30 años de República neoliberal en el Perú. 5 de abril

 



El 5 de abril de 1992, el presidente Alberto Fujimori disolvió el Congreso de la República, mediante un “autogolpe” e inició una nueva etapa política del país, que se concretizó con la Constitución Política de 1993. El nuevo orden establecido por Fujimori logró quebrar la institucionalidad estatal que provenía desde la época de los militares -también golpistas- de fines de la década de 1960.

Pasamos de un Estado con un fuerte acento intervencionista, que se expresaba en una gran cantidad de empresas públicas y una burocracia elefantiásica, hacia un Estado subsidiario. Es decir, con casi nula actividad económica y estímulo de la iniciativa empresarial privada. Para ello, el régimen fujimorista vendió las empresas públicas y despidió a un gran número de trabajadores estatales. Queda la sombra gris de las denuncias de corrupción por haber licuado la actividad empresarial del Estado.

Para lograr esos objetivos se requería de una voluntad autoritaria, de ahí que a la par de las reformas neoliberales que entregaban la economía al gran capital, el gobierno dio inicio a una sistemática violación de los derechos humanos que según el prisma con el que mire permitió la “pacificación” a sangre y fuego del país.

Es bueno recordar que Fujimori no actuó solo. Tuvo la asesoría de un hombre astuto, cruel y quintaesencia de la corrupción que propiamente se encargaba del manejo total de la política gubernamental. No podemos olvidar que Fujimori cogobernaba con Vladimiro Montesinos. En términos prácticos eran una pareja presidencial. Montesinos fue un sujeto gris que se preparó desde muy joven para hacerse del poder y logró encajar a la perfección con el estilo de Fujimori.

Es innegable que los primeros cinco años del régimen fujimorista tuvieron un abrumador respaldo ciudadano debido a la audacia de las decisiones y a la voluntad de corregir la secular torpeza de nuestro Estado. Pero, Fujimori borró todo lo que hizo su mano derecha con la vorágine de corrupción y la desmedida violencia de su mandato. Fujimori significa la instauración de un Estado neoliberal y empresarial, y a la vez la normalización del aprovechamiento de los fondos públicos.

Como tantos otros dictadores genera pasiones encontradas. La lección que nos deja es que las soluciones a los grandes males del país, se debe alcanzar por los cauces democráticos; pues después el remedio puede resultar peor que la enfermedad. 30 años después, las nuevas generaciones deben asumir el desafío de construir desarrollo y progreso bajo el imperio del Estado de Derecho y la defensa de los derechos fundamentales.

 (Publicado en el diario Viral de Arequipa, 6 de abril de 2022)

(Foto: https://sutep.org/articulos/no-a-la-constitucion-del-capitalismo-salvaje-recuperemos-la-dignidad/)


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