público la relación de grados académicos y títulos profesionales conferidos durante el año previo. García mismo parece no recordar con exactitud la fecha en que se graduó en San Marcos: algunas veces indica que fue en 1971, otras veces en 1972.

Con respecto al bachillerato se ha encontrado en el Boletín Informativo del 31 de enero de 1972, dedicado a los graduados el año 1971 la noticia que García habría recibido el grado académico de bachiller en Derecho conferido a través de la Resolución Rectoral 34555. Aparece con el número 118, que se supone refleja el orden cronológico de emisión del grado.

Boletín Informativo de la Universidad de San Marcos con la Relación general de grados y títulos expedidos en 1971

Página del Boletín Informativo de la Universidad de San Marcos con la relación de graduados del año 1971 en la que se indica que García recibió el grado académico de bachiller en Derecho con Resolución Rectoral 34555.

Página del Boletín Informativo de la Universidad de San Marcos con la relación de titulados del año 1972 en la que se indica que García recibió el título profesional de abogado con Resolución Rectoral 35456.

A manera referencial, debe indicarse que también se graduaron de bachilleres y abogados en San Marcos entre 1971 y 1972, el principal cómplice de García desde esos años, el informante de la CIA Luis Gonzales-Posada Eyzaguirre, el simpatizante y abogado alanista Genaro Vélez Castro, y los políticos Francisco Diez-Canseco Távara y Elena Tasso Heredia de Humala.

De manera que se tiene conocimiento de los números y fechas de las dos Resoluciones Rectorales de San Marcos que habrían ratificado la una el grado de bachiller en Derecho y la otra el título de abogado de García. A partir de dicha información debe continuarse la investigación y examinar las actas y calificativos obtenidos por García en las aproximadamente veinte materias semestrales de cuarto y quinto año de Derecho que debió haber cursado en San Marcos entre 1970 y 1971 para poder graduarse de bachiller en 1971.

En esta instancia, el investigador debe recordar que las notas de García Pérez se cambiaban en la mesa”. Según los antecedentes expuestos, en especial la declaración del doctor Rendón Vásquez, García era un turista: no iba a clases, no entregaba trabajos, no daba exámenes parciales ni finales. Sus calificativos eran cambiados a posteriori, meses después de haber cursado la materia, como expone el catedrático sanmarquino.

En cuanto a la supuesta tesis de bachiller en Derecho de García Pérez, cabe preguntarse:  ¿habrá escrito García la tesis que dice haber escrito o la habrá encargado a un ghost-writer o autor-reciclador de trabajos universitarios cortos, que por una módica suma lo sacó del paso. En entrevista televisada, García demostró conocer ampliamente esa opción.

La auditoría de la supuesta tesis debe ser meticulosa e incluir la verificación del plan de tesis, el nombre del asesor, los nombres del jurado de tesis, la fecha y lugar de la sustentación, el calificativo obtenido y cualquier observación formulada por los jurados.

El principal escollo que debe superarse es la inexistencia en San Marcos de la supuesta tesis de bachiller de García, documento cuyo extravío forma parte de la desaparición del legajo de AGP en la UNMSM. Curiosamente, García Pérez hizo llegar a El Comercio una copia de la supuesta extraviada tesis, la misma que fue publicada por dicho diario el 11 de febrero de 2016. 
Alan García explica cómo operan los autores que escriben tesis universitarias por encargo

Portada de La novación constitucional en la historia del Derecho Peruano, la supuesta (y sospechosamente extraviada) tesis presentada por Alan García en San Marcos en 1971. La copia que se muestra fue proporcionada por García al diario El Comercio el que la publicó el 11 de febrero de 2016.


2.  Presentación pública por García Pérez de sus supuestos diplomas de bachiller y título profesional y de sus certificados de estudios en San Marcos

Un segundo procedimiento para verificar la legalidad del bachillerato en Derecho y título profesional de abogado de García Pérez es el sugerido por el doctor Jorge Rendón Vásquez en el artículo del Diario Uno citado anteriormente. García debería presentar los dos diplomas de bachillerato y título profesional que supuestamente le habría conferido la Universidad de San Marcos. Ambos documentos registran importante información que permite rastrear la legalidad y validez del grado y título. Todo diploma ostenta en la sección inferior izquierda el número de hoja y el número de libro en que se registra el grado o título en el Rectorado/Secretaría General de la Universidad. De igual manera, en la sección inferior derecha el diploma especifica el número de hoja del libro de la Facultad en el que se registra el grado o título. Finalmente, los diplomas mencionados incluyen al centro de la sección superior la fecha de sustentación o fecha del examen correspondiente. Como ejemplo, presento mi propio diploma en el que pueden observarse los datos referidos.

De acuerdo con lo sugerido por el doctor Rendón Vásquez, Alan García debería mostrar los supuestos dos diplomas que le habría conferido la Universidad de San Marcos. Al requerimiento del catedrático sanmarquino aunamos nuestro pedido en el sentido que García debería entregar los certificados de estudios que acrediten haber aprobado todas las materias correspondientes al cuarto año y quinto año de Derecho en San Marcos.

El país desea investigar y comprobar la legalidad de su supuesto grado de bachiller y de su supuesto título profesional de abogado. Si García Pérez decide no entregar dichos diplomas las autoridades pertinentes deberían considerar ambos documentos como inexistentes y proceder a anular el supuesto grado de bachiller y el supuesto título de abogado que García dice poseer. Estaríamos ante una situación en la que Alan García no podría ser considerado ni siquiera egresado universitario. Cualquier otro grado académico posterior por ejemplo, maestríaque García dijera poseer quedaría invalidado debido a que no ostenta el grado académico de bachiller exigido como requisito para estudiar una maestría. Peor aún, García ni siquiera alcanza a obtener la condición de egresado universitario.

Diploma de la Universidad de San Marcos en la década de los setenta, incluyendo la información que permite verificar la legalidad y validez del documento

3.  Investigación por el Colegio de Abogados de Lima (CAL) sobre la legalidad y validez de los supuestos diplomas de bachiller y título profesional de García Pérez

Alan García es miembro del Colegio de Abogados de Lima. Posee el registro de matrícula No. 05038. Para inscribirse en el Colegio de Abogados, entre otros requisitos, García debió presentar copia de la Resolución Rectoral que ratificó su supuesto título de abogado, el correspondiente título original (luego devuelto por el CAL en ceremonia protocolar) y copia simple del título con los respectivos sellos. Además, debió entregar copia legalizada del diploma de bachiller.

Es conocido que el Colegio de Abogados de Lima no audita la legalidad de los diplomas presentados por los solicitantes y confía ciegamente en las certificaciones de los documentos del solicitante provistas por el organismo supervisor de las universidades del país. Sin embargo, en este caso se amerita que el CAL dé a conocer los diplomas y la Resolución Rectoral de ratificación por la Universidad de San Marcos presentados por García al pedir su afiliación al Colegio. Dicha información permitiría realizar la auditoría de los diplomas de García.

Alan García es miembro del Colegio de Abogados de Lima con matrícula No. 05038.

4.  Investigación por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) sobre la legalidad y validez de los supuestos diplomas de bachiller y título profesional de García Pérez

Teniendo en consideración que García Pérez oficia como Director del denominado Instituto de Gobierno y Gestión Pública perteneciente a la Universidad San Martín de Porres, y que dicha agencia otorga maestrías y doctorados, la SUNEDU debería efectuar una rigurosa auditoría académica y administrativa de la legalidad y validez del bachillerato en Derecho y título profesional de abogado que el director García Pérez viene ostentando. De carecer del bachillerato universitario, García no podría continuar al frente del IGGP y debería ser denunciado por los alumnos de dicho Instituto ante una corte de justicia por los delitos de estafa, falsedad genérica y contra la fe pública.

Supuestos doctorados y otros grados obtenidos en Europa

En demostración de la osadía sin límite que lo caracteriza, el ni siquiera egresado universitario García Pérez se presenta como doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid e, inclusive, afirma tener un grado académico de Sociología conferido por la Sorbona de París. Así se presentó García, por ejemplo, en el Parlamento Europeo en el año 2009. La biografía de Alan García que envió e hizo publicar a esa institución se muestra más abajo e incluye el doctorado en la Complutense y el grado en sociología de la Sorbona, siendo ambos grados falsos de toda falsedad.

Biografía de Alan García en el Parlamento Europeo indicando que cuenta con un doctorado en la Complutense y un grado de sociología en la Sorbona

La historia del seudodoctorado de García Pérez en la Universidad Complutense de Madrid es una vieja patraña puesta en circulación hace más de tres décadas. Una de las más antiguas versiones del falso doctorado de García en ese centro de estudios puede encontrarse en el artículo titulado Alan García Pérez publicado en la revista Third World QuarterlyVol. 8, No. 4 (Oct., 1986), pp. 1125-1134. En dicho texto, el autor Altaf Gauhar entrevista a García Pérez y en una breve nota biográfica inicial da a conocer que García obtuvo su doctorado en Leyes en la Universidad Complutense de Madrid.

 Nota biográfica sobre Alan García Pérez publicada por Third World Quarterly, Vol. 8, No. 4 (Oct., 1986), p. 1125.

Por supuesto, la información de Third World Quarterly es inexacta puesto que García Pérez nunca obtuvo doctorado alguno. 

El 18 de julio de 2014, la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) informó que García Pérez no tenía registrado ningún doctorado ni grado académico en Sociología en el extranjero. Ese mismo día los medios de prensa transmitieron la noticia, entre ellos América TV.


El propio García se vio obligado a reconocer que no tenía el grado de doctor, según consta en nota del diario El Comercio del 23 de julio de 2014.


Universidad Complutense de Madrid niega la existencia de doctorado alguno de Alan García Pérez

También en julio de 2014, el Servicio de Tesis Doctorales y Publicaciones Académicas  de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid negó la existencia de tesis alguna de doctorado de Alan García Pérez. Lo hizo a través de un correo electrónico que se reproduce a continuación enviado al investigador Max Chávez (@outlook.com), fechado el 29 de julio de 2014.


La supuesta Maestría de García en la Universidad Particular San Martín de Porres

El 12 de agosto de 2014, el periodista Ramiro Angulo publicó en el Diario Uno un extenso informe sobre la irregular maestría que fue otorgada a García Pérez por la Universidad Particular San Martín de Porres. Transcribo a continuación en su integridad el artículo de Ramiro Angulo que pone al descubierto esta nueva patraña de García.

Escribe: Ramiro Angulo, Diario Uno


“Una fuente, que trabajó en la Facultad de Ciencias Contables Económicas y Financieras (FCCEF) de la Universidad de San Martín de Porres (USMP), dijo a Diario UNO que el grado de magíster en Economía que el expresidente Alan García recibió de esta casa de estudios carece de validez porque éste nunca asistió a clases de manera regular.

Reveló que José Antonio Chang, rector de esta universidad, le solicitó al actual decano de la referida facultad, Domingo Sáenz Yaya, otorgar el grado de magíster en Economía al expresidente pese a que éste no cumplía con los procedimientos académicos y administrativos exigidos por ley para obtener el grado en mención.

Manifestó que el planteamiento administrativo propuesto para emitir la resolución con el grado de magíster para García fue la de utilizar los documentos que éste había obtenido en otra universidad para hacer una convalidación de cursos y emitir el título infringiendo así los estatutos y el reglamento de esta casa de estudios.

Señaló que en la época (inicios del 2003) en que tuvo conocimiento de la información que ahora revela, Sáenz Yaya, ocupaba el cargo de director de la Escuela Profesional de Economía de la FCCEF y que en ese entonces el decano de la Facultad era Juan Amadeo Alva Gómez, tal y como consta en la información sobre los antecedentes históricos de la propia página web de la USMP.

“Se resolvió aprobar por unanimidad la fusión de la Facultad de Ciencias Financieras y Contables y la Facultad de Ciencias Económicas, la misma que a partir de la fecha se denomina: Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Financieras, integrada por las siguientes Escuelas Profesionales: Escuela Profesional de Contabilidad y Finanzas y Escuela Profesional de Economía”.

“Encargando, según Resolución Rectoral N° 781-2002-CU-R-USMP de fecha 17 de julio del 2002, el Decanato de la Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Financieras al doctor Juan Amadeo Alva Gómez, hasta la elección de los órganos de gobierno de la Facultad y la correspondiente elección del Decano titular”.

Actualmente Alva Gómez es director de la Escuela Profesional de Contabilidad y Finanzas de la FCCEF.

Los cuestionamientos y dudas sobre la legitimidad del título de magíster en Economía de García crecieron luego de las reacciones que generó su tuit del martes 22 de julio admitiendo que no poseía el grado de doctor con el que el Instituto de Gobierno y de Gestión Pública (IGGP), que éste dirige, lo publicitaba.

Según han denunciado diversos analistas políticos y parlamentarios el otorgamiento del título de magíster parece más una ayuda de Chang para que García pueda dirigir el IGGP, ya que en el año en que habría empezado a estudiar la maestría (2001) lo designaron director del Instituto en mención. Hecho que genera dudas sobre la legitimidad de la maestría en cuestión ya que en el año 2001 García se encontraba en plena campaña electoral tentando la Presidencia de la República para el periodo 2001-2006.

Si en el año 2001 García se encontraba en plena campaña electoral tentando la Presidencia de la República para el periodo 2001-2006 ¿habría tenido el tiempo para dedicarse a estudiar un posgrado en economía? ¿Si en el año 2001 fue designado como director del IGGP podría haber firmado títulos con el grado de magíster sin contar con uno?

Según la Ley Universitaria un director de instituto que ofrece maestrías debe poseer el mismo grado académico para poder otorgarlo y al momento de la creación de dicha institución García aún no poseía el grado.

Si el expresidente cumplió con el reglamento y los estatutos de la USMP para obtener el grado de magíster, las autoridades de esta casa de estudios deberían contar con un expediente del exmandatario en donde estén cada uno de los documentos que acrediten que éste sí asistió a clases de manera regular y cumplió con todos los procedimientos administrativos y académicos establecidos.

¿Cumplió los requisitos?

Si consideramos el comunicado que la USMP emitió el martes 22 de julio señalando que el expresidente obtuvo el grado de magíster en el año 2003, García debió haber estudiado la maestría los dos años anteriores a la obtención del título, es decir, durante los semestres académicos de marzo a julio y de agosto a diciembre de los años 2001 y 2002.

Si fuese así la universidad debería tener un expediente que contenga las constancias de matrícula, las actas que registren la asistencia a clases, un certificado de notas de los cuatro ciclos académicos estudiados y una ficha de inscripción en el Programa de Preparación y Presentación de tesis concluida para optar por el grado de maestro.

También debería tener un acta en la que conste la designación de un asesor metodológico y temático, la designación de los jurados dictaminadores, la fecha y hora en la que García sustentó la tesis, la calificación de ésta, la solicitud del grado académico de maestro de parte del egresado, seis ejemplares anillados de la tesis y un CD con la tesis en versión virtual.

Parte de la información en mención debería estar en la Oficina de Grados y Títulos a cargo de Víctor Loret de Mola Cobarrubias, en la Oficina del secretario general y director de la Sección de Posgrado, Augusto Blanco Falcón o en la Oficina de Registros Académicos que está a cargo de Belinda Quicaño Macedo, todas estas dependencias de la FCCEF.

Según información de la página web de la USMP la primera de estas oficinas se encarga entre otras cosas de “canalizar el proceso de Graduación y Titulación de los egresados de la Facultad”, la segunda se encarga de “certificar los actos académicos de los estudiantes de pregrado, posgrado y egresados de la facultad” y la última de “dar curso a diversos trámites que solicitan los alumnos como emisión de Certificados de Estudios y constancias diversas”.

Luego de que el 22 de julio García confirmara vía Twitter no tener el grado académico de doctor la repercusión mediática del tema fue grande lo cual, según nuestra fuente, hizo que el expediente del exmandatario desaparezca de las oficinas de la FCCEF. Según refiere, el archivo de García ahora se encuentra en la oficina del rector José Chang, quien fue ministro de Educación y expremier durante el último gobierno aprista.

¿Dónde está la tesis?

Ni en el link de búsqueda en línea del Sistema de Bibliotecas de la USMP, en donde deberían estar catalogados los autores de libros que tiene esta casa de estudios, ni en el link Cybertesis aparece el nombre del trabajo de tesis del expresidente cuando uno ingresa su nombre completo. El resultado es el siguiente: “la búsqueda no ha producido resultados”.

El link Cybertesis conduce a una página que lleva como título “Repositorio académico – USMP” y en ésta se puede leer que se trata de un “portal para la publicación, difusión y conservación de tesis de pregrado y posgrado generadas por la USMP en texto completo a través de un sistema de información en formato digital”, pese a esta información la biblioteca central de esta casa de estudios no tiene registrado el trabajo en cuestión.

En el link de búsqueda en línea aparecen 35 referencias al nombre del expresidente García. Entre los libros de su autoría que figuran están, “Pida la palabra: por la libertad, la plenitud y el éxito”, “El mundo de Maquiavelo: drama y comedia de una dictadura” entre otros, pero ninguno de ellos es su tesis de maestría.

¿Qué hacía en el 2001?

García habría podido cumplir con todos los procedimientos académicos y administrativos para obtener el grado de magíster y culminar adecuadamente el proceso para la obtención del grado de maestro, pero, como ya lo preguntamos, ¿cómo podría haberlo hecho si en el año 2001, cuando supuestamente estudiaba, éste se encontraba en plena campaña electoral tentando la Presidencia para el período 2001-2006?

¿Cómo pudo haber tenido el tiempo para cumplir con las exigencias académicas y obtener el grado en cuestión en el año 2003 tal y como lo señaló el comunicado de la USMP el último 22 de julio?

Más cuestionamientos

Otro de los cuestionamientos que pesan sobre la legitimidad del título obtenido por García es que éste no incluyó la mencionada maestría en la declaración jurada que hizo ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) cuando fue candidato presidencial en el año 2006, y solo incluyó los estudios de derecho que hizo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y los cursos que siguió en la década de 1970 en París y Madrid.

Lo curioso es que la maestría en Economía Comercio y Finanzas Internacionales sí está registrada en la página web de la extinta Asamblea Nacional de Rectores (ANR).

Cuando las universidades ofrecen programas de maestría establecen cuáles son los estudiantes que pueden acceder a éstas según el nivel de afinidad con los estudios que realizaron previamente.

De ahí algunos cuestionamientos sobre la afinidad que existe entre los cursos de derecho, humanidades y ciencias políticas que siguió García en el Perú en la década del ‘70 en Europa con una especialización en Economía, Comercio y Finanzas Internacionales que requiere como mínimo un nivel medio de conocimientos matemáticos.

Si bien en la página web de la USMP ni en la de la FCCEF existen rastros de la maestría que siguió el expresidente en Internet aparece la información sobre esta especialización y en ella se establece con claridad que las carreras relacionadas con la maestría que habría seguido el expresidente son Comercio Exterior, Economía y Finanzas y en ninguna parte aparecen los estudios de derecho, sociología o ciencias políticas como carreras afines a los estudios de posgrado que habría seguido el exjefe de Estado.

En el ítem referido al perfil de estudiante se señala lo siguiente: “Profesionales vinculados con la contabilidad, finanzas, auditoría y tributación. Docentes universitarios que tienden al intercambio de conocimientos y difusión de las nuevas doctrinas contables. Bachilleres de las diversas especialidades que deseen perfeccionarse en las áreas del mundo de los negocios”.

Buscamos a Chang

El 24 de julio último buscamos al exministro de García y actual rector de la USMP en la ceremonia de inauguración de laboratorios de odontología que se realizó en el campus universitario de Santa Anita. Cuando lo abordamos por primera vez y le consultamos sobre los cuestionamientos a la legitimidad del grado de magíster que García obtuvo nos contestó que estábamos en plena ceremonia y que nos respondería cuando ésta acabara.

Al finalizar el evento nos volvimos a acercar y luego de hacer la misma pregunta evitó responder diciendo que la ceremonia aún no había terminado y reiteró que cuando ésta finalizara nos respondería.

Lo esperamos en la puerta del recinto en donde se ofreció el cóctel en el que brindaron las altas autoridades de la USMP, pero al finalizar salió por la puerta trasera y nunca respondió nuestras preguntas.

Asimismo en reiteradas oportunidades intentamos comunicarnos con la oficina del decano de la FCCEF, Domingo Sáenz Yaya, para obtener su versión sobre la denuncia en cuestión pero hasta el cierre de esta edición esto no fue posible.

¿Otro título bamba?

El uso de títulos cuestionados en la USMP no es algo ajeno para las autoridades de esta universidad. Según el libro Premio al delito: Ministro y Premier de Jimmy Calla en 1994 Rodolfo Gavilano Oliver, entonces y actual secretario general de esta casa de estudios junto con el exrector Carlos Vílchez Vera firmaron la resolución directoral (N° 446–94–SMP) en la que se autorizaba el viaje del Ing. José Chang para seguir un curso de capacitación en Informática y Sistemas en la Universidad de Hartford en Estados Unidos.

De esta casa de estudios, Chang obtuvo una certificación que presentó como una maestría para poder acceder al cargo de rector en 1996; sin embargo, en el 2001, una subcomisión del Congreso que investigó a la USMP cuestionó la legitimidad de Chang como rector ya que según estableció éste usó una certificación de unos estudios que duraron un mes como si se tratara de una maestría cuando este tipo de estudios dura un aproximado de cuatro semestres académicos, es decir dos años.

¿2003 ó 2004?

García escribió el 22 de julio en su Twitter que obtuvo el grado de magíster en el año 2004, la USMP en febrero del 2003. La contradicción entre la USMP y el expresidente es evidente.

Lo que decía la USMP sobre la maestría 

“La maestría en Economía con mención en Comercio y Finanzas Internacionales que ofrece la Escuela de Economía de la Universidad de San Martín de Porres, tiene como objetivo formar líderes gerenciales con sólidos conocimientos en Comercio y Finanzas Internacionales y Banca y Finanzas”.

Perfil del participante: Profesionales vinculados con la contabilidad, finanzas, auditoría y tributación; Docentes universitarios que tienden al intercambio de conocimientos y difusión de las nuevas doctrinas contables; Bachilleres de las diversas especialidades que deseen perfeccionarse en las áreas del mundo de los negocios.

Reglamento de posgrado

Según el artículo 22 del reglamento de la Oficina de Posgrado de la USMP los ciclos académicos tienen dos periodos, el primero de éstos va de marzo a julio y el segundo de éstos de agosto a diciembre. Asimismo, señala que la asistencia a clases teóricas y prácticas es obligatoria y que de las 17 semanas de cada ciclo los alumnos solo pueden faltar tres sesiones”.

Anexos

Solicitud al Rector de la Universidad de San Marcos para que haga públicos los diplomas de bachiller en Derecho y abogado, supuestamente expedidos en favor de Alan García Pérez en 1971 y 1972.

Solicitud a la Decana del Colegio de Abogados de Lima (CAL) para que haga públicos los diplomas de bachiller en Derecho y abogado utilizados por Alan García Pérez para colegiarse en el CAL


© César Vásquez Bazán, 2018
Todos los derechos reservados
Diciembre 27-30, 2018
Etiquetas: [corrupción]  [corrupción en el PAP]  [corruption in Peru]  [Jorge del Castillo]  [Jorge del Castillo Gálvez]  [tío George]  
Fecha Publicación: 2022-09-06T18:35:00.000-05:00
https://bit.ly/2RcO6Gs
Escribe: César Vásquez Bazán

En la grabación que es materia de esta nota, aparece Jorge del Castillo Gálvez, el fallido premier alanista, expectorado por corrupto, describiendo a Rómulo León Alegría, su socio político y comercial, como una "antigua amistad", que es "inteligente", "culto", "formado" y "leído" y "que puede sostener una conversación". Del Castillo no mencionó que fue Rómulo León quien lo introdujo en el PAP cuando León Alegría, por manipulación de García, era Secretario de Municipalidades. En esos tiempos, del Castillo le cargaba el maletín a su mentor Rómulo.

En la entrevista efectuada por César Hildebrandt, se ve al corrupto Del Castillo derrotado pero en su típica actitud cínica y caradura, como su socio Rómulo León. El vídeo del programa El Perro del Hortelano es ilustrado con escenas fílmicas de anteriores incidentes en las que participó León.

Algo más, que no debe olvidarse: Toda esta bazofia corrupta y corruptora que daña el prestigio del Perú, y que incluye, entre otros a Del Castillo Gálvez, Chang Escobedo, Nava Guibert, Rómulo León, Remigio Morales Bermúdez y Jorge Ramos Ronceros, opera y se enriquece porque gira alrededor de un foco generador y amplificador de inmoralidad. Nos referimos a Alan García Pérez, para quien no puede hacerse política si no se tiene plata, y no se tiene plata si no existen amigos como los envueltos en el escándalo de PerúPetro.

© César Vásquez Bazán, 2008
Todos los derechos reservados
Octubre 15, 2008
Etiquetas: [Jorge del Castillo]  [Jorge del Castillo Gálvez]  [Rómulo León]  [Rómulo León Alegría]  
Fecha Publicación: 2022-09-06T18:23:00.000-05:00
En el vídeo queda confirmado que sólo en 1980, Del Castillo Gálvez fue introducido en el Partido Aprista por el ultracorrupto Rómulo León Alegría.

En una asamblea en el local del PAP de Barranco en la que peroraba León Alegría (imagínense!), éste distinguió "a una persona, al fondo de la asamblea, que me hace una pregunta" (minuto 1:11 - 1:16). En el minuto 1:30 - 1:32, León Alegría repite: "Me hace una pregunta un señor (Del Castillo) que está al fondo."

Tal era el desconocimiento de Del Castillo sobre el PAP, que en el minuto 1:53 - 1:55 León Alegría le pregunta a Del Castillo: "Conoces Alfonso Ugarte, no?" Del Castillo contesta: "Sí, claro, la Casa del Pueblo... Yo como salchipapas allí." Por boca de León Alegría, ahora sabemos que en 1980 Del Castillo era ajeno a la organización del APRA y sólo conocía el local central partidario porque allí iba "a comer salchipapas".

Demostrando lo
muerto de hambre que era en ese momento el hoy enriquecido del Castillo Gálvez, León Alegría le pidió: "Lleva tu máquina de escribir, si tienes..." (minuto 2:00).

Confirmando lo que hemos indicado desde hace años en este blog (*), el delincuente de cuello y corbata Rómulo León Alegría confesó ante la Comisión Investigadora de la corrupción alanista que él fue quien llevó al PAP, en calidad de mecanógrafo, a su cómplice Jorge del Castillo Gálvez. Rómulo usaba en ese tiempo al Tío George para que le llevara el maletín y le cargara la máquina de escribir.

Lo que no mencionó el reo Rómulo León Alegría fue que él, a su vez, fue llevado al PAP nuevamente, por su compadre espiritual Alan García Pérez. En 1980, el prontuariado León Alegría fue impuesto por García Pérez como Secretario de Municipalidades. Debe añadirse que AGP desempeñaba en ese tiempo el cargo de Secretario de Organización del PAP.

Para ayudar a la Comisión en su análisis, saquemos en limpio las conclusiones de esta plana:

1. A fines de 1979 y comienzos de 1980, García Pérez reintrodujo en el PAP a su compadre Rómulo León Alegría. Durante el período de la dictadura militar transcurrido entre 1968 y fines de 1979 León Alegría no fue miembro del PAP. Se dedicaba a tiempo completo a bailar marinera en Trujillo.

2. Alan García impuso a León Alegría a dedo, sin elección alguna, como Secretario de Municipalidades, desplazando al compañero que por elección del Congreso del PAP ocupaba ese cargo. García desempeñaba el puesto de secretario nacional de organización.

3.- El vivazo y timador León Alegría fue quien introdujo en el PAP al desconocido Jorge del Castillo Gálvez en el año 1980. El Tío George era el mecanógrafo oficial de León Alegría.

Lo que le faltó a la Comisión Investigadora fue vincular las tres conclusiones anteriores. Si lo hubiera hecho hubiera podido entender las relaciones que mantienen desde 1980 los delincuentes Alan García Pérez, Rómulo León Alegría y Jorge Del Castillo Gálvez.

Rómulo y el Tío George son ratas de la misma camada alanista.

(*) El último post escrito al respecto fue publicado el 15 de octubre de 2008. Puede leerlo haciendo clic en: Del Castillo: Rómulo León Alegría es una "antigua amistad".- "Es inteligente, culto, formado y leído".- "Es abogado y tiene conversación..."

© César Vásquez Bazán, 2011
Todos los derechos reservados
Enero 7, 2011
Etiquetas: [Alan García Pérez]  [Jaime Bayly]  [la plata llega sola]  
Fecha Publicación: 2022-09-06T17:52:00.000-05:00

García Pérez sigue hundiéndose en su propio vómito. Intentando desmentir lo que dijo a Jaime Bayly respecto a que a los candidatos derechistas en campaña electoral “la plata les llega sola”, García ha intentado acomodar sus torpes declaraciones explicando que tan misteriosos dineros tocan la puerta no de los candidatos sino de los presidentes cuando dejan de ser presidentes.

El fino cómico y novelista ha contestado que eso no fue lo que expresó el mandatario bipolar y que se reafirma en lo escrito en su artículo “La plata llega sola”. Añadimos nosotros que allí están Dionisio, Roque, Barrick, Felipe Gonzáles y sus empresarios españoles que, entre otros, pueden dar fe de la realidad del mundo de aceitadas, coimas y negociados en el que habita, plácidamente, Alan García Pérez.

No obstante, sin poner en duda el testimonio de los financiadores de la misteriosa “plata que llega sola”, debe reconocerse que hay algo de razón en lo expuesto por García. Al igual que lo que sucedió con ese otro ladrón llamado Mariano Ignacio Prado, a quien “la plata le llegó sola” una vez que desertó la presidencia del Perú en 1879, a García Pérez también “la plata le llegó sola” cuando dejó de ser presidente, es decir cuando le fue más fácil moverse en el mundo de las cuentas cifradas y los paraísos financieros, siempre usando testaferros y fundaciones.

Al respecto, Pilar Nores y Agustín Mantilla tienen mucho que informar al Perú, pues conocen todas las andanzas de la plata “que le llegó sola” a García después de 1990. Y del Castillo también sabe demasiado sobre los negociados del Mariano Ignacio Prado del siglo XXI, lo que explica que a pesar de estar embarrado hasta el tuétano en la coima de los petroaudios, el tío George pueda darse el lujo de responder entrevistas indicando que él “no está muerto”.

Obviamente, del Castillo no ha pasado a mejor vida política debido a que conoce en detalle las actividades coimeras del bipolar. Ésta es información privilegiada sobre la cual mantiene interesado silencio, lo que explica su supervivencia al interior del Partido “Alan Perú”.

Como sentenciara acertadamente Hugo Chávez, toda la cúpula alanista, –García, del Castillo, Nava, Velásquez Quesquén y similares– son “caimanes del mismo pozo”.

García admitió reunión con Bayly

Señala que sí le dijo que “la plata llega sola”, pero que periodista hizo una “interpretación literaria”.


Jaime Bayly alborotó el gallinero. Su columna La plata llega sola, publicada ayer en Perú.21, generó una serie de reacciones, principalmente la del presidente Alan García, quien, después de leer el artículo del periodista no tuvo otra que poner su mejor sonrisa y tratar de aclarar lo que había dicho en su encuentro privado.

Admitió que la cena con Bayly sí se produjo, y no pudo negar que, en ese diálogo, mencionó que “la plata llega sola”. Pero, mientras el escritor dijo que García había hecho tal afirmación cuando él le comentaba que no podía mantener a su familia con el sueldo de presidente, el jefe de Estado replicó que “esas son expresiones literarias” y que un novelista tiene “licencia para interpretar como quiera las cosas”.

Agregó que lo que manifestó realmente fue que “a político uno llega para servir, para cumplir y para ganar ciertas gratitudes. Después de terminar su rol político, la plata viene sola. Le pagarán cinco veces más por su programa, le pagarán diez veces más por sus conferencias... A eso me referí”.

Sobre el golpe de Estado que, según contó Bayly, daría para evitar que Ollanta Humala llegue al poder, García replicó que nunca utilizó ese término y que tampoco mencionó nombres. Lo que señaló –dijo– fue que “si hubiera una opción que intentara desandar todo lo que nuestro país ha hecho... se produciría un inmenso caos. A eso me refería, pero no he dicho exactamente que va a haber un golpe de Estado”.

Masías y Cheesman

Pero el periodista tiene una interpretación diferente. En diálogo con este diario, aseguró que todo lo que contó en su columna es cierto y que Alan García está tratando de maquillar la verdad. Refirió que cuando él le decía al presidente que no tenía plata para la campaña y que no le alcanzaría el sueldo de presidente por cinco años, “él me dijo: No seas cojudo, la plata llega sola. No estábamos hablando de la plata que llegaría cuando yo fuese expresidente, como dice falsamente García. En cuanto a Humala, no me atrevería a mentir sobre algo tan grave. Lo dijo, y lo dijo tal cual lo he citado”. Pero eso no fue todo. Para reforzar su posición, reveló que hay dos testigos del encuentro: Sandra Masías, su exesposa, y Roxana Cheesman, madre del último hijo de García.

Bayly recordó además que, en esa reunión, cuando le manifestó al presidente que no tenía dinero para la campaña y que su madre no se manifestaba, éste le respondió: “Yo la llamo, le pido 5 millones, me quedo con uno y te doy 4 a ti”. Y aunque la risotada que soltó indicaría que trataba de hacer una broma, a él le pareció de pésimo gusto que García utilizara ese “lenguaje coimero”.


Fuente: Diario Perú21, martes 7 de diciembre de 2010 http://peru21.pe/impresa/noticia/causo-revuelo/2010-12-07/291658

© César Vásquez Bazán, 2010
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Diciembre 7, 2010
Etiquetas: [Alan García Pérez]  [corrupción en el Perú]  [Jorge Barata]  [Odebrecht]  [Patek Philippe]  [reloj Patek Philippe]  [Rolex]  
Fecha Publicación: 2022-08-01T12:08:00.000-05:00

https://bit.ly/3kO9FYB

Alan García Pérez exhibe orgulloso el reloj Patek Philippe, una de las coimas con las que Jorge Barata, gerente de Odebrecht en el Perú, compró la voluntad del corrupto politicastro.

Alan García Pérez con el inseparable reloj Patek Philippe que fue una de las coimas que le pagó Odebrecht, de acuerdo a la confesión de Luis Nava Guibert, secretario del politicastro

Reloj Patek Philippe, modelo Calatrava

El reloj Patek Philippe, modelo Calatrava, cuesta hoy US$37,850

Confesión de Luis Nava Guibert, secretario de Alan García Pérez:  Incluso en una de esas entregas le regaló a Alan García un [reloj] Rolex y un Patek Philippe

Fuente de la declaración de Luis Nava Guibert 
Diario El Comercio, Lima, 17 de octubre de 2019

© César Vásquez Bazán, 2020
Noviembre 1, 2020
https://goo.gl/aibKqt
Información sobre Lelio Nelson Balarezo Young
publicada por PersonadeInterés.org

Radio Antena 1 fue creada a comienzos de los años noventa por el empresario Lelio Nelson Balarezo Young. Balarezo fue el dueño de Bacongesa, empresa que durante el primer gobierno de Alan García se convirtió en la principal reconstructora de torres de alta tensión derribadas por Sendero Luminoso. Balarezo compró los equipos para esa radio con el dinero que no pagó por coimas en su debido momento a Alan García Pérez. La radio fue puesta al servicio de García.

Lelio Nelson Balarezo Young, segundo vicepresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales (CONFIEP) y Presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO) en el período 2003-2015. En 2016 fue condenado por la justicia peruana a cinco años de prisión efectiva por el delito de defraudación tributaria.

La tarde del 19 de abril de 2015, dos días después de que se ordenara su captura, el entonces presidente de la mara Peruana de la Construcción (CAPECO), Lelio Balarezo Young, visitó su lugar favorito: el Hipódromo de Monterrico. Una breve nota aparecida en la revista digital de los socios de este exclusivo centro deportivo revela que aquel domingo el empresario constructor y dueño de uno de los criaderos de caballos de carrera más grandes del Perú, se ubicó en el palco de honor como uno de los líderes de la temporada por su récord de apuestas ganadas. Hasta entonces, el fallo de la Corte Suprema que lo condenó a cinco años de cárcel por un millonario fraude tributario había sido manejado con discreción por las propias autoridades, pero no pasó mucho tiempo para que su foto saltara de las páginas de hípica y negocios a la galería de delincuentes prófugos más buscados por la policía.

Durante más de quince años, el empresario cajamarquino Lelio Balarezo, quien llegó a ocupar también la segunda vicepresidencia de la poderosa Confederación Nacional de Instituciones Empresariales (CONFIEP), intentó impedir el avance de su proceso judicial con varias estrategias legales. El caso empezó en 1998, cuando la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) detectó que su compañía constructora, Balarezo Contratistas Generales S. A. (Bacongesa), evadió el pago de más de seis millones de soles (más de 2 millones de dólares) en impuestos a través de sucesivas adulteraciones y falsificaciones de 176 facturas emitidas entre los años 1995 y 1997. Ahora, la deuda asciende a más de veinte millones de soles (más de seis millones de dólares) por los intereses y el tiempo transcurrido, según la Sunat.  

Los documentos contables que sustentaron el dictamen acusatorio de la Tercera Fiscalía Superior Nacional evidenciaron que la compañía de Balarezo infló facturas, falsificó otras y hasta contrató a proveedores fantasmas para no pagar el Impuesto a la Renta. “Mi principal función como gerente era participar en las licitaciones de obras públicas, pero no tenía injerencia en el área contable. En todo caso, eso estaba a cargo de mi hermano Jaime [Jaime Eduardo Balarezo Young], quien era el administrador general, y del contador”, dijo Lelio Balarezo en su defensa durante el juicio oral, según la transcripción de su declaración que figura en el expediente del caso. Sin embargo, su argumento se quedó sin piso cuando la fiscalía mostró que su firma aparecía en las declaraciones juradas de la empresa entregadas a la Sunat, ya que Balarezo no solo era el gerente y accionista mayoritario de Bacongesa, sino también su representante legal y tenía acceso a toda la información del negocio.

En el 2010, ante la contundencia de las pruebas, Balarezo intentó impedir la investigación fiscal con una acción de Habeas Corpus que cuestionó la denuncia por supuesta falta de motivación. Esta llegó al Tribunal Constitucional y fue declarada improcedente al año siguiente. El caso siguió su curso, pero siempre al lento ritmo judicial peruano. Dos años después, la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima sentenció al empresario con una pena benigna que lo libraba de la prisión, pero la fiscalía apeló el fallo amparada en que no era proporcional con el daño causado al Estado. Así, tras doce años de iniciado el proceso judicial, la Corte Suprema dictó una sentencia definitiva y ordenó cinco años de cárcel efectiva para Lelio Balarezo.

Durante el juicio, la fiscalía determinó que el esquema de evasión fiscal de Bacongesa involucró por lo menos a catorce personas, entre empleados y proveedores de la empresa, pero el fallo solo alcanzó a Lelio Balarezo y a su contador Edmundo Acosta Santa Cruz, condenado a cuatro años de prisión como cómplice del delito. El resto de los acusados se acogió a la prescripción. Entre ellos figura Patricia Li Sotelo, gerente de las empresas Negociaciones Aries, System Pomen Service y Star Service Internacional, que facilitaron facturas en blanco a la constructora de Balarezo para que fueran llenadas con cifras maquilladas y falsos proveedores.

Lelio Balarezo no fue el primer empresario sentenciado por defraudación tributaria en el Perú, donde seis de cada diez empresas son informales, pero su condena representó un fuerte golpe a la reputación de los gremios de las grandes corporaciones del país. La cúpula de Capeco, que lo mantuvo en la presidencia de su consejo directivo desde el 2003 hasta el 2015, no se ha pronunciado hasta la fecha por este caso. Mientras, el presidente de la Confiep, Martín Pérez, dio tras insistencia de la prensa unas tibias declaraciones sobre el caso: “Estamos muy mortificados, pero es importante que todos entendamos que uno es el comportamiento de las instituciones y otro es el comportamiento de los individuos”.

Hasta antes de su condena, Lelio Balarezo, un ingeniero civil de 70 años, era reconocido por los empresarios de su sector como uno de los principales promotores del último boom inmobiliario de viviendas en Lima. Su empresa Bacongesa, fundada en 1979, se había convertido en una importante proveedora del Estado y especializado en la instalación y montaje de torres de alta tensión. Los reportes oficiales de contrataciones públicas entre los años 2006 y 2013 revelan que la compañía ganó más de 150 millones de soles en licitaciones y tuvo entre sus clientes al Ministerio de Energía y Minas y empresas de electricidad de Ucayali y Puno.  

Si bien Bacongesa fue su principal negocio, Lelio Balarezo también incursionó en la industria de medios de comunicación con la compra de Antena 1, una estación de radio informativa que nunca logró alcanzar altos índices de sintonía. En 1995, en un intento por revertir su declive por falta de anunciantes, despidió a los periodistas y reemplazó sus espacios por programas de salsa sin buenos resultados. Un año después, vendió la radio al empresario pesquero Isaac Galsky Yacher, quien creó Cadena Peruana de Noticias (CPN).

El negocio en el que Balarezo prefirió apostar su dinero fueron los caballos de carrera. Con seis yeguas importadas de Argentina fundó uno de los criaderos de ejemplares purasangre que a mediados de los noventa se convirtió en uno de los más grandes del país. En el 2014, su finca Gina – Santa Rosa [Haras Santa Rosa, S. A.] poseía 37 caballos, varios de los cuales le permitieron liderar las temporadas de carreras en el hipódromo. Desde que el empresario pasó a la clandestinidad para evitar la prisión, su hijo Ray se ha hecho cargo de sus caballos.

El registro migratorio de Lelio Balarezo indica que no ha salido del país. La policía ofrece una recompensa de treinta mil soles para quien ofrezca datos de su paradero.

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Septiembre 4, 2017
Etiquetas: [Alan García Pérez]  [APRA]  [Augusto Valqui Malpica]  [Jesús Guzmán Gallardo]  [PAP]  [Partido Aprista Peruano]  
Fecha Publicación: 2022-07-29T20:15:00.000-05:00
Augusto Valqui Malpica

Regresaste al Perú a fines de los años setenta sin haber concluido ningún estudio universitario. Tuviste la fraternidad del viejo Armando Villanueva del Campo que, amigo de tu padre, te encumbró en la Secretaría de Organización del Partido Aprista sin haber tenido la experiencia de desempeñar un cargo de dirigente de nuestra organización.

Fuiste muy hábil en tu estrategia para destruir primero a los viejos del APRA. Sin ningún respeto, sobrepasaste con demagogia y mentiras a los jerarcas del Partido que eran, por decir lo menos, los viejos ingenuos ante tu taimada personalidad. Lograste con compañeros como el chino Venero, Kitasono, Mantilla –traicionado por ti ahora– y otros apristas de Trujillo como Angelats, avanzar en tu farsa de transformación del país.

Con un grupo de apristas intelectuales de San Marcos y Villarreal y apristas empresarios como yo –que caímos en tu trampa– te apoyamos para que seas Secretario General del Partido, inclusive económicamente. Creímos  que eras la esperanza y eras la bandera de la revolución democrática que nuestro Perú necesitaba.

Nadie te midió. Nadie dudó del encargo de Armando. Venías con la bendición de la izquierda responsable, la que nos hizo desechar injustamente la opción aprista y decente de un señor con mayúsculas al que no le llegabas a los talones.

Creí en Jesús Guzmán Gallardo –tan ingenuo como yo– frente a un taimado como tú que no tenía tiempo para pensar en los valores que representaba nuestra organización. Éramos muchos ingenuos los que veíamos en ti a un hombre pobre, que con sacrificio había estudiado algo de Derecho en San Marcos.

No ponderamos las quejas de Luis Heysen Incháustegui, cuando arremetiste y violaste su hogar. No supimos entender las palabras de Jorge Lozada Stanbury en un caso parecido. Menos aún, entendimos el extraño poder político que ostentaba el aprista chalaco Raúl Vizcardo, que tuvo la indignidad de callar por ambiciones politiqueras personales el incidente en el cual asaltaste malamente a su hermana. Luego entendimos y conocimos las razones. No mencionaré dos o tres casos adicionales que demuestran tu terrible irresponsabilidad como hombre. No lo eres. Eres simplemente un taimado cobarde, que entró en nuestra Casa del Pueblo para arremeter contra nuestro templo.

Te sabías y sabíamos de tus condiciones de salud mental. De otra manera no hubieras llegado dónde estás. Tenías que tomar cuatro o cinco pastillas diarias para estabilizar tu desequilibrado ser. Lo requerías. Callamos lealmente.

Nunca entendimos el casi desprecio por el señor García. Así llamabas al compañero Carlos García Ronceros, tu padre. Siempre lo despreciaste por su honor y la limpieza que trataba de inculcarte. No soportaste el que sea un hombre cuya decencia iba por delante; lo repudiaste porque no te dio los bienes materiales que hubieras querido tener. Hoy, cosas de la vida, lo material mal habido te sobra.

Fuiste cruel con tu hermano Carlos. Dios te lo quitó. Ahora te jactas en tus bravatas públicas que no tienes hermanos. Nunca lo dejaste entrar en Palacio. Eso me consta y nos consta a los apristas. Tu naturaleza humana pervertida nunca te permitió ver al inteligente y bueno que fue Carlos García Pérez. Rindo homenaje al ser increíblemente noble que fue Carlos, que unos meses antes de morir, conversando en su departamento de Magdalena, me dijo “Búfalo: Hay que defender a Alan contra lo que trama Jorge del Castillo”. La traición. Siempre me preguntaré como dos hermanos pudieron ser tan, pero tan diferentes. Nunca lo entenderé. Hoy con el tío George estás más que unido, aunque aparentes distancia. Ustedes dos se conocen sus inmundicias. Ésa es la verdadera razón de una alianza de delincuentes políticos.

Pero –ya ves Alan– el dinero no sirve para nada. Los mítines que organizas no son apristas; son simplemente expresión del corrupto y venal alanismo.

Aunque Del Castillo meta los sucios dineros robados a lo largo de su “carrera” política, y aunque tú también inyectes los billetes con los que el imperio y la derecha te compraron, debes saber que los apristas lucharemos para acabar con ustedes dos. Formen su partido político de extrema derecha, como lo califica Juan Sheput el asesor de Toledo, y como lo reconoce Lourdes Flores, otrora representante de lo que tú ahora te jactas de ser: ser el líder de la plutocracia. Tienes todo el derecho de serlo y defender tus intereses económicos y promover a tu perro del hortelano, pero no tienes ningún derecho a seguir en el corazón del pueblo aprista. Eso se terminó. Quiero que lo entiendas muy bien. Los apristas que creímos en ti, queremos que dejes el aprismo, que no te resistas. Será peor. Gastarás mucho dinero en alquilar clientelajes. La señorita Kouri te apoyará en interesado romance pasajero, pero tú, Alan García Pérez, ya no estás en el corazón del pueblo aprista.

Desde el aprismo puro y sincero,

Lima, 24 de febrero de 2014
Etiquetas: [APRA]  [estafa alanista]  [fallecimiento de Haya de la Torre]  [Haya de la Torre]  [Partido Aprista Peruano]  
Fecha Publicación: 2022-07-26T12:13:00.000-05:00
https://goo.gl/LeCM6K
Escribe: Hugo Sánchez
Foto 1
Foto adulterada de Alan García en supuesta visita a un moribundo Haya de la Torre

Los trucos de la foto

1. El 27 de julio de 1979 fue el único día que se registraron fotos de Haya de la Torre en su lecho de muerte. En esa oportunidad Alan García Pérez no estuvo en Villa Mercedes. Tenía prohibido el ingreso, entre otras razones, por haber informado a un medio de prensa (Caretas) sobre la enfermedad del Jefe del PAP, violando la voluntad de Haya de guardar total reserva sobre el avance de su dolencia. García Pérez fue luego recompensado con propaganda en su favor colocada en los artículos "independientes" publicados por la revista de los Zileri.

2. El ancho de los hombros y el borde del cabello de García están recortados. La cabeza de García no guarda proporción con el resto de su figura. Puede decirse que es "una cabeza perteneciente a otro cuerpo". 

3. En el momento que se tomaron las placas se iluminó brevemente la escena con reflectores fotográficos. Nótese que no existe ninguna sombra detrás de la imagen de Alan García como sí la hay en fotos verdaderas (por ejemplo, ver Foto 3).

4. Detrás de la imagen de García aparece una cortina. En la habitación de Haya de la Torre no existían cortinas, como se puede apreciar en las fotos originales (ver Fotos 2 a 5).

5. El alanista Wilbert Bendezú Carpio, autor de la estafa fotográfica a pedido de García Pérez, ha reconocido que la foto fue adulterada pero indicó que el retoque se debió a que en ella también aparecía Julio Cruzado Zavala, un dirigente pro-patronal de la CTP, no muy apreciado entre los apristas por su línea sindical amarilla. Wilbert Bendezú: ¿Quien cortó la foto? ¿Quien hizo el montaje?

Foto 2
La foto original, usada para la adulteración. Aparecen los médicos Luis Pinillos Ashton, Álvaro Celestino, Óscar Alvarado, Manuel Pizarro Flores y José "Pepe" Ramos. De esta foto se eliminaron a todos los médicos, pasando García a ocupar la posición central, aproximadamente la que tenía el Dr. Manuel Pizarro Flores, que aparece con las manos entrecruzadas.

Foto 3
Jorge Idiáquez y Armando Villanueva asistiendo a Víctor Raúl. Nótese las sombras reflejadas y la ausencia de cortinas.

Foto 4
Jorge Idiáquez, Edmundo Haya de la Torre, Fernando León de Vivero, Ramiro Prialé, Carlos Manuel Cox, Andrés Townsend y Armando Villanueva del Campo

Foto 5
Luis Pinillos Ashton, Jorge Idiáquez, Alfonso Ganoza y Edmundo Haya de la Torre

Foto 6
Acto de condecoración de Víctor Raúl con la Orden del Sol


Foto 7
Foto trucada publicada por Caretas. En la habitación de Haya no existían cortinas.


Foto 8
Foto publicada por Caretas en la que se aprecia que en la habitación de Haya no existían cortinas.


¿Cuanto de Alan García es truculento? Al interior del Partido Aprista existen serias discrepancias ideológicas con su gobierno. El N° 1 de Palacio no tiene nada de heredero y menos de discípulo del fundador del Aprismo.

La estafa alanista

Después de la muerte de Haya de la Torre apareció una foto falsa. En ella, se mostraba a Alan García visitando el lecho de muerte de Víctor Raúl. Sin embargo, en la foto se pueden notar algunas características que delatan su falsía. Llaman la atención: (1) la inexistencia de sombras, (2) el lado izquierdo de la cama, (3) el borde de la frazada de corte lineal, (4) la presencia de una cortina inexistente y otros detalles.

Alan García Pérez es un personaje que oculta su verdadera personalidad. Ambicioso, sin escrupulos, desleal, bipolar.

Sobre Alan García escribió Luis Alberto Sánchez: "Yo no sabía entonces que cantaba y tocaba guitarra en algunos cafés (París). Lo tenía por gran lector, atento escuchante de poca labia. ¡Errores que uno suele cometer!" (Luis Alberto Sánchez, Sobre la herencia de Haya de la Torre, p. 21).

A raíz de la infidencia revelando la enfermedad de Víctor Raúl fue prohibido el ingreso a varios dirigentes apristas, entre ellos a Alan García Pérez por sospecharse que ellos fueron los autores de la infidelidad.

En qué beneficia a García una foto con Víctor Raúl

Una foto en este trance le permite afirmar una supuesta sucesión política, para tratar de heredar un liderazgo, para captar el arraigo popular de un líder histórico, o influir en el futuro del Partido Aprista.

Alan García le debe todo al APRA de Haya de la Torre pero su irresponsabilidad personal en el primer gobierno, el entreguismo a la derecha de su segundo mandato, y gobernar con la constitución de la dictadura de Fujimori y no restaurar la Constitución de Haya de la Torre de 1979 lo ubican como un desleal y como un traidor a la ideología aprista.

¿Que sucedía en Villa Mercedes en 1979?

El acceso a Villa Mercedes era controlado por Jorge Idiáquez, secretario personal de Víctor Raúl. El martes 6 de marzo de 1979 Haya de la Torre asistió a la última sesión plenaria de la Constituyente. El miércoles 7 de marzo, a las 9.35 de la noche, Idiáquez llevó a Haya al local de Alfonso Ugarte porque el Jefe tenía que dialogar con algunos dirigentes. Ese día sufrió un desvanecimiento y se retiró a Villa Mercedes.

Los médicos dispusieron enviar a Víctor Raúl al Anderson Cancer Center de Houston, Texas. El 10 de marzo se produjo el viaje. Acompañaron a Haya los médicos Fernando Cabieses, eminente neurólogo que recién se había incorporado al APRA y Luis Pinillos Ashton, joven cancerólogo, hijo de Luis Pinillos Ganoza primo de Víctor Raúl y médico de cabecera; su sobrino Alfonso Ganoza de la Torre, Carlos Enrique Melgar y Jorge Idiáquez. Ese día, Luis Alberto Sánchez, primer vicepresidente, asumió la presidencia de la Asamblea Constituyente.

Sólo ingresaban los autorizados, Alan García no estaba entre los escogidos

Haya regresó de Houston el 12 de abril de 1979. Entre esa fecha y el 2 de agosto, día de su fallecimiento, las visitas fueron estrictamente limitadas. Entre los autorizados a visitar a Haya estuvieron Edmundo Haya de la Torre, Fernando León de Vivero, Ramiro Prialé, Carlos Manuel Cox, Andrés Townsend, Armando Villanueva, Luis Alberto Sánchez, Carlos Enrique Melgar, sus sobrinos Alfonso Ganoza de la Torre y Marcia Orbegozo, los doctores Alvaro Celestino, Manuel Pizarro Flores, José Zegarra Puppi, Luís Pinillos (padre), Luis Pinillos (hijo), Guillermo Morales Stiglich, Fernando Tapia, Oscar Alvarado, César López y Carlos Cavero.

Atendían al Jefe la compañera Nury Zevallos de Idiáquez, Rosaura Orrego, Antonio "Mochero" Vásquez y una brigada que se reemplazaba cada siete horas.

A finales de abril de 1979 le sobrevino la trombosis y en las primeras semanas de mayo se trató de rehabilitarlo, siendo atendido por doce médicos y seis enfermeras, quienes se turnaban en su cuidado. El 12 de julio firmó la Constitución. El 2 de agosto de 1979 murió el fundador del APRA.

La foto trucada de Alan García en el lecho de muerte de Víctor Raúl

Con la finalidad de guardar un registro gráfico para la posteridad, se autorizó la toma de fotografías el 27 de julio de 1979, día en que el Gobierno Militar condecoró a Haya con la Orden del Sol del Perú en el más alto grado.

Llamó la atención que posteriormente apareciera una foto adulterada de Alan García visitando a Víctor Raúl. Como ya se ha indicado, Alan García no estuvo presente el 27 de julio de 1979, única fecha en que se autorizó las tomas fotográficas.

¿Quien ha fraguado la foto? ¿Por qué se ha engañado a la militancia aprista y al país?

Después de su primer gobierno se descubrieron muchas contradicciones de García Pérez: un exilio con adquisiciones inmobiliarias en Europa, juicios prescritos y un retorno apelando a la poca memoria sobre un gobierno con record histórico de hiperinflación.

En el APRA se cuestionó que García no cumpliese el Plan de Gobierno del Partido, que le hubiera dado la espalda al PAP y nuevamente se descubran casos de corrupción, impunidad y enriquecimiento.

Para Haya de la Torre existía una sola moral, en la familia, el trabajo, la sociedad y en el partido. Con sus actos Alan García ha demostrado que no es discípulo de Haya de la Torre, menos aún su heredero.

Hoy el partido de Haya de la Torre ya no es un partido popular. Es un minúsculo furgón de cola de la derecha, es un club electoral pro-imperialista, inmerso en inmoralidades, sin mistica, con juventudes manipuladas y descerebradas políticamente.

Fuente: Vanguardia Aprista

Agosto 1, 2015

Escribe: César Vásquez Bazán

James G. Blaine
Secretario de Estado de Estados Unidos entre marzo y diciembre de 1881

El 26 de abril de 1882, el ex-secretario de Estado de los Estados Unidos, James G. Blaine, se presentó citado como testigo ante el Comité encargado de investigar distintos problemas con Chile y Perú durante la Guerra del Pacífico. Blaine prestó su declaración por haber sido secretario de Estado entre marzo y diciembre de 1881.

Dos oraciones de Blaine fueron extraídas de su declaración y utilizadas por el historiador marxista británico Victor Gordon Kiernan en su artículo Foreign Interests in the War of the Pacific, publicado en 1955. Ellas se refieren a la afirmación de Blaine –que Kiernan no compartió inicialmente– en el sentido que es un error hablar del Conflicto del Salitre como una guerra chilena contra el Perú porque la Guerra del Pacífico fue en realidad una guerra inglesa contra el Perú, con Chile como instrumento. Sin embargo, en 1992, Kiernan reconoció que la satisfacción del capital europeo con la conquista de los territorios peruanos por el ejército de Chile fue tan obvia que Washington sospechó que la guerra era una trama europea, principalmente británica” (Kiernan 1992, 73).

Se presenta a continuación la declaración completa del ex-secretario Blaine tomada de documentos oficiales del Congreso de Estados Unidos en la que aparecen las dos oraciones citadas por Kiernan y el texto sobre el que el historiador prefirió guardar silencio. Se presenta más adelante los textos relacionados con la afirmación de Blaine traducidos al español.


Blaine: “La Guerra del Pacífico fue en realidad una guerra inglesa contra el Perú, con Chile como instrumento”
(House of Representatives 1882, 217-218)

Traducción

Blaine: ...El gobierno chileno ha anunciado la puesta en venta de un millón de toneladas de guano, que supongo valen sesenta millones de dólares en Liverpool. En el anuncio se compromete a entregar la mitad al Banco de Inglaterra en beneficio de los tenedores ingleses de bonos [peruanos] que conspiraron en esta guerra contra el Perú. Fue una confabulación. Eso es todo; fue saqueo y botín. No tuvieron tanta justificación como la tuvieron Hastings y Clive para lo que hicieron en la India. La guerra contra el Perú fue librada con el mismo interés que Clive y Hastings tuvieron en la India. [Al final] Inglaterra recoge todo para sí.

Pregunta: ¿Toda la guerra fue por este territorio? 

Blaine: Toda la guerra fue por este territorio que encerraba la riqueza.

Pregunta: Por el guano y los nitratos; ¿nada más?

Blaine: Sí; nada más. Fue para apoderarse de ellos. Es la vieja historia de la viña de Nabot, que lucía tan atractiva vista desde el palacio. Querían el territorio y estaban decididos a conseguirlo. Observé en los periódicos de esta mañana que la flota de guerra inglesa de siete grandes barcos acorazados ha decidido navegar desde el Callao hasta Valparaíso. En todo momento [los ingleses] han tenido allí una fuerza poderosa. Los ingleses la han tenido. Los acorazados que destruyeron a la armada peruana fueron provistos por Inglaterra, y el agente peruano vino a este país [EE. UU.] para ver si podía conseguir un buen buque en anticipación de la guerra, cuando [los peruanos] supieron que se avecinaba. Dijeron que no perdieron tiempo buscándolo en Inglaterra... Es un perfecto error hablar de esta guerra como una guerra chilena contra el Perú. Es una guerra inglesa contra el Perú, con Chile como el instrumento, y asumo la responsabilidad de esta afirmación. Chile nunca hubiera entrado ni una pulgada en esta guerra de no ser por el respaldo del capital inglés, y nunca hubo nada tan audaz en el mundo como cuando acordaron dividir el botín y lo saqueado. Dijeron que cada uno se quedaría con la mitad y que dividirían la herencia entre ellos...

El señor Belmont: Dijo Ud. que esto fue una confabulación para apoderarse del botín.

Blaine: Sí; sin embargo, pienso que los ingleses no hubieran ido tan lejos como lo hicieron si Estados Unidos no hubiera retrocedido.

El señor Belmont: Querían apoderarse del guano y los nitratos.

Blaine: Sí.

Nota: Blaine se refiere al Escuadrón del Imperio Británico en el Pacífico Sur conformado por los siguientes buques de guerra de Su Majestad Británica (HMS): Triumph, Pelican, Turquoise, Shannon, Thetis, Shah y Amethyst.

El desembarco y asalto de Pisagua como indicio de la colaboración británica con Chile

El 2 de noviembre de 1879 se produjo el asalto y desembarco chileno en el puerto no fortificado de Pisagua. Estuvieron presentes en la acción la corbeta inglesa Thetis y el crucero de la misma nacionalidad Turquoise, totalizando 21 naves extranjeras frente a Pisagua (Vicuña Mackenna 1880, II: 696).

Si bien los buques británicos no participaron en el bombardeo del pueblo de Pisagua, la presencia inglesa en el acto de invasión del Perú es una muestra de la comunicación y colaboración entre las armadas de Gran Bretaña y Chile
Corbeta inglesa HMS Thetisuno de los dos buques de guerra ingleses que acompañaron a la flota invasora chilena el 2 de noviembre de 1879 en el desembarco y asalto de Pisagua. Fue construida en 1871. Desplazaba 1,870 toneladas, con 2,275 caballos de fuerza.
(Acuarela de Rudolph de Lisle)

Crucero inglés HMS Turquoisesegundo buque de guerra británico que acompañó a la flota invasora chilena el 2 de noviembre de 1879 en el desembarco y asalto de Pisagua. La nave fue construida en 1876. Desplazaba 2,120 toneladas.
Alineación de la escuadra invasora chilena para el ataque a Pisagua
(Vicuña Mackenna 1880, 695-696, 700)

Obras citadas

House of Representatives for the First Session of the Forty-Seventh Congress 1881-’82. 1882. Chili-Peruvian Investigation. Report of Committee No. 1790. Washington: Government Printing Office.

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Vicuña Mackenna, Benjamín. 1880. Historia de la Campaña de Tarapacá 1879-1880.  Tomo II. Santiago de Chile: Rafael Jover Editor.

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Marzo 12, 2021
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Julio 11, 2020
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CHORRILLOS ANTES DE LAS ATROCIDADES DE CHILE EN LA GUERRA DEL PACÍFICO

Chorrillos años antes de la masacre, saqueo y destrucción perpetrados por Chile
Fotografías de Courret Hermanos y otras fuentes

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Vista general de Chorrillos

Plaza e Iglesia de Chorrillos antes del bombardeo por Chile, enero de 1881

Plaza e Iglesia de Chorrillos antes del bombardeo por Chile, enero de 1881


Malecón de Chorrillos y Bajada a los Baños de Agua Dulce, 1868 
(Foto: Courret Hermanos)

Plaza y Hotel de Chorrillos

Rancho del presidente José Antonio Pezet en Chorrillos, 1863 

Jardín interior del rancho en Chorrillos del presidente José Antonio Pezet, 1868 (Foto: Courret Hermanos)

Entrada al Malecón de Chorrillos, 1868, Al fondo, en zigzag, la subida al Salto del Fraile (Foto: Courret Hermanos)

Malecón de Chorrillos

Malecón y Glorieta de Chorrillos

Chorrillos antes de la destrucción chilena (Foto: Courret Hermanos)

Malecón de Chorrillos y Bajada a los Baños de Agua Dulce, 1868 (Foto: Courret Hermanos)

Chorrillos antes de la destrucción chilena

Rancho en la Calle Lima, Chorrillos, 1876 

CHORRILLOS DESPUÉS DE LAS ATROCIDADES CHILENAS EN LA GUERRA DEL PACÍFICO

Chorrillos en enero de 1881, tras la masacre, saqueo y destrucción perpetrados por Chile
Los soldados chilenos masacraron a la población de Chorrillos. Asaltaron, saquearon, incendiaron y destruyeron este famoso balneario de América del Sur, el cual quedó en las condiciones que se aprecian en la fotografía.

Plaza e Iglesia de Chorrillos destruidos por Chile, enero de 1881
Plaza e Iglesia de Chorrillos destruidos por Chile, enero de 1881

Casas de Chorrillos reducidas a escombros por Chile, enero de 1881

Lo que quedó de un hotel de Chorrillos tras el bombardeo de Chile, enero de 1881

Chorrillos destruido por Chile, enero de 1881

Calle Lima reducida a escombros por Chile, enero de 1881

Calle Lima reducida a escombros por Chile, enero de 1881

Destrucción en la Calle El Pellizco (hoy Bolognesi)

Calle Lima reducida a escombros por los genocidas chilenos, enero de 1881

Malecón de Chorrillos destruido por Chile, enero de 1881

Malecón de Chorrillos destruido por Chile, enero de 1881

Malecón de Chorrillos destruido por Chile, enero de 1881

Malecón de Chorrillos destruido por Chile, enero de 1881

Monumento a Cristóbal Colón decapitado por Chile, enero de 1881. Estaba ubicado en las Cuatro Esquinas de Chorrillos. 

Rancho de propiedad del presidente José Antonio Pezet arrasado por Chile, enero de 1881

Rancho Derteano arrasado por Chile, enero de 1881

Rancho Derteano arrasado por Chile, enero de 1881

Rancho Derteano arrasado por Chile, enero de 1881

Destrucción de Chorrillos tras la acción de Chile, enero de 1881

Escombros de una calle de Chorrillos tras la acción de Chile, enero de 1881

Casas de Chorrillos reducidas a escombros por Chile, enero de 1881

Chorrillos reducido a escombros por Chile, enero de 1881

Escombros de una calle de Chorrillos tras la acción destructora de Chile, enero de 1881

Casa de Chorrillos destruida por Chile, enero de 1881

Escombros de una calle de Chorrillos tras la acción de Chile, enero de 1881

Chorrillos en ruinas tras el bombardeo de Chile, enero de 1881

Otro ángulo de la destrucción cometida por Chile en la calle Lima, enero de 1881
  
Escombros de la calle El Pellizco de Chorrillos tras el asalto de Chile, enero de 1881

Escombros de una calle de Chorrillos tras el asalto de Chile, enero de 1881

Escombros de la calle Cuatro Esquinas de Chorrillos tras el asalto de Chile, enero de 1881

 Escombros de una calle de Chorrillos tras el asalto chileno, enero de 1881

Chorrillos en  escombros, destrucción originada por Chile, enero de 1881


Tropas chilenas asaltando y destruyendo Chorrillos, 13 de enero de 1881


Bajada a los Baños de Chorrillos, enero de 1881

Ferrocarril inclinado de Chorrillos (Funicular)

Fosa común tras la Batalla de San Juan

  Invasores chilenos tras la Batalla de San Juan

 Invasores chilenos tras la Batalla de San Juan

Invasores chilenos tras la Batalla de San Juan

Diciembre 23, 2011

BIBLIOTECA VIRTUAL DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

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TEXTOS PERUANOS

Paz Soldán, Mariano Felipe. 1884. Narración histórica de la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia. Buenos Aires: Imprenta y Librería de Mayo.

Cáceres, Andrés A. 1926. La guerra entre el Perú y Chile (1879-1883). Extracto de las Memorias de mi vida militar. Madrid: Editora Internacional.

Cáceres, Zoila Aurora (Evangelina). 1921. La campaña de la Breña. Memorias del Mariscal del Perú Don Andrés A. Cáceres. Narración histórica. Año 1881. Tomo I. Lima: Imprenta Americana. 

Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú. 1984. Cáceres: Conductor Nacional. Lima: Imprenta del Ministerio de Guerra.

Comisión Permanente de Historia del Ejército del Perú. 2014. Cáceres. Lima: Studio Digital Editores.
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República del Perú. 1879. Memoria que el Ministro de Relaciones Exteriores presenta al Congreso Extraordinario de 1879. Lima: Imprenta del Estado.

República del Perú. 1879. Contra-Manifiesto que el Gobierno del Perú dirige a los Estados amigos con motivo de la guerra que le ha declarado Chile. Lima: Imprenta del Estado.

Lavalle, José Antonio de. 1994. Mi misión en Chile en 1879 y anexos. Lima: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú.

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Espionaje y servicio de información de Chile en la Guerra del Pacífico

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Oficina Hidrográfica de Chile. 1879. Noticias de los Departamentos de Tacna, Moquegua i Arequipa i algo sobre la Hoya del Lago Titicaca. Santiago de Chile: Imprenta Nacional.
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Oficina Hidrográfica de Chile. 1879. Noticias sobre las provincias del litoral correspondiente al Departamento de Lima i de la Provincia Constitucional del Callao. Santiago de Chile: Imprenta Nacional.
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Vidal Gormáz, Francisco. 1880. Estudio sobre el puerto de IquiqueSantiago de Chile: Imprenta Nacional.

Oficina Hidrográfica de Chile. 1879. Jeografía náutica y derrotero de las costas del Perú. Arreglado según los documentos más modernosSantiago de Chile: Imprenta Nacional.
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Oficina Hidrográfica de Chile (Ramón Vidal Gormaz). 1879. Jeografía náutica de Bolivia. Segunda Edición. Anotada y con una cartaSantiago de Chile: Imprenta Nacional.

República de Chile, Ministerio de Guerra, Vargas, Moisés, editor. 1979. Boletín de la Guerra del Pacífico. Santiago: Editorial Andrés Bello.

Ahumada Moreno, Pascual. 1884. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo I. Valparaíso: Imprenta del Progreso.

Ahumada Moreno, Pascual. 1885. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo II. Valparaíso: Imprenta i Librería Americana. 

Ahumada Moreno, Pascual. 1886. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo III. Valparaíso: Imprenta i Librería Americana. 

Ahumada Moreno, Pascual. 1887. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo IV. Valparaíso: Imprenta i Librería Americana. 

Ahumada Moreno, Pascual. 1888. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo V. Valparaíso: Imprenta i Librería Americana. 

Ahumada Moreno, Pascual. 1889. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo VI. Valparaíso: Imprenta i Librería Americana. 

Ahumada Moreno, Pascual. 1890. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo VII. Valparaíso: Imprenta i Librería Americana. 

Ahumada Moreno, Pascual. 1891. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referente a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia conteniendo documentos inéditos de importancia. Tomo VIII. Valparaíso: Imprenta de la Librería del Mercurio. 

Vicuña, Manuel José. 1881. Carta política [sobre la Guerra Chileno-Peruana]. Lima: Imprenta de La Actualidad

Le Léon, Eugène. 1883. Souvenirs d’une mission a l’Armée Chilienne. Paris: Librairie Militaire L. Baudoin et Co.

Penton, Edwin John. 2017. Diario de Edwin John Penton a bordo de la fragata blindada Cochrane 1878-1882. Transcripción del original de Roger D. Clark. Traducción, adaptación y comentarios de Andrés Contador Zelada. Valparaíso: Corporación Patrimonio Marítimo de Chile / Imprenta de la Armada.

Nazer Ahumada, Ricardo. 2000. La fortuna de Agustín Edwards Ossandón: 1815-1878. Revista Historia, Vol. 33, 369-415. Santiago: Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile.
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Donoso, Salvador. 1881.  Oración fúnebre por los jefes, oficiales i soldados chilenos muertos en los combates de Chorrillos y Miraflores. Lima: Imprenta de “La Actualidad.
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Baquedano, Manuel. 1881. Partes oficiales de las batallas de Chorrillos y Miraflores libradas por el ejército chileno contra el peruano en los días 13 y 15 de enero de 1881. Santiago de Chile: Imprenta Nacional.

Ulloa C., Francisco. 1879. La Penitenciaría de Santiago [de Chile]. Lo que ha sido, lo que es i lo que debiera ser. Santiago de Chile: Imprenta de Los Tiempos”. 

Bunster, Enrique. 2003. Bala en boca. Buenos Aires: Biblioteca Virtual Universal. Editorial del cardo.

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Descargue aquí la edición PDF.

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Marzo 25, 2020
Etiquetas: [Caballito]  [El andarín de la noche]  [El caballo]  [El cuarto cerrado]  [Gacelas hermanas]  [José María Eguren]  [La niña de la lámpara azul]  [Los reyes rojos]  
Fecha Publicación: 2022-07-09T13:25:00.001-05:00

José María Eguren (1874-1942)

LA NIÑA DE LA LÁMPARA AZUL
José María Eguren
La canción de las figuras (1912)

En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.

Ágil y risueña se insinúa,
y su llama seductora brilla,
tiembla en su cabello la garúa
de la playa de la maravilla.

Con voz infantil y melodiosa
en fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.

Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.

De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.

LOS REYES ROJOS
José María Eguren
Simbólicas (1910)

Desde la aurora
combaten los reyes rojos,
con lanza de oro.

Por verde bosque
y en los purpurinos cerros
vibra su ceño.

Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.

Por la luz cadmio,
airadas se ven pequeñas
sus formas negras.

Viene la noche
y firmes combaten foscos
los reyes rojos.

EL CABALLO
José María Eguren
La canción de las figuras (1912)

Viene por las calles,
a la Luna parva,
un caballo muerto
en antigua batalla.

Sus cascos sombríos...
trepida, resbala;
da un hosco relincho,
con sus voces lejanas.

En la plúmbea esquina
de la barricada,
con ojos vacíos
y con horror, se para.

Más tarde se escuchan
sus lentas pisadas,
por vías desiertas
y por ruinosas plazas.

EL ANDARÍN DE LA NOCHE
José María Eguren
Sombra (1916)

El obscuro andarín de la noche
detiene el paso junto a la torre,
y al centinela
le anuncia roja, cercana guerra.

Le dice al viejo de la cabaña
que hay batidores en la sabana;
sordas linternas
en los juncales y obscuras sendas.

A las ciudades capitolinas
va el pregonero de la desdicha;
y en la tiniebla
del extramuro, tardo se aleja.

En la batalla cayó la torre;
siguieron ruinas, desolaciones;
canes sombríos
Buscan los muertos en los caminos.

Suenan los bombos y las trompetas
y las picotas y las cadenas;
y nadie ha visto, por el confín;
nadie recuerda
al andarín.

EL CUARTO CERRADO
José María Eguren
Sombra (1916)

Mis ojos han visto
el cuarto cerrado;
cual inmóviles labios su puerta…
¡está silenciado!…

Su oblonga ventana, como un ojo abierto,
vidrioso me mira;
como un ojo triste,
con mirada que nunca retira
como un ojo muerto.

Por la grieta salen
las emanaciones
frías y morbosas;
¡ay, las humedades como pesarosas
fluyen a la acera:
como si de lágrimas,
el cuarto cerrado un pozo tuviera!

Los hechos fatales
nos oculta en su frío reposo…
¡cuarto enmudecido!
¡cuarto tenebroso!
¡con sus penas habrá atardecido
cuántas juventudes!
¡oh, cuántas bellezas habrá despedido!
¡cuántas agonías!
¡cuántos ataúdes!

Su camino siguieron los años,
los días;
galantes engaños
y placenterías…;
en el cuarto fatal, aterido,
todo ha terminado;
hoy sus sombras el ánima oprimen:
¡y está como un crimen
el cuarto cerrado!

GACELAS HERMANAS
José María Eguren
Sombra (1916)

¡Gacelas hermanas!
Eran dos; en el bosque sombrío,
las vi en la mañana.

Luego reclinadas
en los dulces helechos hermosos,
las vi por la playa.

Ya tiernas, livianas
por los viejos caminos huían
del cuerno de caza.

Luego, en la montaña
al oculto dios campesino
oraban, oraban.

Y en la tarde blanca,
las vi muertas en claro de bosque
¡gacelas hermanas!

CABALLITO
José María Eguren
Rondinelas (1916-192?)

Caballito colorado
de los sueños desbocado,
que dirige sus carreras
al país de las quimeras;
al país de la dulzura,
caballito de figura.

Se vislumbra en la colina
su silueta peregrina.

Cree pastal la verde nube,
por el cerro sube, sube.

En la pista de la esfera
ha ganado la carrera.

Caballito del contento,
ve festivo con el viento,
a la villa cancionela
donde duerme la chicuela.

Brujo, dile en tu rondalla
que no sueñe con la playa,
con la espuma, con la yola,
de los mares la pianola,
con el tango la vihuela
de la quinta cancionela.

Tumba, bríndale segura,
encantada tu montura.

Dile, dile que la espero
caballito pinturero.

Agosto 10, 2013
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Fecha Publicación: 2022-07-05T17:22:00.000-05:00
http://goo.gl/6Id67T
También puede leer: Gaza, el imperialismo judeo-sionista y sus designios para Palestina.- Para entender lo que sucede en la Franja de Gaza

Escribe: César Vásquez Bazán
¿Quiere Ud. entender qué pasa en Gaza el día de hoy? Analice esta foto tomada en la ciudad de Haifa, Palestina, en abril de 1948. Puede Ud. observar a tres terroristas judeo-sionistas, armados con fusiles, integrantes de la banda conocida como Haganah, expulsando de su casa, de su tierra y de sus propiedades a una pacífica familia palestina.

Así fue cómo nació el Estado de Israel: sobre la base del robo y la desposesión, a punta de fusil, de los habitantes de Palestina. Para poder fundar Israel, el sionismo expulsó del territorio a ochocientos mil pobladores árabes, cuyas familias residían en Palestina desde siglos atrás. Como consecuencia de esta limpieza étnica se erigió artificialmente en tierra palestina el Estado Judío. Desde 1948, los palestinos expulsados por el sionismo tuvieron que refugiarse en ciudades como Gaza, o en otros países como Jordania o el Líbano.

Los palestinos fueron expulsados de sus tierras bajo amenaza de exterminio por las bandas judeo-sionistas. La foto muestra a los ninos de una familia de Haifa huyendo de la ciudad llevando sus pertenencias en cochecitos para escapar de la destrucción inminente anunciada por los terroristas israelitas.

Foto: Exodus, Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)

Los hombres palestinos, entre los diez y cincuenta años de edad, fueron enviados a campos de concentración.


Palestina despojada de su casa en la villa de Burj el-Shemali, tras el asalto sionista de 1948-49. La vivienda de esta pobre mujer quedó en el lado de lo que el Estado artificial de Israel considera hasta hoy su territorio. 
La mujer, con sus pequeños hijos, es impedida de ingresar a su hogar  por la alambrada de púas colocada por los judeo-sionistas para demarcar la denominada Línea Verde. La Green Line indicó el territorio invadido y retenido por los terroristas israelitas luego del Armisticio de 1949.

Foto: A Palestine refugee woman cut off from her home by the "Green Line"Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)


Europeos de religión judía, recién llegados a Palestina, saquean el pueblo de Aquir en mayo de 1948. Las bestias sionistas expulsaron a todos los habitantes palestinos y destruyeron la ciudad, dejando sólo cinco casas en pie.


 Palestinos masacrados en Deir Yassin


 Palestinos masacrados en Deir Yassin

 Palestinos masacrados en Deir Yassin


Barrio palestino de Manshiah, en Jaffa, devastado por los bombardeos de los terroristas judíos de Irgun en mayo de 1948

Elocuente retrato del sufrimiento de los palestinos en 1948 al ser expulsados de sus hogares, su tierra y sus propiedades por los terroristas sionistas


Una larga fila de camiones lleva a los palestinos expulsados de sus tierras y posesiones desde la ciudad de Gaza hasta Hebrón, en la Ribera Occidental, en 1949
Foto: Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)


Pocos lectores jóvenes conocen que el Estado de Israel se erigió sobre la base del robo y la usurpación de la tierra de los palestinos.


Palestinos expulsados de su propio país por los terroristas judeo-sionistas

Las casas, propiedades y tierras palestinas fueron apropiadas por sionistas recientemente emigrados de Europa.


Al ser expulsados de sus tierras por el judeo-sionismo, algunos palestinos intentaron cargar en camiones algunas de sus propiedades.

En 1948, ochocientos mil seres humanos fueron expulsados de Palestina por los terroristas sionistas, como puede apreciarse en esta foto.



Palestinos en la Marcha de la Muerte, iniciada tras la masacre sionista en Lydda, el 11 de julio de 1948. Centenares de habitantes fueron fusilados en la mezquita Dahmash. Cuarenta mil residentes fueron expulsados de la ciudad.
El nacional-sionismo expulsó a los habitantes nativos de Palestina luego de cometer múltiples masacres y crímenes de guerra contra los árabes.



Mujeres, niños y ancianos palestinos son expulsados de sus hogares


Miles de palestinos intentaron huir de los bombardeos sionistas escapando por las playas.
En 1967, cuatrocientos mil palestinos tuvieron que huir del terror implantado por los judeo-sionistas atravesando el río Jordán a través del Puente Allenby. Días después el puente sería destruido por las bestias israelitas.


La huída de los palestinos continuó a través de un nuevo puente tendido sobre el río Jordán (1967)


Familias palestinas huyen de la villa de al-Falouja, treinta kilómetros al nordeste de Gaza, expulsadas en 1949 por el terror implantado por las bandas terroristas judeo-sionistas Irgun, Stern y Haganah. Los palestinos fueron expulsados inmisericordemente de sus casas, sus olivares y sus campos cultivados.

Foto: ExodusOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)


Ancianos expulsados de su propio país por la pesadilla sionista.

Palestinos en la playa de Gaza tratando de abordar un bote pesquero para huir del terrorismo judeo-sionista (1948).

Foto: Palestinians on fishing boats by Gaza beach in 1948Organismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)


Campo de concentración de palestinos de Nahr al-Barid, en el norte de Líbano, a fines de 1948.

Los destinos de los expulsados eran Líbano, en el norte, y Gaza y Egipto en el sur.



Un anciano palestino en el campo de concentración de refugiados Baqaa en Jordania. 


Refugiados palestinos descargan alimentos en la playa de Gaza, 1948

Foto: Palestinians bringing goods from ships to the Gaza shoreOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)


Ancianos palestinos expulsados de su hogar por el Estado artificial de Israel. Los terroristas judeo-sionistas se apoderaron de su casa, sus tierras y sus propiedades. La pareja aparece en el campo de concentración de refugiados en Ein el-Hiweh (Líbano).

Foto: Old Palestinian couple by their tent in Ein el-Hiweh campOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)


Pobladores nativos expulsados de Palestina por los sionistas. Se encuentran en el campo de concentración de refugiados de Nahr el-Bared, en el Líbano, 1950

Foto: Palestine refugee men in Nahr el-Bared camp in LebanonOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)

Familia palestina expulsada de su hogar por los terroristas israelitas, espera para recibir una tienda de campaña en el campo de concentración de refugiados de Burj el-Shemali, en el Líbano, 1951.

Foto: A Palestine refugee family waits to receive a tent, Burj el-Shemali campOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)

Escuela de Naciones Unidas para niños palestinos en el campo de concentración de refugiados de Jalazone en la ribera occidental del río Jordán (1951)

Foto: UNRWA started schools for Palestine refugee childrenOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)

 Niños expulsados por Israel de sus hogares en Palestina, aparecen en la escuela levantada en tiendas de campaña en Khan Younis, Gaza, 1950.

Foto: Palestine refugee boys in tent school in Khan Younis, GazaOrganismo de las Naciones Unidas para las Obras Públicas y Ayuda a los Palestinos Refugiados en el Cercano Oriente (UNRWA)

1.  El 14 de mayo de 1948, como consecuencia de la imposición de la fuerza bruta nacional-sionista sobre la población nativa de Palestina, europeos de religión judía provenientes de Rusia, Alemania, Polonia, otros países de Europa Oriental y, en menor número de otras naciones, declararon en forma unilateral la creación del Estado de Israel, el mismo que se asentaría inicialmente sobre el 77% del territorio de Palestina.

2.   Con el fin de llevar adelante dicha declaración, los nacional-sionistas sólo tuvieron en cuenta la satisfacción de sus propios intereses. A pesar de saber que a fines de 1947 y comienzos de 1948 la población de Palestina ascendía a dos millones de habitantes, los nacional-sionistas no consultaron en ningún momento la opinión de 1,350,000 habitantes árabes nativos, es decir 68% de la población del país. (Para fines comparativos, debe indicarse que la población sionista ascendía a 650 mil personas.)

3.  Usualmente, se afirma, de manera incorrecta, que el Estado de Israel fue “creado” el 29 de noviembre de 1947 como resultado de una Resolución de Partición del Territorio de Palestina adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es necesario tener presente que las Naciones Unidas carecen de funciones ejecutivas o legislativas. Por ello no tienen atribuciones para crear estados. Sus resoluciones tienen el carácter de recomendaciones a las partes.

4.  La Resolución de Partición del Territorio de Palestina contemplaba la creación de dos estados cuya vida institucional se iniciaría el 15 de mayo de 1948. Uno de ellos sería el Estado Judío, que ocuparía el 56% del territorio de Palestina, y el otro pasaría a ser el Estado Árabe, sobre el 42% del territorio palestino. El 2% restante correspondería a la Zona Internacional de Jerusalén y alrededores que quedaría bajo la administración de las Naciones Unidas. La implementación de la creación de ambos estados y de la Zona Internacional de Jerusalén se encomendó a una comisión de cinco países miembros que no llegó a funcionar por la violencia impuesta por Israel.

5.  En la adopción de la Resolución de Partición de Palestina, las Naciones Unidas tampoco consultaron la opinión de los habitantes nativos. Estados Unidos y la Unión Soviética, principales potencias dominantes, se negaron a aceptar que la ONU realizara un referéndum en Palestina, consulta en la cual los presuntos futuros habitantes de los nuevos estados hubieran podido expresar su voluntad. Igualmente, la ONU, dominada por ambas potencias, se negó a solicitar la opinión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la partición de Palestina.

6. Tal cual era de esperarse, la población nativa de Palestina, cuyos antepasados se asentaron allí desde por lo menos doce siglos atrás, rechazó la Resolución de Partición, por considerarla ilegal, inmoral e indigna. Por su lado, el sionismo la aceptó como un punto de partida en sus ambiciones territoriales imperialistas. Sin embargo, como los hechos posteriores lo demostraron, particularmente el asesinato por los sionistas en 1948 del mediador de las Naciones Unidas, la Resolución de Partición de la ONU no satisfizo los afanes expansionistas del nacional-sionismo.

7. Con la finalidad de apoderarse de todo el territorio de Palestina e inclusive de áreas más allá de Palestina, supuestamente integrantes de un mítico Imperio de “Gran Israel” (Eretz Israel), el nacional-sionismo llevó a cabo entre el 29 de noviembre de 1947 y el 14 de mayo de 1948 una campaña de genocidio y limpieza étnica del pueblo nativo. A ella se aunó la expulsión de Palestina de los árabes sobrevivientes, la apropiación ilícita de sus tierras, y el pillaje y/o destrucción de sus propiedades. Fue así como 418 ciudades y villas palestinas fueron destruidas por el sionismo, trece mil palestinos nativos fueron asesinados, y los sobrevivientes, en número de ochocientos mil, fueron arrojados a campos de concentración como supuestos “refugiados”. Por decisión unilateral nacional-sionista, barrios residenciales, centros comerciales, escuelas, bancos, hospitales, clínicas, mezquitas, iglesias, edificios y servicios públicos propiedad de los palestinos, fueron apropiados por Israel en lo que puede considerarse como el más grande genocidio, saqueo, pillaje y robo de la historia contemporánea.

8. Los métodos utilizados por los nacional-sionistas en la limpieza étnica de Palestina fueron diversos. Los principales fueron las masacres de pueblos enteros y los diversos actos de terrorismo practicados contra los palestinos. Entre los asesinatos colectivos más conocidos ejecutados por el nacional-sionismo pueden mencionarse las masacres de Deir Yassin, Balad Esh-Sheikh, Sa’sa’, Lydda, Hula, Ed-Dawayimeh y la recientemente revelada masacre de Tantura.

9. En el genocidio practicado por los sionistas contra la población palestina, un rol importante le cupo a dos grupos terroristas. Ellos fueron las bandas criminales Irgun, encabezada por Menachem Begin, y Stern. La primera de ellas, entre otras acciones, dinamitó en 1946 el Hotel King David de Jerusalén, asesinando a más de noventa ingleses, árabes y judíos. Asimismo, fue responsable de la masacre de Deir Yassin, en la que los sionistas quitaron la vida a 254 palestinos, mayormente mujeres, niños y ancianos. Por su lado, el grupo terrorista sionista Stern asesinó a balazos el 17 de septiembre de 1948 al Conde Folke Bernadotte, mediador de Naciones Unidas que se proponía implementar la resolución original de la ONU. El asesinato del mediador de las NN.UU. pinta de cuerpo entero a los criminales sionistas, puesto que Bernadotte, como presidente de la Cruz Roja Sueca, salvó de la muerte a muchos prisioneros judíos de los campos de concentración nazis. La banda Stern le agradeció el esfuerzo ultimándolo de seis balazos.

10. La anterior exposición resume los orígenes terroristas y criminales del Estado de Israel. Como política de estado, el judeo-sionismo ha intentado suprimir la historia de la limpieza étnica de Palestina y ha tratado de evitar que estos hechos sean del conocimiento de la opinión pública internacional. Usualmente, el sionismo presenta la creación de Israel y la ocupación de Palestina como si se tratara de un territorio vacío, no ocupado por nadie. La realidad es muy distinta: más de ochocientos mil seres humanos fueron expulsados de Palestina por el sionismo, robados de sus propiedades y condenados a vivir como parias hasta el día de hoy. Tal el fundamento de genocidio, crímenes contra la humanidad y robo sobre el que se ha edificado el Estado artificial de Israel.

© César Vásquez Bazán, 2008
Todos los derechos reservados/ 
Mayo 5, 2008
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Fecha Publicación: 2022-07-01T11:11:00.000-05:00
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Traducción: César Vásquez Bazán

La Revolución Aprista de Trujillo del 7 de julio de 1932 en los despachos de la Embajada de Estados Unidos en Lima

Combatientes apristas de la Revolución de Trujillo luchando en Mansiche
7 de julio de 1932



Insurrección en Perú
United States Government Printing Office 1948, V: 944-964

PERÚ
Insurrección en Perú

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (William C. Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 7, 1932 − 2:00 p.m.
[Recibido: 3:45 p.m.]
96. Un levantamiento radical se ha producido hoy temprano en Trujillo. Actividades militares en Lima pero no hay desórdenes.
Burdett
Manuel Búfalo Barreto Risco
Líder de la Revolución de Trujillo 1932

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 8, 1932   10:00 a.m.
[Recibido: 12:40 p.m.]
97. El levantamiento de Trujillo es aprista y es el más serio desde marzo de 1931 (1). Después de una lucha callejera con treinta bajas reportadas, los rebeldes controlan la ciudad y el Valle de Chicama. Los rebeldes informaron estar bajo el mando del Coronel Rubén del Castillo y de Agustín Haya de la Torre hermano de Víctor [Raúl Haya de la Torre].
Seis aviones bombarderos, con base en Lima, se encuentran hoy en Chimbote. Avión de Panagra fue requisado para llevar gasolina a dichos bombarderos.
A bordo del crucero Grau partió anoche hacia Trujillo el regimiento Séptimo de Infantería. Un destacamento de la Guardia Republicana está partiendo hoy.
Los intereses estadounidenses en la región de Trujillo son Grace y Northern Peru Mining and Smelting Company.
Ley marcial desde el mediodía de ayer. Lima tranquila. Se informa que la región del sur está en calma.
Burdett
(1) Véase Foreign Relations, 1931, vol. II, pp. 905 ff.

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 8, 1932   10:00 p.m.
[Recibido Julio 9 − 12:03 a.m.]
98. Setecientos soldados van camino a Trujillo. El Gobierno ha cerrado oficialmente los puertos de Salaverry, Puerto Chicama, Huanchaco, que se encuentran en manos de los rebeldes.
Agustín Haya de la Torre ha telegrafiado al gobierno amenazando con ejecutar a los prisioneros a menos que su hermano [Víctor Raúl Haya de la Torre], encarcelado en Lima, sea liberado.
Treinta y cinco ciudadanos estadounidenses se encuentran en el distrito de Trujillo, principalmente en Cartavio, hacienda azucarera de la Grace. Las comunicaciones se encuentran interrumpidas en todo el distrito, pero se cree que todos los estadounidenses están seguros. El movimiento es anti-Sánchez Cerro no anti-extranjero. Lima relativamente tranquila; la región del sur en calma. El desarrollo de los acontecimientos depende de la dudosa lealtad del Ejército, la Armada y el servicio de Aviación.
Burdett
Agustín Cucho Haya de la Torre
Líder de la Revolución de Trujillo 1932

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima,  Julio 9, 1932   2:00 p.m.
[Recibido 4:10 p.m.]
99. Ayer [julio 8, 1932], Trujillo fue bombardeado desde el aire. Ciudadanos prominentes telegrafiaron al Gobierno el 9 de julio, a la 1 p.m., ofreciendo la rendición de la ciudad para evitar más bombardeos. Después de capturar Salaverry las tropas avanzan contra los rebeldes desde tres frentes. La revuelta debería ser puesta bajo control rápidamente si las tropas continúan siendo leales.
La Embajada está intentando comunicarse con Whyte (2) para averiguar acerca de la seguridad de los estadounidenses. Nada indica que hayan sufrido daños. El piloto de Panagra informa que desde el aire no se aprecia nada anormal en Cartavio. Los despachos de prensa desde Lima están siendo estrictamente censurados.
Burdett
(2) Neil Whyte, agente consular en Salaverry.

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 9, 1932   4:00 p.m.
[Recibido 6:14 p.m.]
100. En referencia al cable de hoy del Jefe de la Misión Naval de Estados Unidos a la Inteligencia Naval respecto a la solicitud peruana de bombas aéreas navales de Panamá, esto fortalecería la posición de la Misión Naval. Sin embargo, el movimiento revolucionario puede ser suprimido sin bombardeo aéreo. Probablemente los aviadores peruanos  matarían a civiles indefensos que no participan en los combates. La Embajada sugiere que el Departamento [de Estado] aplace la aprobación hasta después que termine el movimiento revolucionario en Perú, que probablemente sea muy pronto.
Burdett
Alfredo Tello Salavarría
Líder de la Revolución de Trujillo 1932
“Haremos de cada surco una trinchera y de cada caña un fusil”

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 11, 1932   9:00 a.m.
[Recibido 1:05 p.m.]
101. Anoche, el presidente [Sánchez Cerro] en forma personal y con carácter de urgencia, pidió a Harold R. Harris, gerente de Panagra, la asignación del avión trimotor [Ford] con piloto estadounidense para llevar municiones a la zona afectada por el movimiento revolucionario. Declaró enfáticamente el derecho contractual del Gobierno de requisar aviones y personal de Panagra en caso de desorden interno. El presidente [Sánchez Cerro] tiene pensado enviar a un piloto peruano como pasajero y luego declarar que el avión fue pilotado por peruanos.
Un punto que hasta ahora no se ha tratado es que si bien el contrato es entre el Gobierno y Peruvian Airways [Corporation], ésta última no es propietaria de los aviones, sino que los alquila de Pan American [Grace Airways - Panagra]. Por el bien de Panagra y para asegurar futuras relaciones armoniosas no es prudente plantear este tecnicismo en esta etapa.
Mi consejo para Harris: que permita que el Gobierno solicite un avión de acuerdo con la estipulación del contrato, que [no?] cuestione por ahora la propiedad de los aviones de Peruvian Airways; que permita pero que no disponga la ida de los pilotos, ellos deben presentarse libremente como voluntarios sin presión de ninguna fuente y deben entender que lo hacen a su propio riesgo sin responsabilidad por parte de Panagra o del Gobierno Peruano en cuanto a sus vidas o su bienestar. En caso que el correo internacional sufra interferencia, o si los aviones son utilizados para ataques aéreos, o si son llevados a una zona de combate, la Embajada presentará inmediatamente una severa protesta formal.
Se solicita la aprobación del Departamento [de Estado].
Burdett


Harold R. Harris, notable piloto estadounidense que participó en la fundación de Pan American Grace Airways (Panagra), empresa en la que cumplió funciones como vicepresidente y director de operaciones. En forma paralela, fue vicepresidente de la Peruvian Airways Corporation, creada en 1929 con el fin de obtener del Gobierno Peruano la concesión de transporte del correo además de prestar el servicio de transporte de pasajerosPeruvian Airways operaba con aviones que alquilaba de Panagra (dos aviones trimotores Ford y cuatro aviones Fairchild FC-2).

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Secretario de Estado al Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett)
Washington, Julio 11, 1932   7:00 p.m.
31. Con respecto a su [telegrama No.] 100, del 9 de julio, 4 p.m. el Departamento [de Estado] entiende, por información proporcionada por el Departamento de Marina [de Estados Unidos], que el Jefe de la Misión Naval informó a las autoridades peruanas que su solicitud [de bombas] debe ser transmitida a través de la Embajada del Perú en Washington. Por lo tanto, el Departamento no tomará ninguna medida a menos y hasta que la Embajada del Perú trate el asunto aquí.
Stimson
Henry Lewis Stimson
Secretario de Estado de Estados Unidos (1929-1933)
Abogado de Wall Street y político republicano

823.00 Revoluciones/323: Telegramas
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 12, 1932   9:00 a.m.
[Recibido 11:40 a.m.]
103. La Embajada se ha enterado, de  fuente fidedigna, que hasta el 11 de julio a las 4 p.m. Trujillo estaba parcialmente ocupado por el Gobierno y que la lucha callejera y los disparos continuaban. Las bajas totales exceden cien.
Los únicos estadounidenses que se cree están en la ciudad son H. A. Jaynes, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, y Arthur Erickson, misionero pentecostal.
La situación en Lima es normal.
Burdett

823.00 Revoluciones/843
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 12, 1932   4:00 p.m.
[Recibido 6:15 p.m.]
104. En referencia a mis telegramas No. 101, y No. 102, del 11 de julio, [9 a.m. y] 11 a.m. (3). Anoche  regresé a salvo después de haber sido obligado a aterrizar, bajo fuego, en las afueras de Trujillo. La Embajada envió hoy una nota formal de protesta al Ministro de Relaciones Exteriores. En caso que se soliciten más aviones de Panagra, [la Embajada] se esforzará por evitar que pilotos estadounidenses vuelen bajo órdenes del Ejército [Peruano], a menos que el Departamento [de Estado] indique lo contrario.
Hoy Trujillo se encuentra en manos del Gobierno. Todos los estadounidenses en Cartavio están seguros. Imposible obtener información sobre el bienestar de otros en el distrito.
Burdett
(3) El telegrama 102 no ha sido impreso.

823.00 Revoluciones/343
El Embajador del Perú (Manuel de Freyre y Santander) al Secretario de Estado
El Embajador del Perú saluda a Su Excelencia el Secretario de Estado y, en referencia a la nota de la Embajada [de Estados Unidos en Perú] del 9 de julio de este mes (4), tiene el honor de exponer de la siguiente manera la cantidad de material de guerra solicitado por el Gobierno del Perú: ciento cincuenta bombas de cincuenta libras y ciento cincuenta bombas de veinte libras.
Washington, 12 de julio de 1932
(4) No impresa
Manuel de Freyre y Santander
Embajador de Perú en Estados Unidos entre 1930 y 1944

823.00 Revoluciones/334: Telegrama
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 13, 1932   11:00 a.m.
[Recibido 1:20 p.m.]
105. Anoche regresó a Lima el avión Faucett. El piloto informa que fue atacado sobre Laredo. El 12 de julio a las 5 p.m. los rebeldes mantenían en su poder el suburbio de Trujillo. Continúan los combates. El Gobierno fusila a todos los prisioneros capturados con armas. Se ha verificado que no combatientes fueron asesinados y que muchas atrocidades han sido cometidas por ambas partes.
Whyte está a salvo en Salaverry, pero informa que no puede comunicarse con Trujillo.
Burdett


Los fusilamientos de Chan Chan, obra del pintor Felipe Cossío del Pomar, recuerda la ejecución sumaria de los luchadores de la Revolución de Trujillo del 7 de julio de 1932

823.00 Revoluciones/335: Telegrama
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima,  Julio 13, 1932   1:00 p.m.
[Recibido 3:26 p.m.]
106. Refiriéndome a mi telegrama No. 104, esta mañana el gobierno requisó el avión Fairchild de Panagra utilizando un piloto peruano. Pidió el avión Ford a Harris y un piloto estadounidense debido a que los peruanos no pueden volar un avión trimotor. Harris respondió que la Embajada se negó a autorizar a los estadounidenses a volar sobre zonas en que se estén desarrollando hostilidades. El Ministro de Relaciones Exteriores me llamó y considerablemente agitado amenazó con la rescisión del contrato de Peruvian Airways, a menos que se ponga a disposición del Gobierno material y personal durante la revolución. Me inhibí de presentar una protesta contra el uso de aviones, pero reiteré la posición de la Embajada que se esforzaría por evitar que los pilotos estadounidenses volaran a la zona en peligro.
La Embajada cree que el Gobierno desea establecer una base no impugnada que le permita utilizar los aviones Panagra cada vez que ocurran revoluciones o desórdenes políticos en cualquier lugar del Perú, poniendo a Panagra en la posición de auxiliar de la aviación militar peruana.
Burdett

823.00 Revoluciones/336: Telegrama
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Secretario de Estado
Lima, Julio 13, 1932   4:00 p.m.
[Recibido 4:45 p.m.]
107. Después del telegrama de Whyte:
13 de julio, 11 a.m. Todos los estadounidenses en Trujillo bien.
Burdett

823.00 Revoluciones/336: Telegrama
El Secretario de Estado al Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett)
Washington, Julio 13, 1932  6:00 p.m.
33. En referencia a su telegrama No. 101, del 11 de julio, 9 a.m. y No. 104, del 12 de julio, 4 p.m. El Departamento  [de Estado] asume que su consejo a Harris (su telegrama No. 101) se dio de manera informal y personal y que le hizo evidente [a Harris] que la responsabilidad de tomar una decisión sobre el suministro de aviones y pilotos y la participación en conflictos internos recae en la compañía o sus representantes en Perú.
De su telegrama No. 104 se observa que la Embajada [de Estados Unidos en Lima] realizó una protesta formal ante el Ministro de Relaciones Exteriores por el hecho que el avión fue utilizado en la zona de combate. El Departamento [de Estado] cree que cualquier otra manifestación que le parezca aconsejable debe ser de carácter informal y debe basarse en una amplia base de políticas, con referencia particular a la interferencia en el envío del correo, en lugar de hacerlo por motivos estrictamente legales. En relación con esto, remítase al despacho No. 976 de la Embajada del 30 de mayo de 1928 (5) que transmite el texto de la concesión (que posteriormente fue transferida a Peruvian Airways) que establece en el Artículo 9 que en caso de desórdenes internos los aviones deberán ponerse a disposición del Gobierno.
El Departamento [de Estado] comparte su punto de vista que no es aconsejable que los estadounidenses participen en operaciones militares y, si lo hacen, es, por supuesto, bajo su propio riesgo.
Stimson
(5) No impreso; para acceder a la correspondencia relacionada véase Foreign Relations, 1928, vol. I, pp. 800-805.

823.00 Revoluciones/345
El Secretario de Estado al Embajador de Perú en Estados Unidos (Freyre)
Washington, Julio 15, 1932
Excelencia:
Tengo el honor de acusar recibo de las amables comunicaciones de Su Excelencia del 9 y 12 de julio de 1932 (6), preguntando de acuerdo con instrucciones de su Gobierno sobre la posibilidad que Estados Unidos le venda 300 bombas explosivas para aviones bombarderos, material que debería ser entregado en la Zona del Canal [de Panamá]. Mi Gobierno ha considerado detenidamente esta solicitud y lamenta que el Departamento de Guerra encuentre imposible agotar sus reservas de bombas en este momento.
Acepte [etc.]
Por el Secretario de Estado: Francis White
(6) La comunicación del 9 de julio no se imprimió.


Fred Morris Dearing
Embajador de Estados Unidos en Perú

823.00 Revoluciones/347: Telegrama
El Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) al Secretario de Estado
Lima, Julio 17, 1932 − mediodía
[Recibido 2:10 p.m.]
109. En referencia a mis telegramas No. 105 y No. 107. La lucha en las cercanías de Trujillo ha concluido, pero bandas rebeldes dispersas operan en las montañas al este de Trujillo. La Corte Marcial funciona y ya se han realizado varias ejecuciones sumarias. Ayer se celebró en Lima imponente funeral de los oficiales asesinados en Trujillo. El acto fue usado como demostración de fuerza por el Gobierno y para efectos políticos.
Fuerte descontento subyacente se observa en Lima y en todo el país. Se efectúan detenciones en gran escala. Todos los despachos de prensa, incluidos los de Associated Press y United Press son dictados por el Gobierno y el Departamento [de Estado] no debe confiar en su exactitud.
Dearing

823.00 Revoluciones/354
El Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) al Secretario de Estado
No. 1938
Lima, Julio 18, 1932 
[Recibido Julio 25]
Señor: Tengo el honor de confirmar mis telegramas No. 101, del 11 de julio, 9 a.m., No. 104, del 12 de julio, 4 p.m. y No. 106, del 13 de julio, 1 p.m., sobre la requisición de aviones y pilotos de Pan American Grace Airways [Panagra] durante los recientes problemas revolucionarios. 
El Gobierno funda su derecho de utilizar estos aviones y pilotos en el contrato entre el Gobierno Peruano y Huff-Daland Dusters, Inc., del 28 de mayo de 1928, que en su novena sección establece que en caso de disturbios internos graves, los aviones, los elementos y el personal de la Compañía se pondrán gratuitamente a disposición del Gobierno. La Peruvian Airways Corporation sucedió a Huff-Daland Dusters, Inc. en la operación de las líneas aéreas peruanas, pero los aviones son propiedad de Pan American Grace Airways y no de Peruvian Airways. Se considera que el empleo de estos aviones por el Gobierno Peruano durante movimientos revolucionarios locales conduciría a resultados desafortunados. Se considera que si el Gobierno se encontrara en una situación difícil, agradecería que se produjeran averías en un avión de Panagra o daños a un piloto estadounidense si se pudiera demostrar que los rebeldes infligieron ese daño y, en consecuencia, podría utilizarse como argumento para solicitar la ayuda estadounidense. Con aviones estadounidenses pilotados por pilotos estadounidenses y lanzando bombas desde el aire, cualquier gobierno transitorio en Lima podría sostenerse en el poder indefinidamente contra casi cualquier oposición posible en el Perú. Creo que el Gobierno desea ahora establecer un precedente incontestado por el cual pueda emplear aviones Panagra cuando ocurran en Perú revoluciones o desórdenes políticos. El Gobierno estaría en condiciones de decir cuáles de estos desórdenes serían considerados dentro del ámbito de aplicación de su contrato con Peruvian Airways. Tal acción colocaría a Panagra en la posición de auxiliar de la aviación militar peruana. El Capitán Harold R. Harris, Vicepresidente y Gerente General de Panagra con residencia en Lima, creyó que no era político mencionar en ese momento que los aviones no eran propiedad de Peruvian Airways. Este punto nunca ha sido mencionado al Gobierno Peruano.
El 7 de julio el Gobierno solicitó un avión de Panagra para llevar un cargamento de gasolina de Lima a Chimbote. Un ciudadano estadounidense, con el consentimiento del capitán Harris, pilotó el avión. La gasolina fue entregada a aviadores militares peruanos en Chimbote y el avión regresó a Lima. Este viaje fue considerado puramente comercial.
La noche del 11 de julio, el Capitán Harris fue llamado a Palacio [de Gobierno] para sostener una conferencia con el Presidente [Sánchez Cerro]. Este último declaró perentoriamente su intención de hacer valer los derechos contractuales del Gobierno para hacerse cargo de los aviones y el personal de Panagra que fueran necesarios durante la revolución existente. Específicamente, el Presidente declaró  que quería que un avión trimotor Ford volara al norte el 12 de julio. Tanto el Presidente como el Ministro de Marina aseguraron al Capitán Harris que se esforzarían para que el avión transportara únicamente material de naturaleza no militar, y ambos dieron la seguridad que los aviones no serían llevados a la zona de hostilidades, que en ese momento se limitaba a las inmediaciones de Trujillo.
Panagra mantiene dos Ford de reserva y dos Fairchild de reserva en el aeropuerto de Lima. Los aviadores militares peruanos no pueden volar aviones [trimotores] Ford, pero pueden volar aviones monomotores Fairchild.
Trimotor Ford de Panagra. Fue bautizado como Santa Rosa.

El Capitán Harris solicitó el consejo de la Embajada e hizo saber que era extremadamente reacio a entregar sus aviones o pilotos al Gobierno peruano. Las razones de esta actitud eran obvias.
El Sr. Burdett aconsejó informal y extraoficialmente al Capitán Harris que permitiera al Gobierno [Peruano] requisar los aviones de reserva y que se abstuviera de basar su oposición a tal requisición usando el argumento [que los aviones] no eran propiedad de Peruvian Airways, reservando este punto para su uso posterior si fuera necesario. Debería permitir que los pilotos vuelen bajo órdenes militares pero no ordenarles que lo hagan; informar a los pilotos estadounidenses que deberían ser voluntarios sin presión de ninguna de las partes y entender claramente que estaban volando acatando órdenes del Gobierno [Peruano], bajo su propio riesgo y sin responsabilidad por parte de Panagra, y recordar a los pilotos que al someterse a las órdenes militares peruanas perderían sus derechos a la protección del gobierno estadounidense.
El Sr. Burdett informó además al Capitán Harris que, en caso que el correo internacional sufriera demoras o interferencias, o en caso que los aviones fueran utilizados para ataques aéreos u ordenados a volar sobre la zona de fuego, la Embajada haría una protesta formal inmediata.
En la mañana del 11 de julio el Capitán Harris acompañado por el Sr. H. V. Farris, Jefe de Operaciones de Panagra, informó al piloto Thomas Jardine, ciudadano estadounidense, del deseo del Gobierno de utilizar un avión Ford y repitió la conversación que tuvo la noche anterior con el Sr. Burdett. Jardine declaró que entendía las condiciones y que asumiría el riesgo. Salió de Lima el 11 de julio con un oficial del ejército peruano y varias maletas que Jardine supuso contenían municiones.
El Sr. Jardine informó que le ordenaron ir a Chimbote, de allí a Casa Grande, y de allí a Trujillo, donde se le ordenó que aterrizara en el campo de aviación Faucett que está en el límite de la ciudad. Obedeció las órdenes militares al aterrizar en Trujillo y no tuvo conocimiento, hasta que aterrizó, que el campo estaba bajo fuego de fusil. Después del aterrizaje, se le ordenó mover el avión y colocarlo detrás de un muro de adobe para protegerlo de las balas que volaban desde el centro de la ciudad, que en ese momento estaba en manos de los rebeldes. Dos aviones militares también estaban en el campo y la sede de la infantería atacante estaba en este mismo campo, detrás de algunos edificios. Está claramente establecido que el aterrizaje de Jardine en esta posición expuesta durante un enfrentamiento militar puso en peligro su vida y seguridad. El sentimiento en Trujillo contra los aviadores fue muy violento, y se produjo solo dos días después del bombardeo de la ciudad por los aviadores del Gobierno lo que enfureció tanto a la gente que asesinaron a muchos prisioneros de la manera más atroz. Si Jardine hubiera sido forzado a bajar en cualquier territorio controlado por los rebeldes habría sido asesinado sin contemplaciones.
El 12 de julio el Sr. Burdett envió una nota de protesta al Ministro de Relaciones Exteriores, una copia de la cual se adjunta. La expresión presencia de ciudadanos estadounidenses en el cuarto párrafo de dicha nota se refería al envío de ciudadanos estadounidenses al territorio de operaciones militares y no se refería a aquellos ciudadanos estadounidenses que se encontraban en territorio hostil, como por ejemplo, los estadounidenses en los campamentos de la Northern Peru Mining and Smelting Company. Desde luego, no se pretendía hacer que el Gobierno intentara rescatar a esos estadounidenses. Esta expresión ambigua en la nota será explicada en caso que la nota se discuta más con el Ministro de Relaciones Exteriores.
En el tercer párrafo de la nota, la inclusión de cualquiera de justo antes de las varias repúblicas habría aclarado el texto.
El Ministro de Relaciones Exteriores respondió a esta nota con fecha 13 de julio, copia que se adjunta con la respectiva traducción.
Además de enviar la nota al Ministerio de Relaciones Exteriores, el Sr. Burdett informó al Capitán Harris que debería instruir al personal estadounidense que la Embajada les recomendaba enfáticamente que no volvieran a volar bajo órdenes militares durante el desarrollo de la revolución. El Capitán Harris comunicó este consejo a los pilotos, quienes luego se negaron a realizar más viajes bajo la dirección militar.
El 13 de julio el Gobierno solicitó un avión Ford para el día siguiente (14 de julio), declarando que era necesario llevar cigarrillos y suministros a las tropas en Trujillo y regresar a Lima con los heridos. El Capitán Harris respondió que la Embajada había advertido a los pilotos y se había negado a autorizar a los estadounidenses a volar a la zona de hostilidades. Poco después, el Ministerio de Relaciones Exteriores llamó al Sr. Burdett y le pidió que fuera a ver al Ministro. El Ministro declaró que el Gobierno deseaba ejercer sus derechos en virtud del contrato con Peruvian Airways y hacerse cargo de un avión Ford durante la madrugada del 14 de julio; que debía llevar al Ministro de Gobierno a Trujillo y que no entendía la actitud de la Embajada al negarse a permitir que los pilotos hicieran el viaje, en la medida en que el Gobierno podía hacerse cargo del personal de Panagra en caso de desorden interno. El Sr. Burdett reiteró la posición tomada en la nota de la Embajada y declaró que la Embajada no podía ver con indiferencia la ubicación de los ciudadanos estadounidenses en una posición de peligro; que había aconsejado a los pilotos estadounidenses que desistieran de entrar en la zona de hostilidades y que no podía hacer otra cosa. El Ministro dijo que informaría de inmediato al Presidente de la actitud del Sr. Burdett y que muy probablemente el contrato de Panagra sería enmendado de una manera que requeriría que los aviones fueran pilotados por pilotos peruanos. El Ministro también amenazó con la cancelación del contrato en su integridad.
La Embajada no confía en ninguna de las promesas del Gobierno sobre dónde se harían cargo de un avión una vez requisado. Si el Gobierno considera que se necesitan municiones en un ataque a Huaraz, por ejemplo, se cree que no dudarían en enviar un avión Ford a esa ciudad.


Avión monomotor Fairchild FC-2 de Panagra

Un avión monomotor Fairchild fue tomado por el Gobierno el 14 de julio y pilotado por un piloto peruano hacia el norte. Volvió en buena forma el 15 de julio. El Ministro de Marina envió a la Embajada al Almirante Spears, Jefe de la Misión Naval de Estados Unidos, para manifestar que el Gobierno estaba sorprendido por la actitud de la Embajada, en vista del contrato con Peruvian Airways. El Ministro de Marina insinuó al Almirante Spears que el Gobierno forzaría a Panagra a entrenar pilotos peruanos y a volar sus aviones con un piloto peruano en cada vuelo comercial. El Almirante Spears le preguntó al Capitán Harris, quien estuvo presente en la entrevista con el Sr. Burdett, si Panagra estaba preparada para la contingencia que Perú cancelara el contrato por completo y no permitiera que los aviones Panagra aterricen en Perú. El Capitán Harris dijo que Panagra no estaba preparada, pero que deseaba insistir contra la requisición de sus pilotos con fines militares; y que si bien lamentaba la presente controversia, no podía evitarla. No consentiría que se use a sus pilotos para lo que el Gobierno podría referir como desórdenes locales.
El Capitán Harris también declaró la posición de Panagra declinando entrenar pilotos peruanos; que el uso de pilotos estadounidenses en cada pequeña guerra peruana impediría a la Compañía obtener la clase de hombres que deseaba; que el precedente sería rápidamente seguido por otros países latinoamericanos, que Panagra estaría expuesta a costosas demandas por daños, y que toda la cuestión de la inmunidad de los aviones de líneas aéreas internacionales a ser requisados por los países a través de los cuales volaran era reconocida por los países europeos y que debería ser discutida en el siguiente Congreso Panamericano.
El Departamento es informado, con referencia a su telegrama No. 33, del 13 de julio, 6 p.m., que cualquier otra representación necesaria será hecha de manera informal sobre bases amplias de política. La Embajada cree que, además de citar la interferencia con el transporte de correo, debe enfatizarse el hecho que los estadounidenses no deben de ninguna manera interferir en los problemas internos, aun así el Gobierno pudiera desearlo.
La Embajada apreciará una instrucción del Departamento [de Estado] sobre si considera que la disposición del contrato citado anteriormente es similar a las cláusulas de varios contratos que renuncian al derecho que tienen los estadounidenses o las empresas estadounidenses a la intervención diplomática. Se solicita una declaración del Departamento [de Estado] sobre si todavía mantiene la posición que ningún estadounidense o interés estadounidense puede renunciar al derecho del gobierno estadounidense a brindarle protección si lo considera necesario. Se solicita que el Departamento [de Estado] instruya confidencialmente a la Embajada sobre su posición respecto de los puntos anteriores, a fin de que, cuando sea necesaria una acción rápida, la Embajada esté en condiciones de saber qué tan vigorosa puede ser la protesta.
Respetuosamente suyo,
Fred Morris Dearing

Peruvian Airways tenía a su cargo el primer servicio de correo aéreo entre el Perú y Estados Unidos

Anexo No. 1
El Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett) al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú (Alberto Freundt Rosell)
No. 281
Lima, Julio 12, 1932
Excelencia:
Tengo el honor de expresar el punto de vista sostenido por la Embajada con respecto al empleo por parte del Gobierno de Su Excelencia el 11 de julio de un avión Panagra en misión militar con un ciudadano estadounidense como piloto. Un informe del asunto ha sido transmitido a mi Gobierno y sus instrucciones a la Embajada serán comunicadas a Su Excelencia.
Se entendió cuando el avión fue requisado que sería empleado exclusivamente para el transporte de material, y que las órdenes bajo las cuales estaba operando impedirían su entrada en la zona bajo fuego, mientras que, de hecho, se le ordenó aterrizar en Trujillo en un punto en el que se producían descargas de fusilería. La Embajada protesta contra la colocación de un ciudadano estadounidense en peligro y no puede consentir, incluso bajo las circunstancias extraordinarias presentes, en renunciar a la protección de la vida y la seguridad a la que estos pacíficos ciudadanos estadounidenses tienen derecho mientras se encuentren bajo la jurisdicción del Perú.
Las condiciones de los disturbios en el norte son una fuente de profundo pesar para la Embajada, que, por supuesto, no desea interferir con los esfuerzos que conduzcan a la restauración de la tranquilidad, pero expresa su confianza que Su Excelencia percibirá de inmediato la urgencia de evitar el empleo con fines militares del equipo y el personal de la Pan American Grace Airways por cualquiera de las varias repúblicas a las que sirve.
Estos pilotos son ciudadanos estadounidenses domiciliados temporalmente en el Perú con el único y principal propósito de operar un correo internacional y un servicio de transporte. Le ruego me permita mencionar a Su Excelencia la conveniencia de evitar una situación que involuntariamente pueda poner en peligro la seguridad de estas personas, así como instar a Su Excelencia a hacer todo lo posible para evitar la presencia de ciudadanos estadounidenses en el territorio de las operaciones militares. Es deber de los extranjeros en Perú abstenerse de exponerse a tales riesgos y solicito especialmente que el Gobierno de Su Excelencia exija a las autoridades competentes la conveniencia de abstenerse de seguir empleando ciudadanos de Estados Unidos para fines militares.
Aprovecho [etc.]
William C. Burdett
Alberto Nemesio Freundt Rosell
Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Sánchez Cerro

Anexo No. 2 - Traducción
El Ministro de Relaciones Exteriores del Perú (Alberto Freundt Rosell) al Encargado de Negocios de Estados Unidos en Perú (Burdett)
No. 61
Lima, 13 de Julio de 1932
Sr. Encargado de Negocios:
Tengo el honor de acusar recibo de su nota No. 281, fechada ayer, que me hace saber el punto de vista de su Embajada con respecto al uso por parte de mi Gobierno de un avión Panagra, como servicio militar y con un piloto estadounidense, asunto sobre el que ha informado a su Gobierno y cuyas instrucciones Ud. ofrece transmitirme.
Las ideas que Ud. expresa sobre el objeto de la requisa del avión mencionado anteriormente; la protesta contra el riesgo al que Ud. dice fue expuesto un ciudadano estadounidense; y la confianza que Ud. expresa con la que agradeceré la urgencia de evitar el empleo, con objetivos militares, del equipo y personal de la Pan American Grace Airways solo puede explicarse por la extraña circunstancia que Ud. no ha sido informado de los términos en los que la propuesta fue aceptada y el permiso dado el 28 de mayo de 1928, para establecer el servicio de aviación propuesto por The Huff Daland Dusters, Inc., de Louisiana, posteriormente reemplazada por Peruvian Airways Corp., Inc. (Panagra), bajo la autorización conferida por mi Gobierno el 26 de noviembre de 1928. Entre las condiciones bajo las cuales se aceptó esta propuesta se encuentra el noveno artículo que dice: En caso de graves trastornos internos, pestes o cualquier otra calamidad pública, los aviones, equipos y personal de la Compañía se pondrán libremente a disposición del Gobierno.
Es entonces en el ejercicio de un derecho que emana de las estipulaciones del acuerdo voluntariamente celebrado, y que mi Gobierno no está dispuesto a renunciar, que un avión Panagra con su piloto se está utilizando para el transporte del equipo que se empleará en el rápido restablecimiento del orden en el territorio circunscrito en el que se han establecido valiosos intereses pertenecientes a ciudadanos estadounidenses, que se vieron seriamente amenazados por los disturbios que ocurrieron allí.
Me aprovecho [etc.]
Alberto Freundt Rosell

823.00 Revoluciones/365: Telegrama
El Secretario de Estado al Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) 
Washington, Agosto 9, 1932 − Mediodía
40. Su despacho 1938, del 18 de julio. En referencia al primer párrafo de su nota del 12 de julio dirigida al Ministro de Relaciones Exteriores y su respuesta del 13 de julio, está Ud. autorizado a dirigirle otra nota indicando que el Gobierno [de Estados Unidos] niega el derecho de las autoridades peruanas a obligar a los ciudadanos estadounidenses a pilotar aviones en operaciones militares, y no admite que la inmunidad de dichos ciudadanos se vea afectada por las disposiciones del contrato entre el Gobierno Peruano y la Peruvian Airways Company. Desde un punto de vista estrictamente legal, es dudoso que el Gobierno [de Estados Unidos] pueda negar el derecho del Gobierno Peruano a requisar, en caso de necesidad militar, aviones y material de propiedad estadounidense en territorio peruano, pero puede Ud. continuar instando a las autoridades peruanas a evitar acciones que interfieran con el servicio aéreo entre Estados Unidos y Perú.
Stimson
Hell Divers, película en blanco y negro de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), con Clark Gable, fue exhibida en Lima a fines de mayo de 1932. Su título en castellano fue Titanes del cielo y dura una hora y 49 minutos. Según las autoridades de la Embajada de Estados Unidos en el Perú, las escenas de ataques aéreos de este film inspiraron a Sánchez Cerro a ordenar el inmediato bombardeo de Trujillo desde el aire. 

823.00 Revoluciones/372
El Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) al Secretario de Estado
No. 2058
Lima, Agosto 31, 1932
[Recibido Septiembre 8]
Señor:
Tengo el honor de informar al Departamento [de Estado] acerca de cómo una película estadounidense tuvo un efecto marcado sobre la forma aceptada de realizar operaciones militares en el Perú. A finales de mayo [de 1932] se exhibió por primera vez en Perú una película estadounidense titulada Hell Divers. Esta película muestra excelentes tomas de aviadores navales estadounidenses lanzando bombas sobre objetivos estacionarios. Como es habitual en las premieres de nuevas películas en Lima, los exhibidores se esforzaron por hacer que la presentación inicial de Hell Divers sea una ocasión de gala. El jefe de la Misión Naval estadounidense en Perú ya había visto la película y percibió su importancia para promover el interés en la aviación estadounidense al hacer que las principales autoridades militares concurrieran a la primera exhibición. Asistieron el Presidente, acompañado por sus asesores y las autoridades militares y navales de mayor rango del Perú. También fueron invitados todos los aviadores en servicio activo. La audiencia estuvo compuesta exclusivamente por funcionarios peruanos. Se dice que el Presidente quedó muy impresionado por la increíble precisión de los bombarderos navales y que los militares peruanos también estuvieron muy interesados ​​en la película.
Dos semanas después estalló la revolución de Trujillo. Por lo general, los revolucionarios hubieran tenido tiempo para consolidarse mientras el Ejército Peruano se preparaba para responder y atacar. En este caso, sin embargo, el Presidente hizo que sus asesores militares movilizaran de inmediato todos los aviones militares y navales disponibles, seis en total, y los desplazó a un pueblo cerca de Trujillo. Los aviones estaban equipados con todas las bombas disponibles en Perú. Parece ser que la influencia de la película de los bombardeos causó este rápido empleo de los aviones bombarderos peruanos.
Al día siguiente de la captura de Trujillo por los revolucionarios éstos fueron bombardeados desde el aire lo que generó una confusión indescriptible. Los aviadores arrojaron veintiséis bombas de 25 libras.  El efecto militar fue decisivo a pesar que las bombas fueron arrojadas sin tener en cuenta ningún objetivo en particular y que habían infligido daños a la vida y propiedad de no combatientes. Los rebeldes abandonaron la ciudad después de masacrar a todos sus principales prisioneros. Se afirma que los rebeldes estaban tan enfurecidos por el bombardeo que se vengaron en las personas de estos indefensos rehenes, pero al mismo tiempo estaban tan asustados que su voluntad de resistir se resquebrajó. A partir de ese momento, la revolución fue una persecución a través de las montañas con los aviones arrojando bombas aquí y allá, en las cercanías de las fuerzas [rebeldes] en retirada y aumentando su desmoralización.
Es impresionante y abrumador el efecto sobre la moral de un ataque repentino desde el aire en contra de los indios ignorantes que componen la mayoría del Ejército Peruano. Las historias de los daños causados por estas bombas, ninguna de las cuales explotó cerca de sus respectivos objetivos, son muy exageradas y circulan en todo el Perú.


Avance de Hell Divers (Titanes del cielo) película exhibida en Lima a fines de mayo de 1932 y cuyas escenas de ataques aéreos inspiraron a Sánchez Cerro a ordenar el inmediato bombardeo de Trujillo desde el aire.

Después del bombardeo de Trujillo, el Gobierno se esforzó febrilmente por obtener un suministro adicional de bombas aéreas. Se pidió telegráficamente a través del Embajador peruano en Washington una dotación de bombas estadounidenses desde Colón [Zona del Canal de Panamá]. Este pedido fue denegado en vista de la respuesta del Departamento de Guerra en el sentido que no podía prescindir de las bombas solicitadas. Se hicieron arreglos para obtener las bombas comprándolas de una empresa estadounidense que vendía dicho material. El envío total adquirido por el [Gobierno del] Perú se utilizó de inmediato en la operación de Trujillo y, a la espera de la llegada de un suministro adicional, las bombas se fabricaron localmente colocando dinamita en proyectiles equipados con detonadores de artillería y llenos de láminas de hojalata casera.
Las condiciones de vuelo en Perú son excelentes y el terreno está casi completamente exento de vegetación en las regiones que probablemente serán el escenario de las operaciones militares. Los aviones bombarderos pueden así buscar a las fuerzas de la oposición e inhabilitarlas físicamente o ejercer tal efecto sobre la moral de los indios que los vuelven impotentes. El Gobierno está jubiloso por el éxito del bombardeo aéreo y siente que está en una posición mucho más sólida que antes para sofocar la oposición armada.
Este desarrollo en la ofensiva aérea peruana es de la mayor importancia y hace prever su adopción en toda América Latina. Mientras que anteriormente los grupos de insurgentes podían mantenerse de manera indefinida en regiones alejadas de las carreteras o el ferrocarril, ahora puede buscárseles y destruir en unas pocas horas. Otra conclusión importante para los gobiernos latinoamericanos es el hecho que unos pocos aviones con algunas docenas de bombas aéreas son más eficientes en operaciones ofensivas que varios miles de soldados. No es improbable que la aviación sea en un futuro el servicio más importante de las fuerzas armadas de América Latina, y que en algunos de los países más atrasados ​​algunos aviadores tomarán el lugar de grupos semi-independientes de oficiales del ejército  para imponer condiciones al Gobierno.
Respetuosamente suyo,
Por el Embajador: William C. Burdett

823.00 Revoluciones/373
El Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) al Secretario de Estado
No. 2097
Lima, Septiembre 10, 1932
[Recibido Septiembre 19]
Señor:
Tengo el honor de referirme a mi despacho No. 1938 del 18 de julio, y al telegrama del Departamento [de Estado] No. 40 del 9 de agosto, 12 del mediodía, sobre el empleo por parte del Gobierno Peruano, durante desórdenes internos, de los pilotos de Pan American Grace Airways, que son ciudadanos estadounidenses. Asimismo, adjunto copias de la nota de la Embajada al Ministerio de Relaciones Exteriores No. 288 del 10 de agosto de 1932, la respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores fechada el 29 de agosto de 1932, con su traducción, y la nota de la Embajada No 297 [296] del 12 de septiembre [10], 1932.
Desde la revolución de julio en Trujillo, el Gobierno no ha requisado aviones o pilotos de Panagra, pero es casi seguro que la cuestión se repetirá. Existe en este momento una situación muy delicada relacionada al incidente de Leticia con Colombia (7), lo que complica una aguda situación de malestar interno.
En caso de un levantamiento local, es probable que el Gobierno desee utilizar aviones Panagra que solo pueden ser pilotados por ciudadanos estadounidenses. Tanto la Compañía como los propios pilotos se oponen a sufrir los riesgos inherentes a las misiones militares, pero la Compañía no está en posición de protestar demasiado, primero, debido a su contrato con el Gobierno por el cual acordó suministrar sus aviones y equipo gratuitamente en el evento de desorden interno, y segundo, porque debe mantener relaciones amistosas con el Gobierno para evitar sufrir en la conducción de sus negociostanto como sea posible, de regulaciones de acoso y restricciones de represalia. Por lo tanto, parece que el curso a seguir debe ser el adoptado durante la revolución de Trujillo, conflicto durante el cual la Embajada consideró que la seguridad y la vida de ciudadanos estadounidenses estaban en peligro, por lo que les informó de manera informal que si aceptaban entrar al servicio militar del Gobierno lo hacían bajo su propio riesgo y que no podían ser forzados a realizar dicho servicio por ninguna disposición del contrato existente entre la Compañía y el Gobierno Peruano. Por supuesto, se informará [a los pilotos] que ninguna estipulación contractual los priva de su derecho a la protección como ciudadanos estadounidenses.
Agradeceré las instrucciones del Departamento [de Estado] y, después de su recepción, responderé de manera adecuada a la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Respetuosamente suyo,
Fred Morris Dearing

Anexo No. 1
El Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú (Alberto Freundt Rosell)
No. 288
Lima, Agosto 10, 1932
Excelencia:
Tengo el honor de referirme a la nota No. 281 de la Embajada, de fecha 12 de julio de 1932, sobre el uso por parte del Gobierno de Su Excelencia, en tiempos de desórdenes internos, de los pilotos que son ciudadanos estadounidenses al servicio de la Compañía Panagra. De igual manera, tengo el honor de remitir a Su Excelencia la nota de respuesta No. 61 del 13 de julio y expresar que he proporcionado copias de estas dos notas a mi Gobierno.
He recibido de parte de mi Gobierno una instrucción por cable que me ordena informar al Gobierno de Su Excelencia, con respecto a este tema, que el Gobierno de Estados Unidos niega el derecho de las autoridades del Gobierno de su Excelencia a obligar a los ciudadanos de Estados Unidos a pilotar aviones en operaciones militares y no admite que la inmunidad de dichos ciudadanos al mencionado servicio forzoso se vea afectada por disposiciones del contrato entre el Gobierno Peruano y la Peruvian Airways Corporation, ya que se deriva de su condición de ciudadanos de Estados Unidos y el derecho del Gobierno de Estados Unidos a proteger a sus ciudadanos es irrenunciable.
Aprovecho [etc.]
Fred Morris Dearing

Anexo No. 2 - Traducción
El Ministro de Relaciones Exteriores del Perú (Alberto Freundt Rosell) al Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing)
No. 76
Lima, 29 de agosto de 1932
Sr. Embajador:
En referencia a la nota de Su Excelencia No. 288 del 10 de agosto de 1932, concerniente al reconocimiento por parte de la Compañía Panagra del derecho del Gobierno del Perú de utilizar los aviones de la Compañía y los servicios de los pilotos que los operan, tengo el honor de llamar la atención de Su Excelencia sobre el hecho que la declaración que su Gobierno le ha encargado por telégrafo hacer al mío se basa en la errónea concepción que las autoridades peruanas obligan a los ciudadanos estadounidenses a operar aviones en operaciones militares, olvidando que tal obligación fue asumida voluntariamente por la Compañía en el contrato que firmó con mi Gobierno. Si ese contrato afecta de alguna manera la inmunidad de estos ciudadanos, ciertamente no es porque las autoridades les impongan un servicio forzado, sino en virtud de una obligación contraída libremente, cuya responsabilidad no puede atribuirse a mi Gobierno, en la medida en que la empresa estadounidense Panagra  fue la que ofreció los servicios de sus pilotos para las emergencias de operaciones militares. Con respecto a lo cual, y con toda sinceridad, debo certificar que no tenemos ningún aviso que la Compañía o sus pilotos hayan presentado objeciones a la obligación que contrajeron. Por lo tanto, si la condición de los ciudadanos estadounidenses y el derecho de protección que corresponde al Gobierno de Su Excelencia no pueden ser objeto de estipulaciones contractuales, tampoco es posible dudar del derecho de estos mismos ciudadanos a contraer obligaciones personales en determinadas emergencias, prescindiendo del ejercicio de la protección diplomática en su nombre, en la medida en que consientan en el cumplimiento de las obligaciones que asumen con prescindencia de dicha protección.
Tengo la seguridad que cuando el Gobierno de Su Excelencia considere este aspecto del asunto se sentirá dispuesto a aclarar el sentido de las instrucciones sobre el tema impartidas por cable a Su Excelencia.
Aprovecho la oportunidad [etc.]
Alberto Freundt Rosell

Carlos Zavala Loayza
Ministro de Relaciones Exteriores

Anexo No. 3
El Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing) al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú (Zavala Loayza)
No. 296
Lima, Septiembre 10, 1932

Excelencia:
Tengo el honor de referirme a la nota No. 76 de Su Excelencia fechada el 29 de agosto de 1932, concerniente al derecho del Gobierno del Perú a utilizar en tiempos de desórdenes internos los servicios de ciudadanos estadounidenses que son pilotos de la Compañía Panagra. He puesto en conocimiento de mi Gobierno las consideraciones allí expresadas.
Me complacerá comunicar a Su Excelencia dicha respuesta tan pronto mi Gobierno así me lo indique.
Aprovecho [etc.]
Fred Morris Dearing

823.00 Revoluciones/381
El Secretario de Estado al Embajador de Estados Unidos en Perú (Dearing)
No. 423
Washington, Diciembre 10, 1932
Señor:
En referencia al telegrama del Departamento [de Estado] No. 40 del 9 de agosto de 1932 y al despacho de la Embajada No. 2097 del 10 de septiembre de 1932, sobre la requisición en Perú de aviones estadounidenses y el intento del Gobierno Peruano de obligar a pilotos estadounidenses a prestar servicios en conexión con operaciones militares en Perú, el Departamento adjunta a la presente, para su información, copias de los memorandos preparados por la Oficina del Asesor Jurídico, fechados el 3 de agosto y 4 de agosto de 1932 (8).
Como se desprende de la lectura de los memorandos, a la luz de los principios aceptados de Derecho Internacional, el Departamento no se siente justificado para protestar contra la requisición por parte del Gobierno peruano de aeronaves extranjeras en tiempo de guerra o desórdenes internos. Sin embargo, el Departamento cree que si nuevamente se presentaran circunstancias que hicieran deseable tal curso de acción, la Embajada estaría justificada para instar al Gobierno Peruano a no interferir innecesariamente con la operación regular de aviones de correo aéreo entre Estados Unidos y Sudamérica. No obstante, con respecto a la requisición de pilotos estadounidenses para volar tales aviones, el Departamento ha dejado claro, como lo informó en sus instrucciones telegráficas del 9 de agosto, que el Gobierno [de Estados Unidos] no puede admitir el derecho de ningún gobierno extranjero de exigir a aviadores estadounidenses la provisión de servicios militares, independientemente de las disposiciones que puedan existir en los contratos entre dicho Gobierno y las compañías de aviación al amparo de los cuales esos aviadores fueron empleados.
En su respuesta a sus declaraciones sobre este tema, fechada el 4 de agosto, el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú declara que el Gobierno peruano no ha sido informado de ninguna objeción a la aplicación del Artículo IX del contrato de la Compañía, ya sea por parte de la empresa estadounidense involucrada o de sus pilotos. El Departamento [de Estado] gustaría tener el comentario de la Embajada sobre esta afirmación. Mientras tanto, Ud. está autorizado a transmitir al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, en respuesta a su nota del 4 de agosto antes mencionada, una contestación en los términos del borrador adjunto a la presente.
En caso que surja otra situación similar al incidente de Trujillo, la Embajada debería informar a los pilotos estadounidenses que soliciten asesoramiento que el Gobierno [de Estados Unidos] no admite que las estipulaciones contractuales privadas, cuya intención sea obligarlos, bajo ciertas circunstancias, a prestar servicios militares a un gobierno extranjero, puedan privarlos de su derecho a protección como ciudadanos estadounidenses. Puede informarles, además, que el Gobierno [de Estados Unidos] desaprueba la participación de ciudadanos estadounidenses en empresas militares extranjeras, e indicar que si aceptan el servicio militar extranjero, deben hacerlo bajo su propia responsabilidad y bajo su propio riesgo.
En relación con la sugerencia contenida en la página ocho del despacho de la Embajada No. 1938 del 18 de julio de 1932, en el sentido que el Gobierno [de Estados Unidos] podría considerar la cuestión de la inmunidad de los aviones de líneas aéreas internacionales respecto a la posibilidad de ser requisados por los países a través de los cuales vuelan, [la Embajada] indica que tal inmunidad ha sido reconocida por los países europeos. El Departamento [de Estado] no ha sido informado de tal reconocimiento y agradecería recibir cualquier información específica que la Embajada pueda tener al respecto. Sin embargo, en referencia a la sugerencia y para su información confidencial, el Departamento [de Estado] no está del todo seguro del éxito de intentar persuadir a los gobiernos de América Latina para llegar a un acuerdo que les privaría de un derecho reconocido por la Ley Internacional, con el fin de favorecer a líneas aéreas comerciales propiedad principalmente de ciudadanos de Estados Unidos, incluso sobre la base de obviar la interferencia con la regularidad del correo aéreo y de la comunicación, y teme que un intento de promover dicho acuerdo pudiera tener un efecto contrario al deseado. Sin embargo, el Departamento [de Estado] gustoso considerará cualquier sugerencia adicional que considere conveniente presentar al respecto.
Muy atentamente,
Por el Secretario de Estado: Francis White
(8) No impreso

Anexo
Borrador de la Nota al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú 
Excelencia:
Tengo el honor de acusar recibo de la cortés nota No. 76 de Su Excelencia, fechada el 29 de agosto de 1932, en referencia adicional al uso por parte del Gobierno de Su Excelencia, en tiempos de desórdenes internos, de ciudadanos estadounidenses que son pilotos al servicio de la Compañía Panagra. He transmitido una copia de dicha comunicación a mi Gobierno, que ha tomado debida nota al respecto y me indica que informe a Su Excelencia que, como declaró anteriormente, no puede admitir que la inmunidad de los pilotos estadounidenses al servicio militar forzado se vea afectada por disposiciones de contratos celebrados entre terceros, aun así uno de ellos sea un gobierno extranjero, que contemple el pilotaje obligatorio de aviones por ciudadanos estadounidenses, ya que la inmunidad de dichos pilotos se deriva de su condición como ciudadanos de los Estados Unidos y el derecho del Gobierno de Estados Unidos para proteger a sus ciudadanos es irrenunciable.
Acepte [etc.]

Fuente

United States Government Printing Office. 1948. Foreign Relations of the United States Diplomatic Papers, 1932, The American Republics, Volume V. Washington.

© César Vásquez Bazán, 2017
Todos los derechos reservados
Noviembre 21-27, 2017
Recopilación: César Vásquez Bazán

Miguel Iglesias Pino de Arce (1830-1909)
Miguel Iglesias fue secretario de Guerra de Piérola y por ende el segundo gran responsable de los desastres defensivos de enero de 1881. Colocado al servicio del invasor chileno, Iglesias persiguió y puso fuera de la ley a Andrés Avelino Cáceres y a los montoneros. Autodeclarado “presidente regenerador de la República” Iglesias firmó la ley que puso en vigencia el Tratado de Ancón y entregó a los invasores los territorios peruanos de Tarapacá, Tacna y Arica.

 “Yo no veo en Iglesias sino a un teniente chileno, que obedece a los propósitos chilenos, que vive bajo la sombra de los chilenos, que cede territorio y dinero a los chilenos y que, en suma, subsistirá con el aparato de poder que tiene en Lima, tanto tiempo cuanto el que permanezcan en el territorio nacional los ejércitos chilenos”.
Andrés Avelino Cáceres sobre Miguel Iglesias, 31 de diciembre de 1883
(Ahumada 1891, VIII: 464).

Iglesias apareció en la escena política peruana y en la escena internacional a hacer el juego del enemigo, para volver estériles las hazañas de Cáceres en los Andes y las gestiones de García Calderón desde su cautiverio
(Basadre 1968-70, VIII: 421).

Miguel Iglesias Pino de Arce

Pocos peruanos conocen que quienes entregaron a Chile los territorios peruanos de Tarapacá, Tacna y Arica fueron los miembros de una argolla familiar, supuestamente centrada en el presidente regenerador Miguel Iglesias Pino de Arce, pero realmente dirigida por su cuñado, un traidor pro-chileno de nombre Mariano Castro Zaldívar Iglesias.

En apariencia, la argolla pro-chilena estuvo dirigida por Miguel Iglesias quien, por el cargo que desempeñó es el primer felón que debe mencionarse. Sin embargo, como escribió el venezolano Jacinto López, Miguel Iglesias era un “pobre hombre, incapaz de concebir nada”, de manera similar a traidores como el actual gobernante del país, el inepto Ollanta Humala Tasso. Miguel Iglesias sólo fue el mascarón de proa de los chileques, aprovechando la notoriedad pública que le dio Piérola en diciembre de 1879, cuando lo nombró secretario de Guerra en su gabinete ministerial.

Los genocidas del sur crearon la figura de Miguel Iglesias como supuesto “militar valiente”, “patriota bien intencionado” y “regenerador” del Perú. Así lo explicó el jefe de la soldadesca invasora, el chileno-inglés Patricio Lynch, al diario New York Herald. Dijo en esa ocasión el criminal de guerra Lynch que los chilenos proporcionaban a Iglesias toda clase de auxilios: le entregaban dinero y armas; derrotaban a sus enemigos y le daban prestigio” (sic)

El despacho del corresponsal de esa publicación, fechado el 13 de agosto de 1883, apareció en su edición del 13 de septiembre de 1883. Ud. lo puede leer a continuación:

Miguel Iglesias
Entrevista al criminal de guerra chileno Patricio Lynch publicada en el New York Herald, 13 de septiembre de 1883.
(Anónimo 1884, 9-10)

¿Quién era Miguel Iglesias?

El autor venezolano Jacinto López describió acertadamente al traidor Miguel Iglesias Pino de Arce.
Los dos periodistas a los que se refiere el texto son los políticos derrotistas Julio Santiago Hernández y Maximiliano Frías. El primero de ellos llegó a ocupar el cargo de Secretario General de Iglesias y fue uno de los principales manipuladores de la aprobación del Tratado de Ancón en la Asamblea Constituyente de 1884.
(López 1920, XVII-2: 175-178)


Miguel Iglesias fue declarado traidor a la patria

Miguel Iglesias Pino de Arce fue declarado traidor a la patria.
(Ahumada 1890, VII: 386)


Mariano Castro Zaldívar Iglesias
(1828-1906)
Instrumento de los intereses chilenos, manipulador de su cuñado Miguel Iglesias Pino de Arce para la firma del vergonzoso tratado de Ancón

Mariano Castro Zaldívar Iglesias 

Los argollistas chileques, incluido el propio Iglesias, estuvieron manipulados por un traidor de nombre Mariano Castro Zaldívar Iglesias, tinterillo asentado en Cajamarca que fue sobornado con un millón de pesos por el invasor chileno-inglés Patricio Lynch. 

Castro Zaldívar Iglesias fue el Montesinos de Miguel Iglesias y aprovechó su cercanía al presidente regenerador, establecida por vínculos familiares, para influir sobre él y manejarlo. Castro Zaldívar era cuñado de Miguel Iglesias –lo llamaba “hermanito” puesto que estaba casado con María del Rosario (Rosarito) Iglesias Pino de Arce, hermana de Miguel Iglesias.

Castro Zaldívar era un asiduo visitante del criminal de guerra chileno-inglés Patricio Lynch, y en tanto informante y hombre cercano a éste, fue la cadena de transmisión de las imposiciones chilenas a la argolla de chileques iglesistas. Como “delegado” de Miguel Iglesias en Lima, recibió de los invasores la pauta de lo que luego se conocería como tratado de Ancón y la puso en conocimiento del cuñado Miguel para su publicación con el nombre de El compromiso del general Iglesias. En tanto agente diplomático de Iglesias, Mariano Castro Zaldívar fue uno de los amanuenses que firmaría la paz chilena en Ancón.

Durante el régimen colaboracionista de Miguel Iglesias Pino de Arce, Mariano Castro Zaldívar Iglesias desempeñó diversos cargos ministeriales: a partir del 20 de noviembre de 1883, fue ministro de Gobierno de Iglesias. Entre el 8 de abril de 1884 y el 9 de mayo de 1885, fue Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Justicia de Iglesias.

La carta de Castro Zaldívar a Miguel Iglesias (24 de mayo de 1883)

Coima chilena para la argolla iglesista

La misiva deja constancia de la coima de treinta mil soles fuertes recibida por Castro Zaldívar del invasor chileno-inglés Patricio Lynch, equivalente el día de hoy a 700 mil dólares. Este dinero estuvo destinado a aceitar los engranajes de la argolla iglesista. Castro Zaldívar repartió diez mil soles fuertes a Iglesias, diez mil a Vidal García y García y reservó para sí mismo diez mil soles fuertes. Usó parte de ellos en un negociado de compra de quinientos rifles Peabody y Remington, adquiridos del propio Patricio Lynch, por lo cual puede decirse que unos y otros recibieron parte del soborno.

El felón Castro Zaldívar sabía a la perfección el delito que cometía puesto que ordenó a Iglesias guardar “mucha reserva” y que no se le comunique a nadie la recepción del dinero. El cuñado de Iglesias escribió que para evitar responsabilidades y “quedar al descubierto” no convenía que nadie supiera del “empréstito”, excepción hecha, por supuesto, del hermanísimo Lorenzo Iglesias Pino de Arce y del sobrinísimo Vidal García y García.

El papel de Castro Zaldívar Iglesias transmitiendo los designios chilenos a los argollistas iglesistas

La carta permite entender las fluidas relaciones existentes entre los argollistas iglesistas y el enemigo chileno. Castro Zaldívar Iglesias informa de su presencia en Palacio de Gobierno, de sus conversaciones con Lynch y de su cercanía con el negociador enemigo Jovino Novoa.

La misiva también deja ver a las claras el rol de Castro Zaldívar “acordando” con el enemigo chileno las acciones a realizar. El lector encontrará a cada paso redacciones del tipo “hemos acordado” y “hemos aprobado”. A continuación, Castro Zaldívar indica las tareas que debían cumplir Miguel Iglesias y los demás chileques regeneradores.

Castro Zaldívar Iglesias y la banda iglesista consideraban a Cáceres y a los montoneros como los verdaderos enemigos del Perú

El texto del cuñado de Miguel Iglesias testimonia que para esta pandilla de traidores, Chile no era el enemigo. Quienes eran los enemigos eran Andrés Avelino Cáceres y los montoneros.  Castro Zaldívar informa, por ejemplo, que el genocida chileno Gorostiaga debería “dispersar por completo” a las montoneras del coronel Isaac Recavarren y Jesús Elías. Escribe acerca de la necesidad de ocupar rápidamente Huaraz para evitar el levantamiento de montoneros que luego sería difícil destruir, tal el vergonzante verbo usado por el felón cuñado de Iglesias. Al final de la carta, el traidor informa alborozado sobre el movimiento de Cáceres de Tarma a Cerro de Pasco y de la persecución de que era objeto por el ejército chileno.

La carta en comentario no sólo comprueba la coima y nepotismo que caracterizaron a la pandilla regeneradora. Muestra de cuerpo entero el papel prochileno jugado por Miguel Iglesias y su régimen, manipulados por el enemigo del Perú a través del felón Mariano Castro Zaldívar.




La carta de Mariano Castro Zaldívar Iglesias a Miguel Iglesias Pino de Arce está fechada en Lima, el 24 de mayo de 1883 y fue publicada en la recopilación sobre la Guerra del Pacífico preparada por el chileno Pascual Ahumada (1891, VIII: 157-158).

Vidal García y García (1837-?)

Otro miembro importante de la argolla iglesista fue el coronel Vidal García y García, hijo político de Mariano Castro Zaldívar y sobrino político de Miguel Iglesias. Vidal García y García estaba casado con María (Mavila) Castro Iglesias, hija de Mariano Castro Zaldívar y de María del Rosario Iglesias Pino de Arce, hermana de Miguel Iglesias.

Vale la pena mencionar que Vidal García y García era hermano de Aurelio García y García el supuesto “as” de la Marina Peruana que abandonó a Grau en Angamos y de José Antonio García y García que ocupó la presidencia del Senado durante el régimen del infame Mariano Ignacio Prado.

Vidal García y García fue el presidente de la Asamblea Legislativa del Norte que proclamó la aceptación de la paz chilena y nombró presidente regenerador al traidor Miguel Iglesias. Fue designado tercer delegado del gobierno de Iglesias en Lima, siendo los otros dos Mariano Castro Zaldívar y José Antonio de Lavalle. Durante el régimen de Iglesias desempeñó diversos cargos y prefecturas, entre ellos la del Callao.

Vidal García y García declara fuera de la ley a Cáceres y a los montoneros
Texto del infame dispositivo seudolegal por el que el colaboracionista Vidal García y García, presidente de la fantasmagórica Soberana Asamblea del Norte” declara fuera de la ley al General Andrés Avelino Cáceres y a los montoneros. Para los traidores al Perú Vidal García y García, Miguel Iglesias y su hermano LOrenzoIglesias que promulgaron la decisión, era delito luchar contra la ocupación enemiga y enfrentarse al genocidio organizado por Patricio Lynch y los criminales de guerra chilenos.
(Ahumada 1890, VII: 467)

En la ley que usted tiene a la vista, los traidores Vidal García y García y Miguel Iglesias adjetivan a Cáceres como caudillo de nefandas ambiciones, codicioso y vengativo. Los montoneros son tipificados como miembros de cuadrillas de bandoleros y salteadores de caminos, dedicados a la práctica del robo a mano armada. Cáceres y la resistencia peruana fueron calificados por ambos traidores como trastornadores del orden

Sirviendo las directivas del amo chileno –que fue quien les entregó el texto a convertir en ley– ambos vendepatrias declararon que los montoneros que fueran capturados serían inmediatamente sometidos a un consejo de guerra ordinario que pronunciará sentencia antes de las 24 horas, la misma que se ejecutará sin dilación, con arreglo a Ordenanza.

¿Dijo Ordenanza? ¿Qué ordenanza? De acuerdo a las ordenanzas militares peruanas sería imposible ejecutar a un soldado peruano que defiende el territorio peruano contra el enemigo chileno. Por ello, los genocidas del sur, a través de Iglesias y García y García, pusieron en nueva vigencia las ordenanzas militares españolas (!). Con la finalidad de combatir a la resistencia peruana, el enemigo del sur a través de los citados felones derogó las ordenanzas militares peruanas y reinstauró las ordenanzas militares virreinales españolas, que en su tiempo sirvieron para perseguir a los luchadores peruanos por la independencia.

Firmaron el dispositivo antiperuano el traidor Miguel Iglesias y su gobierno, representado por su hermano, cómplice y secuaz, el también felón Lorenzo Iglesias.

Los restos de esta mierda de apellido Iglesias Pino de Arce, autotitulada presidente regenerador de la república, fueron trasladados durante el segundo gobierno del también felón García Pérez a la Cripta de los Héroes, en acto que constituye un insulto al Perú, a los peruanos y a los héroes nacionales que fueron objeto de la legislación represiva chilena hecha aprobar por el traidor Iglesias para combatir a la resistencia contra la ocupación.

En el primer momento que el Perú se libre de gobiernos sin dignidad, los peruanos procederemos a retirar los restos del felón Miguel Iglesias de la Cripta de los Héroes. Títere obsecuente y colaborador rastrero del enemigo chileno, Miguel Iglesias merece descansar no en suelo peruano sino en algún cuartel de los genocidas del sur.

El salvoconducto del traidor Vidal García y García expedido por el enemigo chileno

El criminal de guerra chileno-inglés Patricio Lynch emitió un salvoconducto a favor de Vidal García y García para que con su banda armada de “acompañantes” circule libremente en el departamento de La Libertad.


Salvoconducto chileno para el traidor iglesista Vidal García y García

Lorenzo Iglesias Pino de Arce 
(1844-1885)

Lorenzo Iglesias Pino de Arce

Lorenzo Iglesias era hermano menor de Miguel Iglesias. Entre el 3 de enero y el 27 de agosto de 1883 fue el ministro único del régimen de su hermano. Desempeñó simultáneamente los tres ministerios creados por la Asamblea del Norte: (1) Relaciones Exteriores, Justicia, Culto e Instrucción; (2) Gobierno, Policía, Obras Públicas, Estadística y Guerra y Marina; y (3) Hacienda, Comercio y Beneficencia.

Joaquín Iglesias Pino de Arce (1822-1888)

Joaquín Iglesias también era hermano de Miguel Iglesias Pino de Arce. A partir del 14 de mayo de 1885 fue Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Gobierno de Iglesias.

Instrucciones del genocida Patricio Lynch al coronel Juan León García para aniquilar al General Cáceres. El criminal de guerra chileno ordenó a León García que fusile a los jefes y oficiales del Ejército Peruano que eventualmente caigan prisioneros. Asimismo, le ordenó preste su amparo y protección a los traidores Luis Milón Duarte, Manuel de la Encarnación Vento y Mariano Vargas Quintanilla –éste último cuñado de Vento que organizaban tropas colaboracionistas en Junín, Canta y pueblos vecinos.

(Ahumada 1891, VIII: 167-168)

Luis Milón Duarte Ramos

Como hacendado del Valle del Mantaro, Luis Milón Duarte integró el batallón Concepción de la guardia nacional y peleó en la batalla de Miraflores. Tras la caída de Lima adoptó una actitud derrotista y comenzó a entenderse con el enemigo chileno. Fue nombrado por Miguel Iglesias como jefe superior de los departamentos del centro, cargo desde el cual se esforzó en lograr abatir o capturar al general Cáceres. Acompañó como guía y asesor a la División Arriagada en la persecución contra el héroe de la Breña. Según el chileno Arriagada, interesado el señor Duarte en nuestro buen suceso, ponía de su parte cuanto empeño era posible para adquirir datos convenientes y seguros sobre el paradero e intenciones de Cáceres (Ahumada 1891, VIII: 486).

Traidor al Perú Luis Milón Duarte Ramos

Circular del General Cáceres a los pueblos del centro del país denunciando el genocidio practicado por el enemigo chileno. En la Circular, el héroe de la Breña acusa a seres degradados como Manuel de la Encarnación Vento, Luis Milón Duarte y Mariano Vargas Quintanilla, cuñado de Vento, que convertidos en viles instrumentos del enemigo... hacen causa común con los invasores chilenos, les sirven de espías, los guían por caminos extraviados, les prestan recursos o desaniman a los ciudadanos para que no tomen las armas en defensa del país.
(Ahumada 1891, VIII: 172-173)
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 Periódico La Voz del Nuevo Mundo, publicado en San Francisco, California, en su edición del 5 de mayo de 1883, informó sobre los servicios prestados al enemigo por el traidor Luis Milón Duarte, entre ellos publicar el diario El Pueblo, prochileno-iglesista, y servir como contratista proveedor de vestuario para el ejército chileno.
(La Voz del Nuevo Mundo 1883, 1)

Manuel de la Encarnación Vento


En el parte oficial del 2 de marzo de 1883 sobre enfrentamientos contra el enemigo chileno en Canta, el general Cáceres señaló que el traidor Manuel de la Encarnación Vento, puesto al servicio activo de los enemigos de su patria... conducía o guiaba a las tropas chilenas”.
(Ahumada 1891, VIII: 113-114)


 Exposición del coronel chileno Martiniano Urriola, fechada en Chosica el 28 de marzo de 1883, en la que informa sobre la incorporación a su división del traidor peruano Manuel de la Encarnación Vento, cuya función era la de espiar a la resistencia peruana. El traidor Vento fue encargado de suministrar todos los datos que le sea posible obtener acerca de los movimientos de Cáceres”.
(Ahumada 1891, VIII: 187)

Julio Santiago Hernández

Julio Santiago Hernández (Lima 1853 - París 1906) fue un burócrata estatal, político y periodista limeño que vivió desde los veinte años del salario gubernamental pagado con el producto de la explotación del guano y del salitre.

Fue secretario de Mariano Lorenzo Cornejo, Prefecto de Piura, en 1873, diputado por la provincia del Cercado de Piura en 1875, secretario de la Prefectura de Ica en 1876, síndico de Gastos e inspector de Instrucción del Concejo Provincial de Ica en 1877 y nuevamente secretario de la Prefectura de Piura en 1878. Entre 1879 y 1880 se desempeñó como secretario de la Comandancia General de la Segunda División y de la Tercera División del Ejército. En 1880, sin ninguna preparación ni experiencia militar, pero gracias a sus simpatías pierolistas, fue nombrado coronel del ejército y destinado como jefe del batallón “Regeneración” de La Libertad. Un año después fue designado fiscal permanente del Ejército en Cajamarca, oportunidad en la que entró en contacto con el traidor Miguel Iglesias. Inicialmente, éste lo nombró secretario de la Jefatura Política y Militar de los departamentos del Norte y luego secretario general y asesor principal. En 1883 fue nombrado Oficial Mayor de Relaciones Exteriores y de Justicia e Instrucción durante el gobierno colaboracionista de Miguel Iglesias. Ese mismo año fue elegido diputado por Piura a la Asamblea de Cajamarca. En 1884 fue triple diputado (!) por Piura, por Chincha (Ica) y por La Unión (Arequipa) a la Asamblea Constituyente que aprobó el tratado de Ancón. Llegó a ser segundo vicepresidente de esa asamblea (Prisma, 1º de julio de 1906, 28; 16 de julio de 1906, 2-4).

Sus mensajes políticos aparecieron en los diarios que fundó, entre ellos El Ferrocarril de Piura (1873), El Independiente (1875) y La Reacción (Cajamarca, 1882). Fue redactor de La Reacción (Lima, 1884).

La Circular a la Juventud Nacional de Cajamarca

El primero de marzo de 1882, el iglesista y agente chileno Julio Santiago Hernández en compañía de su amigo y colega Maximiliano Frías, publicaron en el periódico La Reacción, que regentaban en Cajamarca, la denominada Circular a la Juventud Nacional de Cajamarca para establecer asambleas provinciales. En la Circular, Hernández y Frías llamaron al establecimiento de “asambleas provinciales plebiscitarias” para autorizar al Poder Ejecutivo usurpador de Miguel Iglesias a firmar la paz aceptando las condiciones impuestas por Chile. Implícitamente, el documento propuso el desconocimiento del gobierno de García Calderón-Montero, régimen que no se sometía a las demandas chilenas y al cual obedecían Andrés Avelino Cáceres, José Mercedes Puga, Jesús Elías y otros luchadores de la resistencia peruana.

La Circular de Hernández-Frías es un documento difamador e insidioso contra el Perú, que propala el mensaje oficial chileno de inferioridad moral de la nación peruana, siendo ésta el origen de nuestras calamidades en la guerra. De un plumazo, la Circular eliminó como causa y factor explicativo del conflicto la ambición expansionista e imperialista de las clases dominantes de Chile por apoderarse del salitre existente en el litoral boliviano y en Tarapacá. El traidor Hernández repitió de esta manera los argumentos chilenos que denigraban al Perú y que comenzaron a circular tras las derrotas de San Juan y Miraflores.

Quien mejor analizó la labor de zapa prochilena de Julio Santiago Hernández como principal asesor político de Iglesias fue el escritor venezolano Jacinto López, quien subrayó al respecto: 

“En esta publicación [Circular a la Juventud Nacional de Cajamarcamarzo 1°, 1882) y en la de Iglesias un mes más tarde, se observa ya una declamatoria tendencia a difamar y desacreditar al Perú, atribuyendo a los errores y las depravaciones de los partidos políticos, y a la ignorancia y la indiferencia general, la causa de todas las desgracias públicas del Perú, de las cuales la guerra no era, según ellos, sino la culminación, lógica, natural e inevitable. No eran las fabulosas riquezas de Antofagasta y de Tarapacá y la codicia del vecino indigente, las causas de la guerra. Era el Perú mismo, las abominaciones y los crímenes de su vida pública. 

Por implicación, Chile era el contraste, un país perfecto, un país modelo; y explícitamente declaraban que Chile había sido provocado a la guerra, y que toda la responsabilidad era del Gobierno del Perú. Ésta es la faz más odiosa de la traición de Iglesias. Sus proclamas y manifiestos y mensajes parecían escritos por agentes de Chile, o copiados de los escritos de hombres públicos chilenos.

Desde el principio hasta el fin, esta campaña de inculpación y de difamación del Perú, eco servil de la propaganda chilena a este respecto, fue inseparable de la propaganda en favor de la paz a todo trance. Parecía como que se quisiera insinuar, y esto es ciertamente lo que entre líneas se lee continuamente en la adjetivosa y extravagante literatura de la traición, que el Perú debía apresurarse a firmar la paz que a Chile se le antojara dictar, porque no merecía otra, puesto que la paz no era sino el condigno castigo de sus infinitas culpas e infamias. Todo esto en medio de las más ruidosas, exclamatorias, patéticas y efusivas explosiones de patriotismo, de amor por el Perú y de dolor por sus desgracias, que ellos venían a terminar y redimir ofreciéndole la paz, trayendo en las manos como una providencia la paz chilena.

Ellos eran los regeneradores. Iglesias era el Regenerador. Todo había ido mal y había sido malo en el Perú hasta el advenimiento de este providencial, este redentor indígena que, como Jesús, venía del pesebre. Él era el solo hombre honrado y el solo hombre puro en el Perú; el patriotismo no había existido allí antes de él, y la energía y la virtud de la abnegación y el sacrificio nacían con él en la historia del Perú. Él era un hombre extraordinario, excepcional, sin antecesores, inaudito, el héroe portentoso de un nuevo día en la noche de oprobio que había sido hasta él la existencia del Perú, en realidad un enviado de Dios para regenerar y salvar al Perú con la sangre y la ignominia del sacrificio de la paz chilena, triunfante al cabo por la traición.

Y este regenerador había sido escogido, por supuesto, entre los humildes; era un analfabeto, un labriego, un intonso, que se quemaba en una llama sagrada. Él sabía más que todos los doctores y podía más que todos los poderosos. Si se ofrecía como salvador, para salvar al Perú contra el Perú mismo, contra sus mejores y más esclarecidos conductores, en aquel supremo cataclismo en que todo había sido destruido, ¿no era esto una prueba de que él lo sabía todo y lo podía todo, de que él era Hércules y Tirteo, todo junto, con la omnisciencia y la omnipotencia de un predestinado? Sin duda, él era el hombre del Destino en aquella catástrofe, el «Regenerador» (López 1920, XVII-2: 178-179).

Para Hernández, Perú causó la guerra cuando nacionalizó el salitre de Tarapacá

Julio Santiago Hernández fue el principal portavoz peruano de los intereses de Chile entre 1882 y 1884. Los invasores le hicieron conocer la explicación oficial chilena del origen de la Guerra del Salitre, versión que Hernández expuso a Iglesias e hizo circular en las cartas que publicaba en su periódico La Reacción. Hernández afirmó que la guerra fue provocada por el Perú al nacionalizar las salitreras de Tarapacá, acto en el que sin embargo reconoció que nuestro país “devolvió” a sus dueños los capitales chilenos (e ingleses) invertidos.

“No necesitamos el remontarnos a la imbecilidad de San Martín ni al cesarismo de Bolívar, para encontrar las causas verdaderas, inmediatas de la guerra… Chile era nuestro aliado hasta 1872... ¿Quién dio el pretexto a la enemistad de Chile? ¿Quién nos hizo más débiles por mar y tierra? ¿Quién nos condujo a la ruptura maniatados? El gobierno del señor Pardo, ese gobierno a quien se acaba de llamar glorioso, a la faz de la representación del Norte, el más glorioso gobierno que haya tenido el Perú!

Y como no fuera bastante esperar el peligro como un idiota, el más glorioso Gobierno que ha tenido el Perú, hirió de muerte la industria chilena en Tarapacá. Para satisfacer impuras necesidades de círculo, y devolviendo a Chile capitales y brazos empleados en nuestro suelo... exaltó sus iras [de Chile] hasta precipitar deliberadamente los funestos acontecimientos” (Citado en Blanlot 1910, 190).

Circular a la Juventud Nacional de Cajamarca para establecer asambleas provinciales, una de las primeras muestras de la literatura de la traición practicada por el felón Julio Santiago Hernández. Fue publicada en el diario La Reacción de Cajamarca el primero de marzo de 1882. 
(Ahumada 1890, VII: 105-106)

Literatura y política de la traición

Como escribió Jacinto López, Julio Santiago Hernández fue uno de los principales exponentes –pero no el único– de una literatura de la traición que aún hoy tiene cultores en el Perú. De la literatura Hernández pasó a los hechos, aliándose con los chilenos en el combate y represión en contra de la resistencia peruana y en la aprobación del tratado de Ancón. 


Julio Santiago Hernández no sólo ejerció la literatura de la traición sino también practicó la política de la traición, géneros ambos en los que guió a Miguel Iglesias, por encargo de sus mandantes chilenos.

Julio Santiago Hernández, cultor de la literatura de la traición y Secretario General del felón de Montán. Hernández sirvió como instrumento de los invasores chilenos para hacer aprobar el Tratado de Ancón. Fue considerado por el enemigo chileno como el más firme sostén del general Iglesias y del Partido [Club] de la Paz”.
(Blanlot 1910, 190)

La traición de Iglesias








La traición de Miguel Iglesias. Documentos para el proceso. Los Gobiernos de 1880 y 1883
(Paz Soldán 1886, 23: 177-179)










La traición de Miguel Iglesias. Documentos para el proceso. Los Gobiernos de 1880 y 1883
(Paz Soldán 1886, 24: 185-188)














La traición de Miguel Iglesias. Documentos para el proceso. Los Gobiernos de 1880 y 1883
(Paz Soldán 1886, 25: 193-198)

Obras citadas

Ahumada Moreno, Pascual. 1890. Guerra del Pacífico. Tomo VII. Valparaíso: Imprenta y Librería Americana.

Ahumada, Pascual. 1891. Guerra del Pacífico. Tomo VIII. Valparaíso: Imprenta de la Librería del Mercurio.

Anónimo. 1884. El New York “Herald” y la Guerra del Pacífico. Publicaciones hechas en el diario “La Nación” de Guayaquil. Años de 1883 y 84. Guayaquil: Imprenta de “La Nación”.

Basadre, Jorge. 1968-70. Historia de la República del Perú. 6ta. ed. Lima: Editorial Universitaria.

Blanlot Holley, Anselmo. 1910. Historia de la paz entre Chile y el Perú. 1879-1884. Santiago de Chile: Sociedad Imprenta y Litografía Universo.

La Voz del Nuevo Mundo. San Francisco, California. Edición del sábado 5 de mayo de 1883. Volumen XL. Número 2014. 

López, Jacinto. 1920. La más grave cuestión internacional de América. En La Reforma Social, Vol. XVII, No. 2 (junio), New York: Casa Editorial La Reforma, Inc.

Paz Soldán, Carlos. 1886. La traición de Miguel Iglesias. Documentos para el proceso. Los Gobiernos de 1880 y 1883. "El Sol", Núm. 23, 24 y 25, Lima, Perú, 21, 25 y 28 de agosto de 1886.

Prisma. Revista Ilustrada de Artes, Letras y Sport. Año II, No. 17, Lima, 1º de julio de 1906.

Prisma. Revista Ilustrada de Artes, Letras y Sport. Año II, No. 18, Lima, 16 de julio de 1906.

© César Vásquez Bazán, 2015
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Mayo 8-10, 2015
Etiquetas: [Arica]  [Augusto B Leguía]  [Conrado Ríos Gallardo]  [Emiliano Figueroa]  [Sánchez Cerro]  [Tacna]  [Tratado de Lima]  [triángulo terrestre]  [venta de Arica a Chile]  
Fecha Publicación: 2022-06-30T18:32:00.000-05:00
Escribe: César Vásquez Bazán
El New York Times informó el 4 de junio de 1929 sobre la venta de Arica a Chile por seis millones de dólares.
La operación fue hecha por el presidente Augusto B. Leguía y se formalizó a través del tratado de Lima firmado el 3 de junio de 1929.

 Augusto Bernardino Leguía y Salcedo, dictador del Perú entre 1919 y 1930
Sus aduladores lo llamaron el Gigante del Pacífico, el Viracocha de la Patria Nueva y el Júpiter PresidenteFue el principal responsable de la entrega de Arica a Chile, tras hacer firmar a su Ministro de Relaciones Exteriores el denominado Tratado de Lima el 3 de junio de 1929.

El vendepatria Leguía y su cambiante posición en cuanto a las provincias cautivas

A petición del presidente Leguía, la Asamblea Nacional de 1919 (Constituyente) declaró por unanimidad en Lima el 27 de diciembre de 1919 la caducidad del Tratado de Ancón por el incumplimiento chileno de su esencial cláusula tercera referente al plebiscito sobre Tacna y Arica (Basadre 1968-70, XIII: 105). La declaración de la Asamblea Nacional de 1919 fue la siguiente (Bromley y Belaúnde 1920, 129-130):

La Asamblea Nacional de 1919, el único cuerpo constituyente reunido después de la guerra con Chile y que ha aprobado el tratado de paz mundial y la Liga de las Naciones, antes de clausurarse, considera deber ineludible declarar ante la América y ante el mundo, en nombre del Perú, cuya soberanía imprescriptible representa:

1.- Que la desmembración del departamento de Tarapacá, el territorio más rico de América, constituye una conquista llevada a cabo entre naciones que no eran limítrofes, y por eso es un acto de iniquidad y de fuerza que no tiene precedente en la historia moderna del mundo.

2.- Que el Tratado de Ancón ha sido violado por el conquistador, negándose a cumplir la cláusula que establece la celebración de un plebiscito en las provincias de Tacna y Arica en 1893.

3.- Que en esta virtud Chile no solamente ha conquistado con la agresión durante la guerra, sino que pretende conquistar con la retención violenta durante la paz.

Confía en que el patriotismo del Congreso y del actual Gobierno pondrán como hasta ahora todo su empeño para que la Liga de las Naciones y la acción de las potencias que se interesen por la justicia amparen las justas, legítimas e imprescriptibles reivindicaciones del Perú”.

* * * * * 

“De las razones contenidas en esta exposición se desprende clara y definitivamente:

Primero.− Que el Tratado de Paz suscrito entre el Perú y Chile, el 10 de octubre de 1883, debe ser revisado y devuelta al Perú, incondicionalmente, la provincia de Tarapacá;

Segundo.− Que deben igualmente ser devueltas al Perú las provincias de Tacna y Arica, sin plebiscito y sin género de indemnización o pago por su parte”.

Libro Blanco de Augusto B. Leguía
(Leguía y Salcedo 1921, 53)

Tened confianza: Seréis peruanos
Para Arica y los ariqueños este cartel de propaganda del gobierno de Leguía fue una falsedad más de las que pronuncian los políticos vendepatria. Con el Tratado de Lima de 1929, el dictador Augusto Bernardino Leguía y Salcedo entregó Arica a Chile, violando la Constitución de 1920 que prescribió que la Nación no podía “celebrar pacto que se oponga a su independencia o integridad o que afecte de algún modo su soberanía”.

* * * * *

Le propongo en definitiva lo siguiente: ...La entrega [por parte de Chile] de seis millones en vez de dos millones de dólares”.
Propuesta del presidente Leguía al embajador chileno Emiliano Figueroa durante las conversaciones sobre la entrega de Arica a Chile 
Palacio de Gobierno, Lima, 16 de abril de 1929
(Ríos Gallardo 1959, 308)

* * * * *

“El Gobierno de Chile entregará al del Perú, simultáneamente al Canje de las Ratificaciones, seis millones de dólares...”
Tratado de Lima, artículo sexto
Lima, 3 de junio de 1929


* * * * *

“Después [Sánchez Cerro], hablándome siempre con marcada locuacidad y ba­jando la voz para adquirir el tono de la confidencia íntima, me agrega:

«Lo único que me desagrada en el tratado con Chile son esos seis millones de dólares, que todavía no sé dónde están».

«Señor Presidente –respondo−, esos seis millones le puedo asegurar fueron cancelados y si le molestan demasiado mi gobierno es­tá dispuesto a recibirlos…»

«Ríe a carcajadas, y me contesta: ‘¿De dónde pecata mea? Estamos reventados y la verdad es que Ud. me ha dado un argumento para todos los que vienen a hablarme de los seis millones de dólares, de la venta del Morro legendario, etc. De aquí en adelante les voy a replicar: Pues bien, hay que devolverlos, y, como el Estado no tiene un centavo, hagan Uds. una suscripción nacional, a ver si en cincuenta años los reúnen...» ”  


Conversación de Luis M. Sánchez Cerro, presidente de la junta militar de gobierno, con Conrado Ríos Gallardo, embajador de Chile en el Perú
Lima, 16 de septiembre de 1930
(Ríos Gallardo 1959, 410)

El robo chileno de las provincias cautivas

El departamento peruano de Tarapacá, desde noviembre de 1879, y las provincias peruanas de Arica y parte de Tacna, desde junio de 1880, son ocupadas militarmente por Chile en lo que constituye una usurpación de 59 mil kilómetros cuadrados de territorio (aproximadamente la extensión del departamento de Arequipa).

Chile ha proclamado su soberanía en esas circunscripciones y ha fundamentado su posición levantando la validez del “derecho de conquista”, tras haber vencido en la Guerra del Salitre, a pesar de saber que en América del Sur jamás se reconoció semejante derecho.

El enemigo chileno sostiene que el Perú entregó voluntariamente ambas circunscripciones a través de los Tratados de Ancón y de Lima. Lo que no dice es que el Tratado de Ancón fue firmado por Miguel Iglesias Pino de Arce, títere chileno y cabecilla del protectorado promovido, organizado, financiado, dirigido y controlado por las fuerzas extranjeras de ocupación. Violando la Constitución del Perú que indicaba que el territorio de la Nación era inalienable, el Tratado de Ancón fue aprobado al caballazo por una autodenominada “Asamblea Constituyente”, cuyo nombramiento fue digitado por el enemigo chileno, sin que se permitiese en esa Asamblea la participación de representantes de Tacna, Arica y Tarapacá.

El dictador Augusto Bernardino Leguía y Salcedo, a su turno, violó la Constitución de 1920, vigente en 1929, que en su artículo segundo estableció la intangibilidad del territorio peruano. La Constitución prescribió que la Nación no podía “celebrar pacto que se oponga a su independencia o integridad o que afecte de algún modo su soberanía”. Haciendo caso omiso de dicha norma, tras once meses de conversaciones estrictamente personales con Emiliano Figueroa, representante diplomático del Gobierno de Chile tratativas llevadas a cabo en el Palacio de Gobierno de Lima− Leguía entregó al enemigo chileno Arica y parte de Tacna. El 3 de junio de 1929 formalizó su servilismo hacia Chile haciendo suscribir a su Ministro de Relaciones Exteriores el Tratado de Lima, cumpliendo con las orientaciones de política exterior del Gobierno de Estados Unidos, al cual el dictador obedecía sin dudas ni murmuraciones. Ignorando la Constitución de 1920, Leguía hizo aprobar el regalo territorial al enemigo del Perú en un Congreso formado por representantes que manejaba a voluntad, y en el que tampoco estaban presentes representantes de las circunscripciones afectadas.

Embajador chileno en Lima delata el proceder de Leguía

En 1959, Conrado Ríos Gallardo, exembajador de Chile en el Perú en 1930, publicó el libro Chile y Perú. Los pactos de 1929, en el que describió con minuciosidad las conversaciones personales entre el representante diplomático de Chile en el Perú con el presidente Leguía que culminaron en la entrega de Arica a Chile. El documento es escasamente conocido en el Perú y pone en evidencia la política vendepatria de Leguía en cuanto a las provincias cautivas, explica cómo fue manipulado por Chile, y cómo quiso hacer presentar la entrega de Arica a Chile cual si fuera el resultado de la presión de la política exterior de Estados Unidos sobre el Perú. De la obra de Ríos Gallardo publicamos los siguientes textos: 

La liquidación del problema [de Tacna y Arica]
(Ríos Gallardo 1959, 306-309)

En la mañana del 16 de abril de 1929 −la fecha es muy digna de anotarse− el Presidente Leguía recibía, con su habitual sencillez, al embajador [chileno Emiliano] Figueroa en una audiencia de responsabilidad y de afirmaciones históricas. Siem­pre fueron las entrevistas entre ambos personajes cordiales; se pro­fesaban una mutua estimación, hablaban en lo posible sin reservas mentales, razón por la cual la persona del representante de Chile en el Perú era insustituible en el afecto y en la confianza del gobernante.

En esta conferencia se pasó revista cuidadosa a cada uno de los puntos en que ya existía acuerdo, se precisaron algunos de ellos, pa­ra llegar una vez más a la brasa ardiente: la construcción del puer­to en Las Yaradas, cuya ubicación ya había sido aceptada en principio. El embajador Figueroa, de acuerdo con instrucciones impar­tidas, llevaba consigo un memorándum, especialmente redactado, en el cual se consignaban los puntos transmitidos en cablegrama confi­dencial No. 80, y, además, se le había dicho días después: “Indispensable resolver hoy mismo si Presidente Leguía busca al constructor y nosotros entregamos los seis millones de dólares o el Presidente Ibáñez busca la firma que garantice el puerto y proceda a su ejecución” (11). Después de dar lectura al Primer Mandatario del me­morándum, destacando las referencias al puerto en Las Yaradas, éste reiteró al respecto anteriores observaciones, en el sentido de que seguía teniendo sus dudas sobre su seguridad en la ubicación referida, presentándolo como un peligro para las futuras relaciones con Chile, porque él tenía la convicción, después del informe del vice­presidente de la Frederick Snare Corporation, ingeniero señor Jorge Seeley, que dicho puerto en ese sitio, a la corta o a [la] larga, sería un fracaso y si ello ocurriera vendrían las recriminaciones, peligro que había el deber de evitar aunque sólo fuera una posibilidad lejana. El embajador Figueroa, sorprendido por estas observaciones un tanto tar­días, le contestó que podía desechar esos temores, porque si una firma constructora de solvencia reconocida y de competencia indiscutida garantizaba la obra, esas dudas pasaban a ser infundadas. El Mandatario replicó, seco y breve: “Así será, pero yo las abrigo siempre” (12). Después de esta respuesta inesperada, porque la ubi­cación del puerto, como he dicho, estaba en principio aceptada por él [el presidente Leguía] en la conferencia que habían sostenido cinco días antes, el embajador Figueroa reaccionó con nervio expresándole que le hablara “con entera franqueza, única manera que podemos entendernos” en un problema que tiene cansado[s] a los dos pueblos, que es necesario se resuelva de alguna manera, y a continuación, dando vigor a sus acentos, añadió:

“Mi gobierno me exige que le comunique hoy mismo su reso­lución y yo debo hacerlo, así es que apelo a la benevolencia que Ud. me ha dispensado siempre para rogarle me la dé en definitiva. Por encargo de mi gobierno le he hecho varias proposiciones de solución y cuando creíamos que ya aceptaba una de ellas, Ud. vuelve a ma­nifestarse indeciso. Es de urgente necesidad que alguna vez me ex­ponga su pensamiento definitivo”.

El Presidente Leguía, requerido en términos tan perentorios, aceptó sin vacilar la formal invitación que se le hacía, porque tam­poco era hombre de vacilaciones para afrontar las responsabilidades, y prestamente respondió:

“Como no estoy de acuerdo con Ud. sobre la posibilidad de construir un puerto eficiente y seguro en Las Yaradas, y tomando en consideración la observación que Ud. me ha hecho sobre la desproporción que existe entre el costo de ese puerto y su rendimiento, he creído más conveniente volver sobre una de las proposiciones que Ud. me ha hecho en el curso de esta negociación y le propongo en definitiva lo siguiente: acepto lo contenido en la proposición prime­ra del memorándum que Ud. me entregó en días pasados, o sea, la concesión al Perú, dentro de los 1,575 metros de la bahía de Arica, de un malecón, un edificio para su aduana y una estación para el Ferrocarril de Arica a Tacna, todo construido por cuenta de Chile, y donde gozaría de la más completa independencia dentro del más amplio puerto libre, y además, la entrega de seis millones en vez de dos millones de dólares”.

Estuvo, a continuación, en perfecto acuerdo en que la línea di­visoria partiera de un punto de la costa a diez kilómetros de Arica, en dirección paralela a la vía del ferrocarril a La Paz hasta el ki­lómetro 160, desde éste al 190 se estrecharía en forma que queda­ra en territorio peruano el curso de los canales Uchusuma, Aguada y Laguna Blanca, que forman parte de la dotación de agua de Tac­na. En relación con el compromiso de no construir nuevos ferrocarriles estimaba que si Tacna saldría por Arica era preferible no to­mar ese acuerdo que podría ser considerado como una limitación de soberanía, y respecto al compromiso de no ceder parte del territorio a otro país prefería que no se consignase en el tratado “para evitar suspicacias de Bolivia, pero que si nosotros insistíamos él lo aceptaría”. Propuso, después de estas observaciones, como condición indeclinable, que la fórmula de arreglo, como lo había insinuado en días pa­sados, viniese por conducto del gobierno de los Estados Unidos.

El embajador Figueroa informaba, además, que el Presidente Leguía se sentía un tanto desagradado por las publicaciones de pren­sa, las noticias cablegráficas, que no hacían sino perturbar la nego­ciación, que lo ponían en una situación molesta, “ya que daban por concluido un asunto que no lo estaba definitivamente”, y solicitó “encarecidamente que no se diera noticia alguna sobre el particular hasta que el arreglo estuviera completamente finiquitado”. Y, final­mente, comentando el resultado de la entrevista, agregaba: “Como se ve, Ud. estaba en lo cierto al venirme asegurando que el señor Le­guía no quería el puerto sino el dinero”, y terminaba solicitando instrucciones.

Aceptó el Presidente Leguía en esta memorable conferencia la división territorial en la forma que nuestro gobierno la propuso des­de que se inició la negociación directa, base de arreglo que el De­partamento de Estado no creyó que sería consentida por el Perú.

En la noche del mismo día de esta conferencia, cuyo resultado fue recibido con extraordinaria satisfacción por el gobierno, se des­pachó al embajador Figueroa el siguiente mensaje:

“Quiera Ud. aceptar de parte de S. E. el Presidente de la Re­pública [de