Carta a mi Amigo: ¡Date Cuenta que Ella no te Quiere!

Estimado amigo… o timado amigo.

Estas palabras son cortas, pero necesarias, ahora que estás sufriendo por culpa de ella, cosa que de verdad te mereces y te lo voy a restregar en tu cara, regodeándome en mi crapulencia, porque bastante te lo advertí y hasta me dejaste de hablar.

Se me hace difícil llevar una cronología de todas las veces que has sufrido por amor. Y siempre buscaste al amigo que te apoyara, consolar y acompañara en tus cuitas, llantos y gritos por desamor. Y ese desafortunado amigo siempre fui yo.

Y hoy, que ella se está casando con aquel que sí le gustaba y que tú dijiste que ibas a destronar con el poder de tu amor, estás llorando y yo, escribiéndote mientras me como un maní y un refresco brindando porque qué bueno que pasó todo esto.

Permíteme darte el historial de fracasos amorosos, no más desde la pandemia, seré breve, porque la risa me gana. Disculpa la mala cronología, pero recuerda que yo no soy tu biógrafo, pero te tenía varias anotadas.

La primera fue aquella que trataste de manera galante, la escuchabas y pensabas que eso sería suficiente para enamorarla, cuando ella te dijo que era independiente y que no buscaba nada con nadie. Y no hay nadie que sea más nadie, que tú que eres un don nadie.

Aquella que te dijo que por tu actitud no te podía querer; y sabiéndote una buena persona, no le quisiste creer. Jamás entendiste que ella no quería a alguien bueno para ella, sino más bien un papá para cubrir sus carencias paternas afectivas. Allí sí que hizo bien en dejarte, porque tú lo único que tienes de papá, es lo papanatas.

Recuerda a aquella chica que te brindó tu amistad y tú te le declaraste. Yo lo recuerdo, es que jamás había visto (sólo en TikTok), como una mujer le volteaba la cara en señal de rechazo a un hombre que le iba a robar un beso.

Creíste que siguiendo a una chica a su culto religioso, ella te iba a querer. Y en lo único en que te convirtió fue en la cuota de gente que debe llevar a las reuniones, mientras ella estaba enamorada del Pastor.

La que te dijo que sí había una esperanza, pero que en cada cita para verse, se desaparecía del WhatsApp, sólo apareciendo eventualmente a ver sí le podías hacer una recarga del teléfono.

Esa que te colocó la condición de una noche de pasión, pero de día, en el hotel más caro y exclusivo, que debías pagarle el transporte y que éste debía ser con los vidrios oscuros y entrar a la habitación por una puerta secreta y hacerlo con la luz apagada. Eso es una forma de decir que quiere estar contigo, pero sin que estés tú allí Amigo mío, siempre voy a creer que ella iba a mandarte un primo de ella en su lugar. Lástima que no lo hizo, me habría dado mucha risa.

La que te dijo, “cuando se me libere la agenda, te digo para vernos”, porque siempre estaba ocupada y no tenía tiempo para socializar. Y que montaba fotos en diversos restaurantes y viajes con amigos y amigas, pero nunca contigo porque ese “cuando me libere la agenda”, se refería a liberarse de ti, de su agenda telefónica. 

Sí hubo una que te ofreció cariño y que quería hacer las cosas bien. Que su sueño era tener 21 citas mágicas antes de dar el siguiente paso…del primer beso. Citas mágicas en restaurantes mágicos, esos que te desaparecían el dinero de inmediato. Y creo que nada más aguantaste tres citas.

La que aceptó ir al cine, la feria y a comer contigo. Que ella era sencilla. A todos nos alegró que te recuperaras de la herida punzo penetrante que te hizo con el destornillador que dijo ella se le cayó tres veces en tu estómago en defensa propia porque confundió un beso en la mejilla con acoso. Por cierto, ¿Le encontraron tu anillo, teléfono y cartera o no la revisaron por ser la víctima?

No se me olvida la que de la noche a la mañana comenzó a escribirte porque le dieron tu número. Y cuando al fin se vieron, salió llorando porque se decepcionó que no te parecieras a la foto de perfil. ¡Y con lo que te costó conseguir una foto donde salieras decente!

Aquella que no te daba esperanza, pero te enseñaba d medicina a distancia, pidiéndote medicamentos para ella porque andaba casi siempre cachicorneta. Lo bueno es que le gustaban las relaciones pasajeras y desenfrenadas. Nunca contigo, pero le gustaban.

Un disgusto que tengo y que casi me aleja de ser tu amigo, fue cuando le enviaste aquel meme sugestivo a la que conociste en el laboratorio y lo interceptó su papá y te buscó en tu casa (aún quiero saber cómo). Esos dos días en mi casa durmiendo en la sala, nos pudieron en riesgo a todos. Me la sigue debiendo.

Y finalizo con la más extraña de todos. Apareció en tu vida, te trataba de lo mejor, casi que les veíamos como pareja juntos y se molestó el día que le enviaste un poema, alegando de que eso no lo hacen los hombres de verdad que ella prefería chicharrón

Amigo mío, espero que agarres escarmiento y aprendas a mejor colocar la vista en las mujeres, porque además de dejarte pobre, te dejan alborotado y lloroso. Es difícil controlar al corazón y lo demás, pero te daré un consejo de amigo que te ayudará a entender y defenderte de toda tentación femenina:

“A ti sólo te puede querer una buena madre y un perro con hambre…y me quedan dudas de sí lo harían”

Tu amigo, porque aunque arruinas mi vibra, me diviertes con tu sufrir…

Argenis Serrano


 

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