Ayer te soñé en un largo y profundo beso. Estabas tranquila y emocionada, con un moñito que dajaba caer un mechón sobre tus rollizas mejillas. Llenándonos de tiernos cariños a media luz del día te preguntaba si eras realmente feliz en tu nueva vida. Te acurrucabas entre mis brazos en un beso incontenible, sano, profundo y mágico. El origen de los dioses y ángeles nacen de la incapacidad del inconsciente humano de aceptar la muerte, prolongando la vida de quienes queremos a través de los sueños... quién sabe Adri, ahora ese sea el nuevo camino para que sigamos sintiéndonos. (2005)
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