sábado, 21 de marzo de 2009

Peter Gabriel en Lima


(Foto sacada de www.peru.com)

No tengo mucho que decir sobre este concierto. Cuando las cosas son tan perfectas, los comentarios sobran un poco.

El concierto de pop rock más impecable de los que he visto en la aun corta historia de recitales internacionales en Lima.

Personalmente, las deficiencias en el sonido de los conciertos de varias de mis bandas favoritas que llegaron a Lima me bajaron bastante el feeling en su momento. No me gusta la idea de verme forzado a completar mentalmente las melodías mas sutiles de las canciones, por que en las versiones en vivo se hacen inentendibles debido a la escasez de locales apropiados acústicamente y también a la poca experiencia del pequeño sector encargado del alquiler y manejo de los equipos de audio diponibles en nuestro medio. Gabriel se aseguró y trajo sus propios equipos. Esas cosas aumentan el costo de las entradas, pero creo que valió la pena.

Y sí pues. El sonido rozó a la perfección. El escenario, las luces y la multimedia impecables. Quizás sólo opacadas por las dimensiones visuales de la escenografía traída por Roger Waters hace ya 2 años. Sin embargo, el sonido fue superior al de Waters, y también el volumen. Son pocas veces las que los conciertos de música moderna tienen tanto volumen como el de ayer. En temas potentes como Darkness o Signal to noise, los decibeles llegaron a niveles que jamás había oído en un concierto local.

Qúe puedo decir de los músicos... Todos impecables ( y es raro que yo diga esto). Nadie hizo demostraciones técnicas innecesarias para este tipo de música, y se que todos están tocando por debajo de su nivel técnico promedio. Pero eso mismo le da a la banda una solidez impresionante.

Como era de esperarse, Tony Levin y Melanie Gabriel fueron los músicos más aplaudidos. El carisma del espectacular bajista y la dulce -aunque no tan afinada- voz de Melanie fueron ovacionados por el público.

Gabriel está más viejo, y sus compañeros también. No hicieron tantas coreografías como antes, pero las pocas que hicieron fueron las necesarias para quienes disfrutamos ver a estos músicos tan grandes bailando y saltando como niños. No hubieron bicicletas, canoas, globos de tamaño humano, arboles, ni cantaron Downside Up caminando en el techo, pero la pantalla con imágenes alegóricas a los temas cumplió bien su labor. A propósito, en San Jacinto vi una figura muy extraña en la pantalla...pero muy distorsionada...si alguien la vió sabrá a qué me refiero (...)

Los temas más aplaudidos fueron Solsbury Hill, Sledge hammer, Biko y sobre todo Secret world. Mi esperada y dejada casi al final Red rain no recibió tanto apoyo como esperaba.

Suelo e intento siempre sacar conclusiones sociales de los conciertos a los que voy. Pero esta vez no lo haré, por que simplemente no tuve tiempo ni mente para hacerlo. La música fue tan buena, que este es mi primer artículo casi completamente descriptivo. Cuando un concierto es tan bueno, no es necesario decir nada y sólo queda aplaudir.

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