sábado, 8 de agosto de 2009

Hay luz siempre al final

Los que se vieron involucrados en ese dìa jamàs olvidaron lo que pasò.Al entrar al lugar donde estudiaba obstetricia,les contè a mis amigas lo que me habìa pasado,asi que como de ninguna manera iba aceptar sus disculpas me escape, me ayudò el portero y 2 amigas, bordeamos unas 2 cuadras y me puse a salvo, mientras el baboso esperaba que yo saliera,al dìa siguiente me enterè que ese sr.se quedò en la puerta hasta las 12 de la media noche y como no salìa empezò a gritar mi nombre,jajajajaja, maldito, despuès de todo lo que me hizo¡¡¡.Ese dìa un buen muchacho me acompañó hasta mi casa,el hombre que un dìa se convertirìa en mi adorado esposo,el hombre que con su amor ,comprensiòn ,fidelidad y bondad sanò una a una mis graves heridas

No hay comentarios: