Le Clézio, el africano

En "L´African" de J.M.G. Le Clézio, premio nobel de literatura 2009, la sensación que me deja las poco más de 120 páginas de este pequeño libro intimista que nos aproxima al continente africano donde vivió el padre de autor, es la de un diario personal que lejos de limitarse a compartir un período de los primeros años de su vida, nos muestra sin aspavientos ni lecciones morales la cruda realidad de una Nigeria y Camerún colonizados y la flagrante desaparición del paraíso perdido donde "le temps aurait fait marche arriere, aurait detricoté la trame d´erreurs et de trahisons" (p.72, Ed. Folio, 2008).

El padre del autor fue un medico asignado a la British Army, portándose como voluntario en la administración colonial destacada en lo que hoy es Nigeria y el oeste de Camerún. Este médico vivió durante años en el medio de una selva vírgen, como único médico en miles de kilómetros a la redonda, separado además de su familia durante los primeros tres o cuatro años de la Segunda Guerra Mundial. Es el reencuentro con su familia, luego de largos períodos de soledad y silencios, no estuvieron privadas de tensiones sobre todo vis-a-vis del autor y su hermano que, luego de vivir en un medio burgués, pasaron a vivir a Ogoja, en un contexto donde la desmesura, el abandono y la libertad marcaron por siempre la vida de Le Clézio.

En otras páginas se comparte con el lector ciertas reflexiones acerca del desencanto que envolvió a su padre en los últimos años de su vida, al considerar que como médico que tuvo que enfrentar a la muerte y al sufrimiento de muchos desposeídos, fue un mero instrumento del poderío colonial.

"Alors mon pere decouvre, apres toutes ces années oú il s´est senti proche des Africains, leur parent, leur ami, que le médecin n´est qu´un autre acteur de la puissance coloniale pas different du policier, du juge ou du soldat. Comment povait-il en être autrement?. L´exercice de la médecine est aussi un pouvoir sur les gens et la surveillance médicale est également une surveillance politique. [...] Il n´est pas facile de changer des peuples tout entiers, lorsque ce changement est faite sous contrainte. [...] A la fin de sa vie, je me souviens qu´il m´a dit une fois que si c´était a refaire, il ne serait pas médecin, mais vétérinaire, parce que les animaux étaient les seuls a accepter leur souffrance."(p.100, op.cit).

Son estas breves páginas las que nos permiten avizorar lo que pudo haber sido la vida africana de alquien que por propia voluntad decidió enfrentar el establishement colonial a fuerza de un viaje interior que lo llevó a esos extremos en los que uno termina descubriendo al hombre en toda su dimensión, para bien y para mal.




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