Problemas de la negociación colectiva en el 2023

La negociación colectiva es un instrumento jurídico para resolver las tensiones laborales alrededor de la puja redistributiva. Es al mismo tiempo parte de la libertad sindical y como tal un derecho constitucional que el Estado peruano debe garantizar y fomentar en las relaciones entre emporesarios y trabajadores. El proceso de negociación colectiva consiste en la potestad que tienen los trabajadores para discutir y negociar sus remuneraciones y condiciones de trabajo de manera conjunta y no individual, con el empleador hasta llegar a un acuerdo. 

En los inicios del capitalismo y la formación de la clase obrera, los empresarios tenían el control absoluto sobre las condiciones de trabajo y las remuneraciones. Desde el liberalismo económico, la idea predominante era que un trabajador descontento con las condiciones propuestas podía no aceptarlas y buscar una mejor oferta en otra empresa. Aún el día de hoy hay personas que siguen pensando que las Esta posición fue la razón de numerosos conflictos laborales. Básicamente porque el "mercado laboral" no funciona como los otros mercados. El trabajador individual no dispone de la misma libertad que el empleador para rechazar un empleo que no le satisface. Tampoco tiene el poder para imponer mejores condiciones a su situación individual. Básicamente porque las personas no pueden vivir sin un trabajo remunerado en la sociedad capitalista. El desequilibrio en la relación trabajador-empleador supone ventajas objetivas para el empresario en desmedro del trabajador individual. 

De esta realidad, nace el movimiento sindical y el derecho laboral. La imposibilidad de resolver el desbalance de poder a nivel individual obliga a la acción colectiva. De esta manera, la clase trabajadora a partir de movilizaciones y huelgas logro que se le reconozca el derecho a discutir de manera colectiva sus remuneraciones y condiciones de trabajo. Como sabemos, para ejercer de manera efectiva dicho derecho supone a su vez un derecho previo que consiste en precisamente organizarse sindicalmente; asimismo, la negociación colectiva no tiene mayor capacidad sin el derecho de huelga. Estos tres derechos, afiliación sindical, negociación colectiva y huelga constituyen la libertad sindical. Los tres componentes deben de estar no sólo garantizados sino deben ser fomentados por el Estado. Sin embargo, la legislación nacional es muy dispareja en la protección de estos derechos. La afiliación sindical y el derecho de huelga se encuentran muy restringidos en su real ejercicio.
Inflación 2010-2022

Por esta razón, en el Perú, los incrementos salariales en los procesos de negociación colectiva antes de la pandemia y durante el periodo de crecimiento económico se establecieron tomando como referente el nivel de inflación general. Como la misma generalmente se ubicaba cerca a 3%, resultaba factible compensarla o en algunos casos superarla ligeramente en el aumento de remuneraciones negociadas. Pero claro, mientras los empresarios entendieron que los sindicatos estaban aceptando aumentos de 3% anuales; el lado sindical entendió que se trataba de aumentos "por encima" de la inflación. En la medida que la economía no presentaba una presión significativa la estrategia sindical pasó por aceptar incrementos menores a cambio de mejoras en las condiciones de trabajo: uniformes, horarios, facilidades de estudio, permisos y licencias, etc. 

Aquí esta el principal problema que están enfrentando los sindicatos en la negociación colectiva este año. Los empresarios quieren mantener los incrementos salariales alrededor del 3% pero esto supone una pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora. Los sindicatos obviamente insisten en incrementos "por encima de la inflación", lo cual supone romper la barrera del 3% y llegar a 9% por lo menos. Los que han estado en una mesa de negociación colectiva saben que cada décima de punto porcentual de incremento en la remuneración básica supone una ardua y larga disputa. Estamos pues en un impasse bastante complicado. El sector empresarial no esta dispuesto a mantener la inflación como criterio y los sindicatos se ven presionados por sus afiliados. 

En este escenario, una primera posibilidad es que van a incrementarse los conflictos laborales. La huelga como mecanismo de presión probablemente volverá al escenario laboral. Ciertamente, hay sectores laborales donde es más complicado desarrollar huelgas exitosas, es decir que logren persuadir a los empresarios de aceptar incrementos mayores a la inflación; pero, al mismo tiempo, la presión inflacionaria es una fuerte motivación para el descontento en el centro de trabajo. 

En contextos de desregulación laboral y pérdida del poder adquisitivo, los trabajadores han desarrollado "negociaciones por disturbios", que como su nombre indica les ha permitido llegar a acuerdos luego de conflictos abiertos. Este podría ser el camino para los trabajadores que no tienen organizaciones sindicales o las mismas son débiles. De esta manera, la huelga ya no sólo compete a los trabajadores afiliados a un sindicato sino a toda la planilla laboral. La "huelga ilegal" ha sido un mecanismo de presión eficaz en algunas experiencias como Chile para mejorar los términos de la negociación colectiva. 

Una segunda posibilidad es una "great resignation" (gran renuncia) como la ocurrida en el 2021 en EEUU. Cuando un altísimo número de trabajadores renunció a sus empleos cuando debían dejar el trabajo a distancia y regresar a la presencialidad. Una "gran renuncia" se explica cuando la dificultad que tienen los trabajadores de mejorar sus condiciones de trabajo es mayor que la incertidumbre de buscar un nuevo empleo. El abandono masivo de puestos de trabajo tiene los mismos efectos prácticos que una huelga general. Como vemos, la situación laboral en Perú el presente año es compleja. Agrava la situación la persistente crisis política y el sesgo autoritario del actual gobierno. 

Finalmente, para los sindicatos esto significa desarrollar mayores esfuerzos en la negociación colectiva, preparar mejor los pliegos y tener objetivos claros. La acción colectiva y en ella, la solidaridad son imprescindibles.

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