sábado, 10 de agosto de 2013

Autorretrato


Cuatro ojos, tirantes negros
canguro en la panza
la tormenta en la pupila
la isla en el bolsillo
el planeta al hombro,
alérgico al antibiótico
amigo del oso
sensible al hambre
al dolor, a las cosquillas
atento al relato de la abuela
y a la urgencia profana
de entregar el trabajo a tiempo

A veces a pie, a veces en coche
con mis pulmones
mis puños y mis dientes
cruzo mil Saharas
le doy alas a la Antartida
le pinto un sombrero al atardecer
traspaso el milenio;
el mar todavía no dobla campanas por mí
el Ave María de Caccini
es un mordisco en la manzana
la lluvia de hoy, un tributo sutil al silencio

Subo la escalera y veo
a la que no estaba allí
la puerta sin tocar
la noche sin dormir
a tres peldaños del Himalaya
su rastro es una nube...
-Te he buscado toda la vida
¿dónde has estado?
-En un sueño… en tu sueño de niño
-¿Mi sueño... , y qué has visto allí?
-Te he visto a ti
-¿A mí?
-Sí... estabas al otro lado del portal
con el alma en paz
solo, en un campo de naranjas...

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