jueves, 24 de septiembre de 2009

REFLEXIONES ANTES DE INICIAR UNA ILUSIÓN MUNDIALISTA PERUANA

El orgullo de ver a nuestro combinado en la máxima competición, el cantar el himno nacional en un partido del Mundial nos es nuevamente esquivo para los jóvenes. ¿Responsables? ¿Soluciones? Las eternas preguntas de hace 20 años que tienen sus correlativas clásicas respuestas: “Hay que trabajar con las divisiones menores”, “Que se vayan todos los dirigentes” “El técnico tiene que ser peruano”. Hace buen tiempo tenemos las respuestas a nuestros fracasos y lo único que falta es hacerlo, pero hasta eso nos parece complicado. Sería oportuno reflexionar en los siguientes puntos antes iniciar cualquier cambio:
  1. Tener presente que la selección Peruano no es la misma de los setentas. No existen mas Cubillas, Cueto, ni Sotil. Tampoco somos Argentina ni Brasil. Es verdad que tenemos jugadores buenos pero que juegan en Alemania. Una liga que está después de Inglaterra, España e Italia, que su principal exponente es el Bayern Munich, equipo que en las ultimas ediciones del Champions League y de la Ex Copa UEFA a “hecho agua”.
  2. Si bien en el Play Station podemos jugar con Perú con tres delanteros y ganamos a cualquier rival, no exijamos jugar así. Perú es una selección “chica” en Sudamérica, donde hay que ser concientes de nuestras limitaciones y si se tiene que defender con cinco defensas o atacar con un delantero, hay que hacerlo. A esta altura no podemos dar ventajas.
  3. Apoyar al nuevo técnico en sus convocatorias. El dilema de siempre “¿Por qué está aquel? ¿No debería estar tal?”. Los hinchas peruanos deben estar convencidos que el objetivo es participar en el mundial y para ello es importante la unión entre todos. Esto incluye una tolerancia total con el técnico para que haga un buen trabajo.
  4. Como hinchas de cualquier equipo peruano (Alianza, “U”, Cristal, Cienciano, etc.) debemos exigir que cada club se formalice. Es decir la conversión del club en un Sociedad Anónima. Obligatoriamente existirán las divisiones menores en todos los clubes que a la larga traerán repercusiones en la selección.

Estos cuatros puntos, a nuestro modo de pensar, nos harán pisar tierra y cuando todos estemos convencidos en el objetivo de ir al Mundial, recién podremos pensar en quien puede ser el técnico adecuado y quien podría ser el dirigente capaz de hacer realidad una antigua ilusión.

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