Marita, continúo en el flirteo desencadenado por ésta tu servidora infiel hacia L, el tipo del que te hablé hace días.
Y de tanto encanto desbordado por mi parte, me he vuelto infalible a sus hormonas, cada vez que hablo con él me hago la tonta jugando a ser su amiga desinteresada y él sólo piensa en llevarme a su cama. Lo quise hacer un día, pero no funcionó.
Lo que sucede es que el momento en el cual debía de desbordarme de amor fingido, por mi mente cruzó la imagen de C, el muchacho de nariz linda con el que estuve cerca de 1 año, y hace un mes sólo me dejo una amistad híbrida, la cual no me la creo del todo.
¿Por qué no soy como tú, Marita mía, que entrega suspiros y gemidos fingidos por doquier?, ¿por qué no soy como tú y me divierto todos los fines de semana y sólo lo hago cuando estamos en Halloween?
Es cierto, ese es tema a parte. Hoy no hablaré de tu libertina vida.
Te decía, el flirteo con L se ha vuelto de altas proporciones, a pesar del susto que me pegué cuando lo tuve cerca hace poquito, y como él no vive en ésta ciudad, nos citamos cada noche en el messenger para intercambiar canciones, o nos mensajeamos al celular a cualquier hora del día. Es hasta bonito, todo de lejitos.
Las ganas me han dado y le propuse un viaje juntos (como si de esa manera olvidara mi frigidez repentina), no te imaginas cómo se emocionó y ya planea los lugares a los cuales visitaremos en nuestra estadía.
Yo pienso en esas noches, se que beberé mucho y me iré a sus brazos. Le daré lo que quiere. Le diré que lo quiero, que siempre pienso en él, lo besaré y finalmente caeremos al vacío del placer que pretende.
Y de tanto encanto desbordado por mi parte, me he vuelto infalible a sus hormonas, cada vez que hablo con él me hago la tonta jugando a ser su amiga desinteresada y él sólo piensa en llevarme a su cama. Lo quise hacer un día, pero no funcionó.
Lo que sucede es que el momento en el cual debía de desbordarme de amor fingido, por mi mente cruzó la imagen de C, el muchacho de nariz linda con el que estuve cerca de 1 año, y hace un mes sólo me dejo una amistad híbrida, la cual no me la creo del todo.
¿Por qué no soy como tú, Marita mía, que entrega suspiros y gemidos fingidos por doquier?, ¿por qué no soy como tú y me divierto todos los fines de semana y sólo lo hago cuando estamos en Halloween?
Es cierto, ese es tema a parte. Hoy no hablaré de tu libertina vida.
Te decía, el flirteo con L se ha vuelto de altas proporciones, a pesar del susto que me pegué cuando lo tuve cerca hace poquito, y como él no vive en ésta ciudad, nos citamos cada noche en el messenger para intercambiar canciones, o nos mensajeamos al celular a cualquier hora del día. Es hasta bonito, todo de lejitos.
Las ganas me han dado y le propuse un viaje juntos (como si de esa manera olvidara mi frigidez repentina), no te imaginas cómo se emocionó y ya planea los lugares a los cuales visitaremos en nuestra estadía.
Yo pienso en esas noches, se que beberé mucho y me iré a sus brazos. Le daré lo que quiere. Le diré que lo quiero, que siempre pienso en él, lo besaré y finalmente caeremos al vacío del placer que pretende.
¿Por qué lo hago? Sé que te preguntas eso.
Pues, ¿recuerdas que te confesé aquella vez que siento que el amor se hace cada vez más lejano para mí?, ¿qué en esta ciudad no me siento querida y pienso que no le atraigo a los mortales que por mi lado, cruzan? Tal vez en esas confesiones anteriores está la respuesta, con L busco escapar de este medio que me asfixia. Y escapar de C del cuál no soporto un día más, no tomarlo del brazo.
Esa es la verdad Marita.
Más novedades la próxima semana
Desde aquí te mando un beso enorme.
Sldos,
Diana
P.D: Espero tu respuesta
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