martes, 16 de diciembre de 2008

El amor y el olvido

Omar y Pamela, una pareja de recién casados, se dirigían felices de la vida en un viaje hacia el interior del país en el auto nuevo que Omar había adquirido, a pasar el día de semana santa a casa de los familiares de Omar, conversando sobre los negocios que tenian que finiquitar para el regreso del viaje, pues ambos tenían una pequeña empresa de ventas de insumos en la localidad de Lima, ciudad donde vivían.

6:30 de la tarde y seguían en la autopista, el cielo se puso oscuro y la lluvia se volvio torrencial, para entonces Pamela había tomado el control del auto al volante, y Omar, que se sentía un poco cansado, se paso al asiento trasero a fin de recostarse y dormir un rato, viajaban por la panamericana, a unos 250 kilómetros fuera de Lima, cuando de pronto un camión de carga se desplazaba delante de ellos a unos 45 kilómetros por hora, ensombrecido por el humo del tubo de escape. Omar que se había quedado dormido, despertó al oír el grito de terror de Pamela:

- Cuidado!

Aunque Pamela freno y trató de hacer un rápido viraje a la izquierda choco con el camión. Una camioneta que venía detrás de ellos los golpeo del lado del conductor. El auto salió volando por el aire dando tres vueltas de campana por la carretera, aterrizó sobre el techo y patino mas de 30 metros antes de detenerse.

Omar quedo aplastado contra el techo del coche, que yacía volcado. No podía mover las piernas y sentía un intenso dolor en la espalda.

- ¡Pamela!- clamo, pero no hubo respuesta.

No alcanzaba a ver que su esposa colgaba arriba de él, sostenida por el cinturón de seguridad y el volante; la cabeza se le hinchaba grotescamente a medida que la sangre se le agolpaba en el cráneo

Los enfermeros de la ambulancia que había llegado unos buenos minutos después, tardaron en sacar a Pamela de entre los metales retorcidos, y como estaba muy malherida, de inmediato la trasladaron en ambulancia a un hospital cercano a la ciudad. Poco después otra ambulancia llevó a Omar, que no sufrió lesiones graves. Mas tarde Pamela fue transferida a una Clínica de la ciudad de Lima.

Omar Ramírez y Pamela Peralta, se conocieron en el trabajo por decirlo asi, ella era asistente de gerencia general y el supervisor de sistemas, nadie los presento, fue algo espontáneo y un poema que Omar le dedico a Pamela fue el motivo por el cual se conocieran y formalizaran una relación.

Hola me llamo Omar, espero no haberte intimidado por el poema, - No para nada esta precioso, me gusto de veras, nadie me había escrito algo así.

En los tres meses siguientes ambos comenzaron a conocerse mas, que es lo que les gustaba a cada uno cual eran sus sueños, Omar era un chico super sensible y dedicado a la lectura y los poemas un caballero ante todo y la conquisto a Pamela que no era tan expresiva pero hizo sentir esa sensación que toda persona sensible y de corazón siente cuando esta cerca de alguien el verdadero amor.

Así pues cada uno fue descubriendo motivos para enamorarse del otro.

El 12 de noviembre del año 2008, Omar en un parque que quedaba por la casa Pamela se arrodilla y le dice que quiere que sea su compañera de amor.

Pasaron exactamente dos años, Omar le pidió a la madre de Pamela la mano de su hija, formalidad que ella insistió en cumplir.

Tienen mi bendición para casarse- respondió la madre de Pamela. Un dia, Omar, le pidió a su amigo Jesús, que por favor la lleve a Pamela al lugar donde habían donde se habían conocido, Jesús siempre accediendo a los favores que se hacen ambos, la llevo con excusas a Pamela hacia el lugar LARCOMAR, llegando ese lugar y esperando que hacer aparece por las escaleras que daban hacia el tercer piso y donde se encontraba Omar siendo la 1:45 de la tarde, y entre la gente que se encontraban por allí merodeando, Omar vestido con saco y corbata a pesar del sofocante calor, la llamo a gritos a Pamela, ella se asomo y miro de por el balcón, Pamela subió corriendo a recibirlo. Cuando la tuvo enfrente y delante de toso los estudiantes, Omar apoyo una rodilla en el suelo y, ofreciéndole un ramo de flores, le dijo:

- ¿Quieres ser mi esposa? – ¡Sí!- respondió ella llena de emoción y con lagrimas en los ojos - ¡Claro que sí!

-

El 12 de Nov del sgte año, Omar y Pamela contrajeron matrimonio en San Isidro, pasaron su luna de miel en Cuzco y a su regreso se instalaron.

7 semanas después, Omar escucho consternado la explicación de un medico de que su reciente esposa estaba en coma profundo. Existía el riesgo de que hubiese sufrido daño cerebral y pero aun, de que muriera.

No obstante tener también graves lesiones, Omar llego a la clínica para ver a Pamela. La joven tenia insertada una manguera de plástico en la boca y un aparato ceñido a la cabeza, que le media la presión intracraneal. De unos soportes metálicos colgaban unas bolsas de plástico que le vertían suero en las venas de los brazos a través de sondas. Esta no puede ser Pamela!, se dijo Omar, al tiempo que sentía que la habitacion giraba y quedaba en tinieblas

El vigoroso cuerpo de Pamela empezó a luchar por recuperarse. Aunque seguía en coma, la joven pudo respirar sin ayuda de aparatos la primera semana de diciembre. Entonces la trasladaron por ambulancia al Instituto Neurológico, de Lima, pues los médicos consideraron que era el mejor lugar par que se restableciera.

Poco a poco a Pamela salió del coma y a las tres semanas de ocurrido el accidente, llegó la hora de que un profesional sometiera a prueba sus capacidades mentales. Lleno de ansiedad, Omar escuchó al terapeuta interrogar a su esposa.

- ¿Por donde sale el sol? – pregunto el especialista

Responde, cariño, le decía Omar en silencio. Muéstranos que te estas recuperando. Ella primero pareció desconcertada, pero luego sonrío y contesto sin dudas.

- Por el norte, ¿Cómo se llama tu madre?, Linda, - ¿Donde vive usted? – En Lima

Antes de casarse, Pamela vivía en el centro de Lima, así que la respuesta animo a Omar: ¡Eso es querida!,

Pronto volveremos a casa y todo va a estar bien. Prosiguió él medico – ¿Cómo se llama su esposo?

Los ojos marrones claros preciosos como le decía Omar, recorrieron el cuarto, y luego, con una voz que no dejo de traslucir ninguna emoción, pronuncio unas palabras que a Omar le dolieron en el alma:

- No soy casada doctor.

Aturdido, Omar salió del cuarto, en el pasillo lloro desconsoladamente, y con el puño golpeó varias veces la pared. ¡Dios mío, ayúdame!, Suplico ¡Ayúdanos a mi esposa y a mí!.

A medida que fue mejorando la capacidad de respuesta de Pamela, quedo claro que había perdido completamente la memoria antes de del accidente. No recordaba como conoció a Omar, no recordaba su noviazgo, su boda, ni su luna de miel, ni el breve periodo que vivió con Omar. Este era un perfecto extraño para la mujer de la que se había enamorado.

Durante el mes siguiente, los padres y amigos de Pamela, le preguntaron muchas veces quien era su esposo. Ella parecía concentrarse, pero entonces mencionaba un nombre cualquiera: el de alguno de sus viejos amigos, el de un medico, etc.…

Un día Omar le mostró un vídeo de su boda, Cuando la cámara enfoco su rostro, le explico con voz cariñosa. – Ese soy yo, Omar. Y la novia eres tu, Pamela.

Sin embargo ella no reacciono.

Todos los días trabajaba en el instituto con un fisioterapeuta, varios terapeutas del lenguaje y otros especialistas. No obstante haber sido una persona saludable hecha y derecha, tuvo que volver aprender a caminar. Al principio adelantaba bruscamente el pie derecho y arrastraba el izquierdo, que no podía alzar del suelo ni siquiera un par de centímetros. Había sufrido serias lesiones en lóbulo frontal, la parte del cerebro que controla diversos aspectos de la personalidad, las emociones y la capacidad de toma decisiones, y en el lóbulo parietal que rige el lenguaje y la comprensión del razonamiento humano.

Poco a poco Pamela recupero los recuerdos de su infancia, su adolescencia y sus años en la universidad. Pero Omar seguía siendo “ese hombre”, una mas de las personas que ayudaban a tratar de caminar, a alimentarse y a golpear una pelota con una paleta.

Con frecuencia su reacción hacia él era de ira y de rechazo. “¿Por qué no regresas a tu casa?, Le dijo mas de una vez. “Porque te amo” era la respuesta de Omar.

En Febrero del 2011, Pamela regreso a vivir a casa de sus padres, . Omar, regreso a sus negocios como era antes y los fines de semana iba ver a su y ayudarla el resto del tiempo.

En ocasiones Pamela mostraba claros signos de mejoría, como un día en que Omar le lanzó una pelota y ella, en vez de no recepcionarla, la cogió y se la devolvió. En la repentina risa que aquella soltó Omar reconoció el eco de Pamela que le había robado el corazón.

Hubo otros momentos de alegría. Un día después de que su esposo regresara del trabajo, la joven le comento a un terapeuta del instituto:

- Echo de menos a ese hombre que estaba aquí.

Cuando Pamela volvió a casa, la madre telefoneo a Omar, Pamela quiere hablar contigo.

El se sintió feliz de que su esposa lo hubiera recordado. ¿-Cómo estas?, - Muy bien – contesto ella- Ya tengo que colgar.

Su breve capacidad de concentración también se ponía de manifiesto, cuando recibía visitas. Las saludaba con un afectuoso. “¡Hola, que tal!, me da gusto verte”, peor enseguida se despedía diciendo “Bueno, adiós”

Sin embargo, la mayor parte que tenia que lidiar con la confusión, una ira que no se dirigía contra nada ni nadie en particular, y el dolor físico. Omar oraba pidiendo fuerzas a Dios.

El 12 de marzo de 2010 un mes después del cumpleaños de Omar, la joven regreso a su “hogar”, para quedarse, No fue fácil. Sus lesiones cerebrales no sanaban como sana una pierna fracturada, con una mejoría constante. Su permanente dificultad para encontrar las cosas en el apartamento y para moverse dentro las habitaciones as como su rabia hacia Omar, por lo estricto que era al respecto a la terapia, le provocaban unos estallidos de mal humor que eran muy ajenos a la mujer de que el se había enamorado.

Esta nueva Pamela era como una adolescente malcriada a la que o le importaban los sentimientos de los demás. Ya no-tenia la paciencia, la compasión y la ternura que la habían distinguido antes del accidente.

Por primera vez la pareja se enredo en discusiones y, al cabo de una de ellas. Pamela salió corriendo del apartamento. Preocupado, Omar recorrió las calles hasta que la encontró.

- Prometiste quedarte a mi lado siempre- reprocho Omar

- No puedo prometer nada, dijo ella llorando, tan desalentada como él por su modo de actuar.

- Ya no puedo vivir de esta manera- añadió él – No me concibo sin ti, ni te imagino sin mí, pero

Quizás las cosas tendrán que ser así.

Con todo, había una promesa que Pamela tenía grabada en los mas profundo de su ser: Había crecido con la firme convicción de que le matrimonio es para siempre. Era un voto que los dos habían hecho a Dios incluso antes de conocerse. Y cundo sentían que ya no podían seguir adelante, ese compromiso los mantenía juntos.

En el verano de 2011, Omar consultó aun consejero profesional. En una sesión, este le pregunto que había hecho que Pamela se enamorara de él. Primero se dio una respuesta fácil, describiéndose como un tipo simpático, inteligente, bien parecido”. Pero luego tomo en serio el asunto. ¿Qué hizo que Pamela se enamorara de mí?.

Entonces recordó todo el cariño que le había demostrado, todos los detalles, desde aquellos poemas que tenía, desde las sorpresas más “locas” como decía Pamela, ella había sido su “posita”.

Luego penso en como la había tratado desde el accidente: mas que un padre o un entrenador que como esposo. ¡Comienza de nuevo!, Se dijo finalmente. Haz que vuelva a enamorarse de ti!.

¿Te gustaría ir al cine esta noche?- le propuso un día, Podríamos cenar frente al mar.

Le resultaba extraño cortejar nuevamente a su esposa, pero convirtió esa “cita nocturna” en una infaltable actividad de cada semana.

Intentaron algún juego juntos, Omar tenia que tener paciencia, a conformarse y a no criticar. Los dos se percataron de que iban por buen camino un día en que fueron capaces de reír y exclamar: Ganamos!.

Si bien Omar se propuso reconquistar a su esposa, no previo el resultado de sus galanteos. Era la misma mujer y, a la vez, otra muy distinta. Omar acabo por amar a la persona en que ella se había convertido.

Pamela, empezó a apreciar la nobleza y generosidad de su esposo. Poco a poco sintió crecer el amor en su interior, una emoción que con el tiempo habría de describir como “algo parecido a enamorarse, pero mejor”

El psicólogo de Omar, le hizo una valiosa sugerencia: ¿Por qué no renovar sus votos matrimoniales?.

- Claro que sí – acepto ella. Pero si vamos a volver a celebrar una boda, desearías que me la propusieras primero.

El día 12 de Oct de 2011, Omar volvió a arrodillarse con un ramo de rosas en una mano y le

Pidió a Pamela que se casara con él.

La gente piensa que nos estamos casando por segunda vez para que yo recupere la memoria, pero he aceptado que esa parte de mi vida ya no existe”.

El 12 de Nov del mismo año Pamela y Omar se casaron nuevamente.

- Te agradezco él haber sido fiel a nuestro anterior matrimonio - dijo Pamela, y ruego a Dios que me

Dejes ser la persona de a cual te enamoraste.

Cada uno le dio al otro su primer anillo de bodas. Luego, sin que ninguno supiera lo que planeaba el otro, sacaron otro anillo para sellar su segunda promesa de amor.

Omar y Pamela, salieron de la iglesia, posaron para las fotos y luego se abrieron par en la los familiares y amigos que habían llegado. Era el comienzo de una nueva vida para ellos, un momento que sin duda ella podrá recordarlo y atesorarlo para siempre

“NUNCA HAY QUE PERDER ESE TOQUE MAGICO, QUE TENEMOS TODOS CUANDO QUEREMOS AMAR A ALGUIEN HASTA EL FIN DE NUESTROS DIAS”

El autor

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